Evasión

Andrés Arconada recomienda 'Uno equis dos': un Paco León llevado al límite hace 'pleno al 15'

Durante este mes de agosto se van a estrenar varias producciones españolas, pero he querido recomendar una película que me ha sorprendido gratamente y que se proyectó por primera vez en el pasado Festival de Málaga. Se llama Uno equis dos y, efectivamente, se trata de los elementos con los que se juega cada semana a la famosa quiniela.

La historia se centra en Chino y Josu, dos grandes amigos que rozan los 40 años y que desde que se conocieron en la universidad han intentado conseguir un pleno al 15. El fin de semana con el que arranca la película ya tienen 12 resultados acertados y junto a sus parejas, Paula y Cris, deciden seguir el final de la jornada futbolística en la casa del pueblo de la familia de Chino. A este plan se une David, un compañero de trabajo de Cris, recién divorciado. A medida que la posibilidad de hacerse ricos aumenta con cada nuevo resultado, los cinco se enfrentarán a la realidad oculta de las relaciones y quiénes son realmente como individuos, entrando en una trama impensable y disparatada de violencia y malas decisiones.

Lo primero que te produce Uno equis dos es sorpresa, ya que no te esperas un tipo de película así, es más, piensas que se va a desarrollar en forma de comedia para pronto darte cuenta que casi puede caer en el terror más cruento manteniendo en vilo al espectador durante toda la proyección. Todo el film tiene muchas lecturas, una de ellas bien podría ser la normalización de la violencia de género que nos muestra cómo personas a las que llamamos corrientes, sin grandes defectos, pueden llegar a reacciones de una manera extrema en situaciones límite. Es una historia basada en unos hechos reales, por eso resulta más sorprendente. Su originalidad está en su capacidad para generar reflexión y tensión, para que salgas de la sala sin palabras y rápidamente debatas todo lo que te han contado, al tiempo que te preguntas ¿serías capaz de hacer algo semejante?

Todo esto se lo debemos al director Alberto Utrera y su coguionista Carlos Soria que saben cómo hincar el diente a esta historia de distancias cortas. También destacable es la dirección de actores y los diálogos. Uno equis dos se produce prácticamente en un mismo espacio por lo que da una sensación de agobio que no sabes cuándo va a terminar. Para ello era importante la elección de actores, era necesario hacer creíble esta historia, algo que se consigue pese al riesgo de contar con dos cómicos de la categoría de Paco León y Raúl Tejón. Ambos están llevados al límite en unos papeles dramáticos en los que, yo al menos, no los había visto nunca.

Aquí se cumple de nuevo el dicho de que los llamados actores cómicos suelen ser en su mayoría grandes actores dramáticos. En Uno equis dos todo encaja a la perfección, vale la pena que vayáis al cine a verla por muchos motivos: su originalidad, su capacidad para combinar drama, comedia, thriller psicológico e incluso un poco de terror. Ojo, no os vais a arrepentir.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky