
Las gambas son uno de los productos estrella de la gastronomía Española. En todos los puntos de la península se preparan de una manera con características únicas. Sin embargo, hay una variante de la receta que ha ganado una gran popularidad a nivel internacional.
Se trata de su versión al estilo madrileño y, aunque parezca extraño, en la capital hay una larga tradición con establecimientos que sirven este plato. A continuación te dejamos los pasos que debes seguir para conseguir este sabor tan delicioso originario de Madrid.
Ingredientes
- 300 g de gambas frescas o congeladas (peladas)
- 4-5 dientes de ajo laminados finamente
- 1 guindilla seca o chile pequeño (opcional, para un toque picante)
- Aceite de oliva virgen extra (la base del sabor, así que escoge uno de buena calidad)
- Sal al gusto
- Perejil fresco picado (para decorar)
- Un poco de vino blanco
Paso a paso
Si se usan gambas congeladas la calidad del plato no tiene por qué descender si se sabe el método para descongelar el pescado en salmuera. Sumergiéndolas en agua con sal para que mantengan su sabor y textura. Sécalas bien para que no suelten agua al cocinarlas.
En una cazuela de barro (esta le da un sabor especial, pero también se puede emplear una normal) vierte una generosa cantidad de aceite de oliva virgen extra y caliéntalo a fuego bajo. Agrega los ajos laminados y la guindilla. Cocina a fuego suave hasta que el ajo comience a dorarse ligeramente; esto permitirá que el aceite absorba el sabor del ajo sin quemarlo, lo que daría un sabor amargo.
Una vez el ajo esté dorado, sube un poco la temperatura y añade las gambas al aceite caliente y añade un chorrito de vino blanco. Cocina las gambas solo hasta que estén rosadas y firmes, lo que suele llevar un par de minutos. Si se cocinan demasiado tiempo, pueden volverse gomosas.
Espolvorea un poco de perejil fresco picado para dar color y aroma. Sirve las gambas en la cazuela de barro para mantener el calor y acompáñalas de pan para mojar en el aceite con ajo.
Consejos adicionales
El secreto de unas buenas gambas al ajillo madrileñas está en el equilibrio entre el ajo y el aceite de oliva, junto con el toque de guindilla. Este plato es perfecto como tapa en cualquier reunión, y su simplicidad resalta la calidad de los ingredientes.
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