
Hoy le toca el turno a un western que hizo historia convertido hoy en día en una película de culto, Duelo al sol. Es una obra del productor atípico y omnipresente David O'Selznick. El cineasta se metía en todas las labores de la producción para llevar a buen puerto una película: el guión, la fotografía, la dirección… y en todo lo que uno pueda imaginar. Una forma de trabajar que ya llevó a cabo en su obra más popular, Lo que el viento se llevó. Las continuas intervenciones de O'Selznick convirtió el rodaje en un infierno, pero el resultado ahí está, un gran éxito de una película considerada un hito del cine.
O'Selznick se jugaba mucho con Duelo al sol ya que había comprado todos los derechos para el mayor lucimiento de su chica de entonces, la bellísima actriz Jennifer Jones. El productor llegó a encargarse hasta del vestuario que ella lucía en la pantalla. Duelo al sol es un gran melodrama, con mucho de tragedia griega, que fue dirigido por todo un gran artesano como King Vidor. El director nos había brindado más de una buena película ya desde el cine mudo de donde provenía. Versátil y eficaz, sabe llevar esta historia con seguridad y buen ritmo.

La personalidad del productor le llevó a varios enfrentamientos con Vidor, incluso le llegó a sustituir por otros directores aunque al final firmó todo el material. Así ha quedado esta historia de una pasión desenfrenada filmada con energía y fuerza a la vez que intensamente romántica y clásica desde su origen. Es un western atípico ya en su argumento, la historia de Pearl, una mestiza que es mandada a casa de unos primos lejanos después de que su padre matase a su madre y él acabase en la horca.
La chica llegará a la casa gobernada por un viejo senador un tanto especial y su bondadosa mujer. Sin embargo no están solos, el hogar se completa con dos hijos muy distintos del matrimonio: un hombre honesto y de buenos sentimientos y otro que es totalmente lo contrario. Ambos se enamorarán de Pearl y a partir de aquí los que la habéis visto os servirá para recordar esos momentos y aquellos que no lo hayáis hecho aún tendréis que descubrirla.

Teniendo en cuenta la época en la que se rodó Duelo al sol, sorprende la sensualidad que contienen muchas de sus secuencias, impensables en el cine de los años 40. De hecho, la Iglesia no mostró mucho entusiasmo con el estreno sino más bien todo lo contrario. El motivo es que la pasión enfermiza que domina toda la acción no era muy habitual. Joseph Cotten y Gregory Peck encarnan a la perfección el bien y el mal respectivamente. Jennifer Jonh por su parte, que era una actriz muy eficaz pero no genial, cumple de sobra con su cometido. ¿Quién dijo que un buen melodrama no puede ser un buen western? Os aseguro que Duelo al sol lo es. A no perderse el duelo final, impresionante en todos los sentidos. Hoy sigue emocionando. La podéis ver en Filmin, Pluto TV y acontra+.
