Juan José Millás publica nuevo libro y habla de culpa y religión: "El Papa que se acaba de morir era superreaccionario y la Iglesia, una institución medieval"

En un mundo cada vez más volcado hacia lo inmediato y lo superficial, Juan José Millás vuelve a desafiarnos con algo profundamente incómodo: pensar. Su nuevo libro, Ese imbécil va a escribir una novela (editorial Alfaguara), que ve la luz el 8 de mayo, no es solo una obra literaria, es un ejercicio de introspección provocadora sobre temas que muchos preferiríamos evitar, como la religión, la culpa o lo que hay (o no hay) después de la muerte.

Con su estilo irónico y su habitual capacidad para rasgar lo cotidiano hasta dejarlo en carne viva, Millás se adentra en territorios que rozan lo metafísico sin dejar de estar anclados en la realidad más áspera. Lo hace, como siempre, desde una mirada crítica, lúcida y muy personal. Y lo deja claro desde el principio: no hay paños calientes ni discursos amables. La Iglesia, por ejemplo, no se salva de su bisturí verbal. "Es una institución medieval", dice sin rodeos en una entrevista con Europa Press. Y no se detiene ahí: cuestiona los debates sobre si el próximo Papa será conservador o progresista con una sola palabra: "artificiales"

"Me da un poco lo mismo. Estos debates entre si un Papa más conservador y no, son absolutamente artificiales. El Papa que se acaba de morir era un Papa superreaccionario y la Iglesia, una institución medieval. De manera que entretenernos en debates sobre supuestos progresismos es absurdo hablando de una institución que está en la Edad Media en muchísimos aspectos", critica. También tiene dinamita política, y opina de lo que opinan todos en los últimos meses: el presidente de Estados Unidos, ya que cree que "la humanidad está en peligro con Donald Trump".

Pero más allá de las declaraciones que puedan encender titulares, lo interesante del libro está en su capacidad para hacerte mirar hacia adentro. ¿Qué lugar ocupa la culpa en nuestras vidas? ¿Por qué seguimos arrastrando creencias que ya no nos representan? ¿Qué pasa cuando dejamos de creer, pero no dejamos de sentirnos culpables?

Ese imbécil va a escribir una novela no es un libro cómodo. Y eso es exactamente lo que lo hace necesario. Millás nos recuerda que, en plena era del bienestar emocional, a veces hay que sentarse a conversar con nuestras contradicciones, con nuestras herencias morales y espirituales, aunque incomoden. Sobre todo si incomodan.

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