Especial medio ambiente

Ence, sostenibilidad como prioridad estratégica y economía circular

  • Es la primera empresa española en generación de energía renovable
Imagen de la biofábrica de Ence en Pontevedra. Foto: Archivo.

Ence-Energía y Celulosa es la compañía líder en Europa en producción de celulosa de eucalipto, primera empresa española en generación de energía renovable con biomasa agrícola y forestal, y a la cabeza en la gestión integral y responsable de superficies y cultivos forestales en España. El modelo de negocio de la compañía, basado en la utilización de materias primas de origen biológico, renovable y autóctono para producir celulosa, y en el aprovechamiento de los subproductos agrícolas y forestales para generar energía renovable, hace de la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente una prioridad estratégica.

Como empresa comprometida con la sostenibilidad y el entorno, Ence desarrolla sus actividades a través de un modelo productivo integrado que sigue los criterios de sostenibilidad y compromiso empresarial más exigentes a nivel internacional. Dicho modelo comienza con el desarrollo de una gestión forestal transparente y responsable, siendo la compañía pionera en acometer proyectos de certificación en España, pero no solo de sus propias masas forestales, sino extendiendo esta política a su entorno inmediato, y fomentando la certificación de las superficies de sus socios y colaboradores. 

Tanto la biofábrica de Pontevedra como la de Navia disponen de rigurosos mecanismos de análisis y vigilancia de su efluente y emisiones

A continuación, en sus biofábricas de celulosa, situadas en las localidades de Navia (Asturias) y Pontevedra, tiene lugar un proceso de producción altamente respetuoso con el entorno natural y que mejora ampliamente la normativa ambiental más exigente. Este se inicia cuando la madera certificada, materia prima natural y sostenible, llega a las biofábricas y se emplea para transformarla en pasta de celulosa, base de toda una diversidad de productos papeleros de uso cotidiano. Pero dicho proceso es además, un ejemplo claro de Economía Circular, un sistema de aprovechamiento de los recursos donde priman las máximas de reducción y reutilización de los residuos

Esto se debe a que en las propias biofábricas, a partir de los elementos sobrantes del proceso de producción de celulosa, se genera a su vez la energía renovable necesaria para abastecer, en más de un 95%, las necesidades energéticas de los propios centros, al tiempo que contribuye a reducir la intensidad energética y la huella de carbono.

Excelencia medioambiental

Ence es una compañía que persigue la excelencia medioambiental en el marco de su actividad. Tanto la biofábrica de Pontevedra como la de Navia disponen de rigurosos mecanismos de análisis y vigilancia de su efluente y emisiones para garantizar un mínimo impacto sobre los ecosistemas, y su Sistema Integrado de Gestión responde a las normas ISO y está certificado por Aenor.

Así, los resultados de gestión ambiental de la biofábrica pontevedresa mejoran hasta un 77% los indicadores BREF, que definen las mejores prácticas en la Unión Europea para la producción de pasta de papel. Además, en su centro de Asturias, la compañía logró reducir en 2.800 las toneladas de CO2 emitidas a la atmósfera con respecto al año anterior, lo que situó a la factoría entre los mejores registros de instalaciones de generación energética de la región durante el pasado año.

Los indicadores medioambientales de la biofábrica pontevedresa de Ence mejoran semestre tras semestre, avanzando así de forma continua en la excelencia de su comportamiento ambiental y en el holgado cumplimiento de la normativa vigente. El principal indicador de su efluente, la denominada Demanda Química de Oxígeno (DQO), mejoró en un 87% la normativa europea BREF de mejores prácticas ambientales del sector de la celulosa. Asimismo, este indicador se situó un 64% por debajo del límite máximo que establece su Autorización Ambiental Integrada (AAI).

Las biofábricas de la compañía han sido galardonadas con importantes reconocimientos a nivel internacional

Igualmente, el descenso de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero en la biofábrica de Navia ratifica el compromiso de Ence con el entorno natural y la lucha contra el cambio climático. En esta línea, las biofábricas de Ence están llevando a cabo medidas de reducción de la huella de carbono y mejora de la eficiencia energética, y en 2019, la compañía ha comenzado a trabajar para definir un protocolo de cálculo de la huella de carbono que permita dirigir mejor las actuaciones en este ámbito.

