No tires la piel de la naranja: así conseguirás este sabroso condimento perfecto para muchos platos

A la hora de cocinar casi que se enciende el piloto automático porque, quitando cuando se están probando nuevas recetas para sorprender, preparar la comida para la semana puede ser algo monótono. Es normal que se tire sin pensarlo dos veces lo que se considera como "restos". La piel de la naranja (o la mayoría de cítricos) es uno de los mejores ejemplos.

El limón y su cáscara son un ingrediente muy usado en una gran variedad de platos, pero es posible que la naranja pase algo más desapercibida. Este truco no consiste en arriesgarse con un plato que luego termina siendo una auténtica "marranada", sino que se trata de un método para conseguir un sazonador bastante caro si se compra ya preparado.

La piel de naranja: rica en vitamina C, fibra y antioxidantes

La piel de la naranja, como otras muchas frutas o verduras, tiene una gran cantidad de beneficios directamente en la piel: es rica en vitamina C y contiene pectina, una fibra que ayuda a regular el tránsito intestinal. Además, tiene flavonoides, que constituyen un antioxidante natural capaz de reducir el daño celular y la inflamación del cuerpo.

El sazonador natural

Cada vez es más frecuente ver platos y recetas de alta cocina que hacen uso de este ingrediente para sazonar un pescado, pollo, marisco y hasta vegetales más sabrosos. El conocido como "orange pepper" o pimienta de naranja, se está convirtiendo en uno de los ingredientes más populares.

Su precio suele rondar los 20 euros el kilo, por lo que aquí está la receta para hacerlo sin apenas coste.

Orange pepper: receta

Lo primero que se necesita es escoger naranjas que no hayan sido tratadas con pesticidas ni ceras, o lavar estas muy muy bien. Acto seguido comienza el proceso de rallado, sin llegar a la parte blanca que es amarga, y deja que se seque muy bien: al aire libre durante un par de días o en el horno a temperatura baja (60ºC) durante 30-45 minutos. El resultado debe ser seco y crujiente.

Llega el momento de triturarlo todo en un procesador para obtener un polvo fino. Mézclalo luego con pimienta negra recién molida y un poco de ajo en polvo, sal marina y cebolla seca para un sabor más intenso.

Lo último sería guardar en un frasco con cierre fuerte y dejar en un lugar seco y oscuro. Así se puede conservar durante semanas.

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