
La exitosa serie de Netflix de El Juego del Calamar ha dado la vuelta al mundo, eso en un hecho. En su mundo la supervivencia se reduce a juegos infantiles aparentemente fáciles, pero ya nos han demostrado que no todo es lo que parece. De entre todos los desafíos memorables, uno de los que más ha llamado la atención de los espectadores es el de las dulces dalgona. Los concursantes debían tallar con cuidado una forma, que seguro que ya conoces, la estrella, el triángulo o el temido paraguas, todo esto, por supuesto, sin romper los frágiles dulces.
Sin duda, un reto que ha traspasado la pantalla y que ahora llena de vídeos las redes sociales. Pero, ¿realmente sabes de dónde salen estas galletas?
Una receta tradicional de la calle
Mucho antes de que se popularizaran gracias a El Juego del Calamar, este dulce ya era toda una sensación en la época de los 70 y 80. Conocido también como 'ppopgi' y elaborado únicamente con azúcar y una pizca de bicarbonato, es uno de esos dulces con aire nostálgico de Corea del Sur. Por lo general, se vendía en puestos callejeros a las afueras de las escuelas y atraía principalmente a los niños con su toque dulce y sus divertidos diseños. Algo similar a lo que ocurría en la serie, pero al revés, aquí la forma de comer estas galletas era mordisqueando los bordes tratando de conservar la forma sin romperlos.

Incluso, tiene también forma parte de la historia de la posguerra en Corea del Sur, ya que estos dulces se encargaron de llenar el vacío que dejaron las chocolatinas que entregaban a los niños los soldados estadounidenses. Ahora, con la popularidad de la serie, las redes sociales se han inundado de videos de fanáticos que intentan recrear el dulce y que, a menudo, fracasan en la tarea de tallarlos.
Lo que podemos sacar en claro de esta nueva tendencia es que el auge de las galletas dalgona pone en relevancia cómo la comida puede trascender fronteras, generaciones y conectar con un amplio público. Ya sea como parte de El Juego del Calamar o como parte de la historia coreana, los dulces dalgona son una toda una sensación que ha vuelto para quedarse.
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