
El compromiso de Sacyr con la lucha contra el cambio climático es claro. Ha recibido este año el Sello Reduzco de la Oficina Española de Cambio Climático (OECC), del Ministerio para la Transición Ecológica, por la reducción del 7,34% de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en sus actividades en España.
El cálculo y la inscripción en el Registro de Huella de Carbono, Compensación y Proyectos de Absorción de CO2 de cuatro huellas de carbono consecutivas (2015-2018) es el paso previo para poder alcanzar este sello. La obtención del sello Reduzco reconoce el esfuerzo realizado y supone un estímulo para continuar trabajando a favor del cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): ODS 13, adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
Asfaltos sostenibles
Valoriza Medioambiente, filial de Sacyr, ha desarrollado RARx. Éste es un innovador producto que se emplea como aditivo para carreteras y está compuesto en un 65% por polvo de neumático reciclado. Permite su uso directo en plantas de asfalto. Además, las vías asfaltadas con RARx mejoran la durabilidad del firme y reducen la contaminación acústica.
En España, Valoriza Medioambiente ha realizado varios tramos de ensayo con RARx en Fuenlabrada, en autopistas de la Mancha y en la A4, en Valdepeñas, se asfaltaron cinco kilómetros este verano.
En México, la autopista que une las localidades de Pirámides, Tulancingo y Pachuca, al noroeste de Ciudad de México, supone un verdadero hito tecnológico en el tratamiento y conservación de carreteras en toda Latinoamérica. Durante su rehabilitación, utilizaron RARx. Otra de las técnicas empleadas fue el Rubblizing, mediante el cual se tritura el pavimento con maquinaria pesada creando una nueva capa que alarga la vida del asfalto.
Estas técnicas no sólo facilitan la optimización de los recursos, sino que además aseguran una disminución de la huella de carbono de dicha obra, con una absoluta mejora ambiental en todo el proceso. En el primer tramo de 11 kilómetros se emplearon cerca de 400 toneladas de RARx, lo que supuso la reutilización del caucho equivalente a más de 25.000 neumáticos usados. Al final de esta obra, se calcula que se habrán reutilizado más de 150.000 neumáticos.
En Chile, la Ruta del Limarí, que enlaza los municipios de La Serena y Ovalle, mejora la seguridad y conectividad de la Región de Coquimbo, al norte del país. Es un ejemplo de innovación y sostenibilidad. Uno de sus tramos fue desarrollado con mezclas asfálticas que usan un betún modificado con altos porcentajes de material reciclado.
"Utilizamos una mezcla asfáltica de altas prestaciones, yo le llamo mezcla con superpoderes", explica Antonio Ramírez, director de Innovación y Conocimiento de Sacyr Ingeniería e Infraestructuras. La mezcla está compuesta por betunes en los que se han sustituido los polímeros derivados del petróleo por residuos (neumáticos fuera de uso y plásticos reciclados).
Premios y reconocimientos
El proyecto de Valoriza Medioambiente, Cirtec, obtuvo el Accésit del Premio Europeo de Medio Ambiente a la Empresa 2017, en la categoría Producto/Servicio para el Desarrollo Sostenible. Cirtec contribuye a la economía circular, ya que emplea polvo de neumáticos fuera de uso para la fabricación de un aditivo para el asfaltado de carreteras. Cirtec es la filial del grupo que fabrica y comercializa RARx. Exporta a Alemania, Indonesia, Rusia, EEUU y México.
Este año la Autopista del Noroeste de Murcia, AUNOR, de Sacyr Concesiones, ha ganado el Premio Especial a la Innovación de la segunda edición de los Premios Obra Civil de la Región de Murcia. Este galardón reconoce al equipo de Aunor que realizó en esta autopista uno de los tramos demostradores del proyecto Repara 2.0, con mezclas recicladas en frío con ligantes alternativos. El proyecto tiene como objetivo el desarrollo de nuevas tecnologías y metodologías que apoyen a la gestión de infraestructuras y permitan rehabilitar y conservar cualquier tipología de carretera a un menor coste económico y medioambiental, mejorando su adaptación frente al cambio climático.

