
España está repleto de pueblos y villas con aires medievales: calles empedradas, fortalezas que dominan el territorio y un entorno impresionante. Cerca de Madrid destaca con razón el pueblo de Sigüenza, pero no es el único lugar que ha llamado la atención de los turistas. Pelegrina, una pequeña pedanía del municipio, es una villa que han quedado casi despobladas pero sigue teniendo mucha historia.
Según los últimos datos del INE de 2024, este lugar es habitado solo por 23 personas, frente a los 620 que fueron a finales del siglo XIX. Lo interesante es que la mayoría de estos residentes tienen alma de artista y no dudan en demostrarlo en una exposiciones colectivas para exhibir sus obras en los paisajes que se despliegan en la Hoz de Pelegrina.
A pesar de su pequeño tamaño, su ubicación y su legado cultural hacen de este uno de los rincones más especiales del centro de España. En pleno corazón del Parque Natural del Barranco del Río Dulce es un lugar especial para todos aquellos que busquen relajarse del ajetreo del día a día y disfrutar del espectáculo de aves que se pueden encontrar: los majestuosos buitres leonados, las águilas reales, las perdiceras.
El pueblo se alza sobre un pequeño promontorio coronado por las ruinas del Castillo de Pelegrina, una antigua fortaleza medieval, que formó parte del sistema defensivo de la comarca de Sigüenza. Aunque hoy en día se encuentra totalmente en ruinas, sus muros se alzan todavía imponentes sobre el barranco.
Rodeando al pueblo se encuentra el cañón del Río Dulce, que nace en la sierra y atraviesa la zona esculpiendo paredes verticales de rocas caliza. Este entorno ha aparecido en el mundo televisivo siendo el fondo de la mítica serie El hombre y la Tierra, rodada por Félix Rodríguez de la Fuente. Hoy un mirador, desde el que se puede disfrutar de uno de los paisajes más impresionantes de Pelegrina, lleva su nombre.
Un paseo junto al río
Las vistas en la villa no son lo único que destaca del lugar. Muy cerca se encuentra el denominado sendero del Barranco del Río Dulce que parte del mismo pueblo. Un camino sencillo que sigue el curso del río y desde el que se puede apreciar toda la belleza de la zona, ideal para hacer en bici o incluso con niños.
Pelegrina conserva su carácter más rural. Las casas de piedra, muchas restauradas respetando la arquitectura de la villa, se dispersan irregularmente adaptándose al relieve del terreno. Entre las construcciones que merecen la pena visitar está la iglesia de Santa Cruz y, por supuesto, su castillo del siglo XII, que quedó en ruinas por daños causados en la Guerra de Sucesión y las invasiones napoleónicas.
Cómo llegar desde Madrid
La distancia es de unos 135 kilómetros y se tarda poco más de una hora y media. Sal de Madrid por la A-2 en dirección a Guadalajara /Zaragoza y continúa hasta la salida 104. Toma la CM-101 hacia Sigüenza.
Una vez aquí atraviesa el pueblo y sigue las indicaciones hacia Pelegrina, que se encuentra a unos 7 kilómetros al suroeste.
Relacionados
- La receta de tarta de queso es más antigua de lo que crees: esta es su versión romana con de hace más de 2.000 años
- Ni Madrid ni Barcelona: la prensa británica mira a la ciudad española considerada como "el mejor lugar" para retirarse
- El pueblo con uno de los nombres más curiosos de España tiene un castillo edificado sobre una antigua fortaleza romana
- El pueblo más bonito del mundo está en Huesca rodeado de murallas medievales y un impresionante entorno natural