
Desde los clásicos que postergaste en el tiempo hasta las novedades editoriales que, por un momento, parece que todo el mundo ha leído menos tú. El verano es ese baúl que abres con llave cuando llega el momento, un limbo reservado al goce que ya está aquí, al fin, después de tantos meses con al lengua fuera.
Nosotras queremos recomendarte algunas novelas de aire estival: en ellas hay aventura, amor, amistad y éxtasis. Son sensitivas y acuáticas. Puedes combinarlas con novedades como A cuatro patas, la nueva novela de Miranda July; Tim, de Ray Loriga; Polvazo, de Katharina Volckmer o Estival, de Guillermo Aguirre. También con textos algo más extensos de lo que nos permitimos el resto del año, como Los destrozos, de Bret Easton Ellis, autor de American Psycho; o Biografía de X, por si el año pasado se te quedó pendiente esta joya de Catherine Lacey. Si prefieres, en cambio, obras breves -pero enormes en su contenido-, puedes decantarte por Amiga mía, de Raquel Congosto; o Seismil, de Laura C. Vela. La editorial que publica este último libro, Comisura, también lanzó recientemente una obra hermosa incluida en el género diarístico, Diario del dinero, de Rosario Bléfari. En este sentido, Seix Barral también trae los diarios de Rosa Chacel, con prólogo de Elena Medel. Si te apetece nadar en el relato, te proponemos Nevada, de Claire Vaye Watkins y El buen mal, de Samanta Schweblin.
La invitada, Emma Cline. Traducción de Inga Pellisa (Anagrama)

Una novela sobre buscarse la vida y protegerla del mundo. Alex es una joven seductora a la que su amante echa de casa con un billete de vuelta a Nueva York, un hecho por el que se ve obligada a desarrollar su instinto de supervivencia en una Long Island desangelada. En este thriller psicológico conviven el lujo y la apariencia, el dominio y la dependencia, la seguridad y la incertidumbre, el ardiente asfalto y la humedad de las piscinas. Dualidades que hacen de la historia un viaje atrapante, como ya lo fue Las chicas, la novela que convirtió a Emma Cline en todo un fenómeno.
La dulce existencia, Milena Busquets (Anagrama)

La escritora catalana publica los diarios que escribió durante el rodaje de la película que este año ha llevado al cine su novela cumbre, También esto pasará, un libro que aúna ficción y potentes elementos autobiográficos, colmo la muerte de su madre, la editora Esther Busquets, y el duelo que llegó después. De vuelta a Cadaqués, la autora revive su pasado como observadora. Las aguas y el sol de la Costa Brava, "su imperio", vuelven a salvarla.
Los días ligeros, Yolanda Guerrero (Plaza & Janes)

Un oasis de glamour, música, diversión y libertad se coció a fuego lento en la piscina Stella, un espacio luminoso que servía como anestesia de lo que sucedía al otro lado, en el Madrid de la dictadura franquista. La escritora Yolanda Guerrero recupera este emblemático espacio, centro del destape, como escenario de una novela protagonizada, en 1952, por tres jóvenes provenientes de distintos estratos sociales que viven al límite en este club.
Éxtasis en una noche de verano, Rocío Collins (H&O editorial)

Como un Shakespeare adaptado a cuatro manos por Phoebe Waller-Bridge y el coreógrafo de Cher, esta novela se siente como una aventura excesiva, capaz de agitar los ratos de tumbona y transformarlos en el recinto del festival de verano al que asisten Ava-Bijou y Agnes Grace, dos jóvenes que se rinden a las modernidades del entorno mientras se cruzan con personalidades que van desde un médico ex redskin hasta una criatura transcelestial. He aquí una comedia de enredos veraniega y febril en la que dos amigas se dan la mano.
La ternura, de Paula Ducay (Altamarea)

Hay relaciones que se caracterizan, simplemente, por ser inclasificables. Es la que mantienen Naima y Marco, los protagonistas de La ternura. Estos compañeros de trabajo, a los que les separa la diferencia de edad, alimentan una amistad que nadie entiende del todo, y que está marcada por una tensión extraña que ni siquiera ellos saben cómo definir. Sin embargo, su situación se dinamita cuando, aprovechando las vacaciones de verano, viajan juntos a la casa familiar que él tiene en Italia, donde la joven conocerá una cara que, hasta el momento, no reconocía a su amigo.
El accidente, de Blanca Lacasa (Libros del Asteroide)

La nouvelle de Blanca Lacasa la protagonizan una mujer y un hombre cuyo mundo se pone patas arriba tras coincidir una noche de birras en Madrid. Ambos con pareja, se sumergen en un constante tira y afloja donde confluyen las proyecciones, los malentendidos, el deseo y todas esas ansiedades, buenas y malas, que construyen los espejismos del enamoramiento. ¿Cómo salvarse de un encuentro kamizake?
El tercer amor, de Hiromi Kawakami. Traducción de Yoko Ogihara y Fernando Cordobés (Alfaguara)

La autora japonesa dibuja en El tercer amor un retrato de los giros que puede dar la vida. La protagonista, Riko, se siente atrapada en una relación amargada por la infidelidad, pero un día, por casualidad, se encuentra con un viejo amigo, el señor Takaoka, que le ofrece amistad, amor y una extraña evasión: vivir una vida paralela en sus sueños. Cuando menos lo espera, se ve obligada a salvar su felicidad.
Frágil, de Belinda McKeon. Traducción de Ana Flecha Marco (Malas Tierras)

Como Gente Normal, de la aclamada Sally Rooney; o con Leonard and Hungry Paul, del escritor Rónan Hession, Frágil se suma a las exitosas novelas de origen irlandés que ahondan en las relaciones humanas. En este caso, los personajes atraviesan las fragilidades de la amistad y la llegada de los primeros amores mientras emprenden un viaje guiado por las primeras revelaciones. Todo comienza cuando Catherine conoce a James en sus años universitarios. En el Dublín de los 90, este estudiante le abrirá la puerta a un nuevo mundo.