Gracias a los excelentes resultados obtenidos en materia medioambiental, las biofábricas de la compañía han sido galardonadas con importantes reconocimientos a nivel internacional, entre los que destacan la etiqueta ecológica Nordic Swan -ecoetiqueta oficial de los países nórdicos- por cumplir con los criterios más exigentes de respeto ambiental; la distinción Oro de la Comisión Europea a la Biofábrica de Pontevedra en reconocimiento a su mejora ambiental en los últimos 15 años, o la certificación Aenor Residuo Cero a esta última, que acredita que la compañía lleva a cabo una gestión eficiente de sus residuos, y que es capaz de valorizarlos, propiciando su aprovechamiento para darles una nueva vida dentro de su proceso de producción. 

Gestión sostenible de la biomasa

Precisamente este reconocimiento por parte de Aenor pone de manifiesto parte de la destacada contribución de la compañía al desarrollo de la Economía Circular, que también se aplica a su negocio independiente de energía renovable sobrante como fuente renovable de energía.  

A través de sus siete plantas de generación con biomasa independientes, dos en Huelva, dos en Córdoba, una en Mérida, una en Jaén y una en Ciudad Real, que se alimentan exclusivamente de biomasa de origen agroforestal procedente de los entornos cercanos, Ence contribuye a la disminución de las quemas de estos subproductos sobrantes en el campo y el monte, lo que propicia la reducción de la emisión de miles de toneladas de CO2 a la atmósfera, y a la reactivación de la economía en entornos rurales. 

La compañía ha desarrollado un know how específico que garantiza la sostenibilidad en el suministro de biomasa de origen agrícola a sus plantas. Este incluye procedimientos y políticas altamente respetuosas con el entorno, los usos prioritarios de la biomasa y las buenas prácticas agrícolas.

En esta línea, Ence desarrolló en 2017 un Decálogo para la Sostenibilidad de la Biomasa como Combustible, una iniciativa pionera en la empresa española puesta en marcha para garantizar su compromiso con la sostenibilidad en la utilización de la biomasa y el cuidado del medio ambiente en el aprovechamiento de esta fuente renovable de energía.

Con esta iniciativa, la compañía garantiza que hace un uso sostenible de la biomasa y que mantiene un permanente respeto por los recursos naturales. Para su elaboración, Ence se apoyó en criterios para la sostenibilidad de la biomasa establecidos por algunas de las más importantes organizaciones ambientalistas de Europa. Los compromisos empresariales recogidos en este documento parten del respeto al entorno natural, para lo que Ence garantiza el mantenimiento de la capacidad de renovación de la biomasa y la calidad del suelo. Además, la compañía no quema madera en rollo de más de 10 cm de diámetro, ni emplea en sus plantas de biomasa madera procedente de especies invasivas cultivadas.

Los indicadores medioambientales de la biofábrica pontevedresa de Ence mejoran semestre tras semestre

El Decálogo también recoge que Ence no competirá con otros posibles usos prioritarios de la biomasa, como son la alimentación del ganado, o la construcción y la fabricación de muebles, además de garantizar que no emplea biomasa procedente de cultivos energéticos en tierras aptas para la agricultura y la producción de alimentos.

Las plantas de generación de energía de Ence mantienen también este compromiso con la sostenibilidad y el respeto al medioambiente que son prioridad estratégica para la compañía. Recientemente, el Complejo Energético de Ence en Huelva, formado por dos plantas de 50 MW y 41 MW, y a finales de 2019 por una tercera de 46 MW, ha renovado el certificado europeo voluntario EMAS, un reglamento comunitario de eco-gestión y eco-auditoría que reconoce a aquellas organizaciones que han implantado un sistema de gestión medioambiental y han adquirido un compromiso de mejora continua, que se verifica a través de auditorías independientes.

Los resultados de esta auditoría corroboran la eficacia del sistema de gestión integrada de la calidad y el medio ambiente para la mejora continua del proceso y los métodos de trabajo de la compañía. Las instalaciones de Ence en Huelva fueron de las primeras en adherirse voluntariamente a este selecto grupo de empresas que se someten anualmente a la verificación externa de sus datos y se comprometen a la publicación y puesta a disposición pública de los mismos.

Además, esta misma instalación, el más importante complejo de generación con biomasa de España, generó, durante el pasado año, 491.100 MWh de electricidad, lo que supone una energía suficiente para determinar un ahorro de más de 42.200 toneladas equivalentes de petróleo. La apuesta de Ence por la generación con biomasa se sitúa dentro de los objetivos europeos en cuanto a energía, que buscan reducir la dependencia de fuentes no renovables y emisoras de gases de efecto invernadero, en pos de potencias energéticas que, como las de Ence, apuestan por la alta eficiencia y baja emisión en el suministro firme, estable y renovable de energía eléctrica.

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