El proyecto de la Estación Depuradora de Aguas Residuales Urbanas (EDAR), del Valle de Guerra en Tenerife, realizado por Sacyr Sadyt y Sacyr Ingeniería e Infraestructuras, ha ganado el Premio Agustín de Betancourt a la mejor Obra de Ingeniería Civil (período 2014-2018) de las Islas Canarias.
Este proyecto es un modelo de innovación tecnológica, de eficiencia y de nueva gestión en la depuración. La EDAR es un referente en el cambio del modelo del ciclo integral del agua en la producción industrial de agua regenerada. Hoy, se trata el 100% del agua que llega y tiene capacidad de producción de 4.000 metros cúbicos por día de agua regenerada para uso agrícola. El agua obtenida en estas instalaciones, cuya calidad supera con creces los límites exigidos por la legislación para uso agrícola, es directamente enviada a la red y puesta a disposición de los agricultores de la Comarca Nordeste, logrando crear un agua a la carta para los diferentes tipos de cultivo de la zona.
Voluntariado corporativo
Por otro lado, la Fundación Sacyr apoya directamente labores de voluntariado de los empleados del Grupo. Ésta es una forma de contribuir al desarrollo social de las comunidades, tanto de quienes reciben la acción solidaria como de los propios trabajadores de la compañía. A través de la campaña ¡Sacyr responde!, la empresa recogió más de 130 propuestas de sus empleados para desarrollar algún tipo de voluntariado. Más de 8.500 empleados de la empresa participaron en esta plataforma en 2018 con sus ideas o comentarios y una decena de los proyectos propuestos ya se han materializado.
En 2018; cuatro voluntarios de Sacyr, de Madrid y Colombia, viajaron a los departamentos colombianos de Cauca, Valle del Cauca y Nariño, de la mano de The Water Van Proyect, un proyecto social que tiene como objetivo facilitar el acceso a agua potable en zonas rurales de Centro y Sudamérica. En colaboración con la ONG española Ayuda en Acción, los cuatro empleados entregaron más de 300 filtros potabilizadores de agua a familias y centros de la comunidad, explicando y formando acerca de su funcionamiento. Más de 3.600 personas se vieron beneficiadas por esta acción.
Otros tres empleados realizaron este voluntariado en Perú en agosto de 2019, logrando que más de 1.400 habitantes en extrema pobreza de la región Huancavelica, puedan acceder a más de 2.000 litros de agua potable al día. Esto ha sido posible gracias a la entrega de filtros de agua a familias de las comunidades de Chilcapite, Choclococha, Incapacchan, Cuicha, Ayahuasan, Pomacocha, Cusicancha Yanacocha, Huayllapampa y Huillhuecc del distrito de Pomacocha, provincia de Acobamba.
Otro equipo de voluntarios de Colombia participó en proyectos de carácter medioambiental y social en las comunidades aledañas a la Autopista al Mar 1, con la siembra y el reacondicionamiento como objetivos.
En Colombia, 40 voluntarios de Sacyr trabajaron para mejorar la infraestructura de una escuela, la Institución educativa El Madero, especialmente afectada por el movimiento paramilitarista. Se arreglaron desperfectos y se llevaron a cabo diferentes acciones, como el aislamiento del ruido y el polvo o pintar e instalar porterías de fútbol.
También en Colombia se ha iniciado un proyecto de dos años de apoyo a mujeres mayores y amas de casa que viven en una zona afectada por la violencia en los Montes de María. El proyecto consiste en fomentar el aprendizaje y la recuperación del tejido tradicional de mochilas precolombinas con fibras naturales, así como favorecer la creación de cooperativas para el desarrollo económico de este sector.
A través del proyecto Reforesta, numerosos voluntarios de Sacyr han desarrollado acciones de voluntariado medioambiental en la sierra madrileña.
Además de colaborar con las comunidades a las que se dirigen estos voluntariados, que se convierten en un nuevo canal entre la empresa y la sociedad, la Fundación Sacyr destaca el impacto positivo para los propios trabajadores, que suelen sumarse a estas acciones por motivaciones personales, para experimentar el sentimiento positivo de ayudar, pero para los que la experiencia termina también por adquirir una trascendencia profesional. El voluntariado mejora las habilidades y capacidades en muchos sentidos, como las que tienen que ver con el liderazgo, el trabajo en equipo, la empatía, la tolerancia o la innovación.