
Colonia, o también conocida por su nombre alemán Köln, es una de las ciudades más grandes de Alemania. Además de estar repleta de museos, espacios culturales y contar con un amplio atractivo histórico y arquitectónico, son muchos los motivos por lo que siempre apetece hacer una visita a Colonia especialmente durante el invierno. Por sus calles adornadas de miles de luces, por tener la posibilidad de disfrutar de su belleza si se cubre por un manto blanco, por sus mercadillos navideños de gran fama y, sobre todo, por ser la ciudad en la que descansan los Reyes Magos.
La urna de los Reyes Magos
Aunque durante la Segunda Guerra Mundial Colonia fue un amasijo de ruinas, parece ser que los aliados tuvieron especial cuidado con mantener intacta la Catedral, uno de los símbolos de la ciudad y declarado Patrimonio de la Humanidad.
A orillas del Rin encontramos a la Kölner Dom, un gigante de más de ocho siglos de antigüedad, a su doble torre de 157 metros de altura. Aunque pudiera ser suficiente su atractivo gótico, por lo que realmente acaba yendo la gente a la Catedral es porque en su interior se alberga la arqueta con las reliquias de Melchor, Gaspar y Baltasar. Esta reliquia realizada en oro, plata y con joyas incrustadas, tiene forma de basílica y es de enorme proporciones: 2 metros de longitud, 1,50 de altura y pesa más de 300 kilos.

Se dice que llegaron a la ciudad en el año 1164, cuando Federico Barbarroja los consiguió en su saqueo a Milán, antes procedentes de la Tierra Santa. Fue este el principal motivo por el que se decidió construir la Catedral en el siglo XIII y pensaron que debía ser un edificio a la altura del tesoro que guardaba.
La ciudad de los mercadillos de Navidad
A día de hoy, Colonia es conocida por ser la capital de los mercadillos navideños, pero esta tradición no llegó a la ciudad hasta bastante tarde, concretamente en el 1820. Ahora, hay que reconocer que aunque tardaron en llenar Colonia de casetas con el toldo rojo, lo hacen muy bien. Para este 2024, han abierto, nada más y nada menos que 16 mercadillos repartidos por toda la ciudad.
El más famoso de la ciudad es el Weihnachtsmarkt am Kölner Dom, o también conocido como el Mercadillo de la Catedral, ubicado en Roncalliplatz. Lo que encontramos aquí es pura tradición: un árbol decorado en el centro del mercado, puestecitos de color rojo y productos artesanos de procedencia local.

Sin duda alguna, otro mercadillo que merece la pena visitar es el de Kölner Hafen-Weihnachtsmarkt, también conocido como el mercadillo de la noria. Su nombre ya da una pista de lo que se puede encontrar en él, una espectacular noria de 48 metros de altura. Aquí los puestos tienen los toldos blancos y está ubicado a orillas del río Rin.
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