Evasión

La costa del Sol esconde un bonito pueblo con comida sabrosa, tiendas artesanales y playas poco concurridas

Fuente: Ayuntamiento de Manilva

La llegada del buen tiempo es sinónimo de irse de vacaciones y disfrutar de las grandes playas y localidades que tenemos en España. Irse al sur o al norte es una de las decisiones más difíciles, ya que divide corazones, pero, por lo general, cuando la gente se decanta por la primera, Málaga suele ser uno de los principales motivos. Playas increíbles, ambiente, buena temperatura, espetos recién hechos y muchos motivos más que todo no son secreto para nadie. Pero lo que no todo el mundo sabe es que, más allá de Marbella o Benalmádena existen otras localidades ideales donde veranear.

La joya oculta de la Costa del Sol

Hay quienes prefieren disfrutar de sus vacaciones sin aglomeraciones, simplemente disfrutando de la tranquilidad que desprende el mar y el sonido de sus olas. A poco más de una hora de la capital malagueña, se encuentra el lugar ideal para todos aquellos que piensan así. Estamos hablando de Manilva, una localidad de apenas 15.000 habitantes que es conocido por la belleza de sus playas, su comida sabrosa y sus tiendecitas artesanales.

Sin duda alguna, lo mejor de Manilva es la poca aglomeración que hay en su costa, a pesar de ser unas de las más bonitas de la provincia. Destaca la de Punta Chullera, casi rozando el límite con Cádiz, por sus formaciones rocosas y la naturaleza salvaje de la zona. Otra de las menos masificadas es también la playa de Los Toros, cuyo nombre se debe a la zona por la que antiguamente transitaba el ganado. A día de hoy, se puede disfrutar de su más de un kilómetro de longitud y sus aguas cristalinas.

Por último, también merece la pena conocer la playa de La Duquesa y la de Sabinillas. Aunque esta última es más frecuentada, cuenta con el título de Bandera Azul, motivo más que suficiente para darle una oportunidad.

Más allá de la playa: comida y turismo

Y si, aunque es casi imposible, no te conquista por sus playas, lo hará por sus comidas. Aquí destaca su pescado fresco, su fritura, su tortilla de bacalao y su guiso de papas. En los numerosos restaurantes que se aglomeran cerca de la costa, como los que hay que encontrar callejeando, la comida es deliciosa.

Además, recorrer sus alrededores es otro de los planes imprescindible que hacer en Manilva, todavía más para aquellos amantes del senderismo. Este municipio del litoral de Málaga tiene rutas ideales para disfrutar de aquellos días en los que el sol no aprieta demasiado, como la que va por el río o la que recorre la pequeña Sierra de la Utrera.

Casas de Manilva
| Fuente: Marbesol
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