
Durante siglos el ser humano ha estado buscando el secreto de la eterna juventud. Un elixir que nos proporcionara unos cuantos años más de vida o, incluso, la inmortalidad. Y es que a uno, cuando le comienzan a salir medias lunas bajos los ojos y arrugas en lugares que pensaba que no existían, no hay cremas que valgan. Así que la pregunta es: ¿será viajar la solución?
El primero en embarcarse en este viaje fue Juan Ponce de León, una de las figuras militares españolas más importantes del siglo XVI y conocido por descubrir Florida en 1513. Según cuenta la leyenda, el motivo de dicha travesía no fue propiamente ese, sino que fue el Rey Juan II de Aragón, quien, según cuenta la leyenda, le encargó encontrar el arroyo de la eterna juventud.
Buscando la isla de Bimini, en Las Bahamas, fue cuando Ponce de León se topó con las costas de Florida, en Cabo Cañaveral. Allí, concretamente en la ciudad de San Agustín, se encuentra a día de hoy 'The Fountain of Youth Archeological Park', donde podemos visitar uno de los manantiales que supuestamente tienen el elixir de la eterna juventud.

Y como hemos mencionado anteriormente, no hay únicamente un lugar que disfrute de tener la fuente de la juventud. Cerca, también en el estado de Florida, en Bimini Sur, la isla que buscaba Ponce de León, presume de tener las aguas milagrosas que detienen los efectos de la edad.
No obstante, en ninguna de estas dos fuentes está acreditado que el agua tenga propiedades rejuvenecedoras y, mucho menos, que proporcionen la vida eterna. Todo apunta a que si de verdad queremos encontrar la 'fuente de la eterna juventud' y sus propiedades milagrosas habrá que seguir buscando. Y cuánto antes mejor, que no parece tarea fácil.
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