
Renovarse o morir. El sector de la banca, como tantos otros, ha tomado buena nota de los avances tecnológicos y de las nuevas pautas de comportamiento de los usuarios y, para satisfacer las necesidades de sus clientes -sobre todo de los más jóvenes- han trasladado todos sus servicios también al entorno online. No sólo los bancos que nacieron ya siendo exclusivamente digitales han optado por desplegar todas sus armas en portales web y aplicaciones para smartphones de lo más completas, sino que también la banca tradicional lo ha hecho y ha logrado así el favor de los ciudadanos de nuestro país.
Tal y como revela el último Estudio de banca digital de Mastercard, elaborado este año, ocho de cada diez españoles aseguran utilizar soluciones de banca digital una vez al mes, mientras que más de un 60% lo emplea cada semana y casi un 40%, a diario. Dicho estudio también da cuenta de que el 73% de los españoles utiliza aplicaciones móviles de bancos tradicionales y el 30% únicamente de bancos que son cien por cien digitales.
Ocho de cada diez españoles aseguran utilizar soluciones de banca digital una vez al mes
La comodidad, el ahorro de tiempo y la facilidad de utilización se revelan como las razones principales para hacer uso de la banca online. Y es que, a golpe de click, los usuarios puede hacer casi cualquier transacción si tener que desplazarse a ninguna sucursal. Además, aquellos empleados de la banca que, tradicionalmente, recibían a sus clientes cara a cara se comunican ahora con igual destreza a través de llamadas o chats en línea.
Ante este panorama podría augurarse una desaparición total de las sucursales. Sin embargo, la atención física sigue posicionándose como relevante a la hora de atraer y captar nuevos clientes y fidelizar a los ya existentes.
'Coworking' y café
Las sucursales bancarias ahora son menos, pero mucho más elaboradas. Se revelan como una flagship de la empresa; un concepto más de moda que nunca donde el diseño y lo experiencial ganan peso y sirve para construir una sólida imagen de marca ante los clientes.
Los denominados Work Café Santander que Banco Santander tiene repartidos por diferentes barrios de Madrid (la entidad se plantea llevar pronto el concepto a Barcelona, Málaga y Valencia) son un ejemplo. En ellos, clientes y no clientes pueden trabajar, celebrar reuniones, asistir a conferencias y, cómo no, realizar gestiones financieras. Todo mientras se degusta pastelería de autor y café hecho por expertos baristas.
La gastronomía y el coworking también se dan la mano en el imponente espacio que recientemente inauguró CaixaBank en la barcelonesa plaza Francesc Macià: "all in one" Barcelona (la entidad también disponen de un "all in one" en Valencia). Esta flagship de 3.000 metros cuadrados alberga despachos, un auditorio y las tecnologías más innovadoras. Además, los hermanos Torres (dos estrellas Michelin) estrenan aquí su nuevo concepto de cafetería.
Este nuevo espacio se suma a una revolución de las sucursales que CaixaBank inició ya en 2013 con su concepto Store. Las oficinas de este tipo -"más tecnológicas, pero también más personales, más cercanas", explican desde la compañía- ya son más de 300 y están repartidas por toda España. Otos bancos, como BBVA y Bankia, ejemplifican el cambio que están experimentando las sucursales con sus instalaciones de Velázquez 33 y Serrano 53, respectivamente, ambas en Madrid.