Especial Formación

Qué cambia en las universidades y escuelas de negocio con la Covid-19

  • Los centros han tenido que hacer un esfuerzo tecnológico
  • Se aboga por la evaluación continua y la presencialidad en los examenes

A velocidad de vértigo. Así han tenido que transformarse los centros educativos a raíz de la pandemia. Más medidas higiénicas, desarrollo de nuevas tecnologías, inclusión de nuevas formaciones... Uno de los mayores exponentes de estos cambios es la educación online, a la que todos han tenido que adaptarse para poder seguir formando a los estudiantes y que ha llegado para quedarse.

De hecho, en el documento que elaboró el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades de cara a la vuelta a las aulas, se exponía que teniendo en cuenta la escasez de recursos docentes a corto plazo, no se considera conveniente doblar las clases por grupos para mantener la presencialidad, porque ello implicaría una sobrecarga insoportable para el cuerpo docente.

A este respecto, universidades como La Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) adoptarán un modelo docente híbrido y transitorio para el curso académico 2020-21, con el fin de adaptarse a la nueva normalidad tras las fases de desescalada. "La solución híbrida o bimodal del nuevo curso académico apuesta por una presencialidad de al menos el 50% de la docencia en grupos reducidos de estudiantes, sin exceder la mitad de la capacidad de las aulas de grado, y complementada con la docencia online síncrona en el horario previsto", explican desde la UC3M.

Esta reprogramación docente de los grados, prosiguen, "contempla diversos requerimientos adicionales, como el comienzo escalonado de los horarios para evitar aglomeraciones, pausas adecuadas para la ventilación de las aulas, medidas para el mantenimiento de la distancia de seguridad o la utilización obligatoria de mascarillas en los campus, entre otras".

Por su parte, desde la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), señalan que a nivel tecnológico han tenido que "aumentar el número de servidores y ampliar las licencias que teníamos contratadas, y a nivel académico ha supuesto el esfuerzo de rehacer todas las guías docentes para adaptar los contenidos de presenciales a virtuales y adecuar la evaluación al nuevo escenario. Además, como universidad, hemos lanzado dos convocatorias de ayudas para alumnado con dificultades para seguir la docencia a distancia debido a carencias de material informático o de conectividad a internet".

Precisamente, este es uno de los aspectos que juega en contra del alumnado español, la falta de material. Según un estudio de Preply, una plataforma de aprendizaje en línea, España se sitúa en el puesto 24 de 30 países analizados, ya que, pese a que es el sexto país con internet de banda ancha más rápido, la falta de herramientas tecnológicas obstaculiza el desarrollo del e-learning. Según este informe en España el 78,4% de la población cuenta con su propio ordenador, mientras que en otros territorios como Países Bajos, Alemania o Suiza superan el 90%.

En otras instituciones como el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), la mayoría de la oferta educativa a día de hoy sigue siendo en formato presencial, pero está creciendo mucho la oferta de programas online y semipresencial. "Las tecnologías han entrado en las aulas y se están imponiendo los formatos denominados blended (mezcla de presencial y online, ideal para aquellas personas que necesitan compaginar un trabajo con los estudios), así como los cursos masivos abiertos (MOOC). Las herramientas de e-learning están demostrando ser perfectas aliadas en este contexto de mercado y consideramos que la formación virtual va a ganar peso tras esta crisis", explican desde el IEB.

En España el 78,4% de la población cuenta con su propio ordenador

"España está sobradamente preparada en medios, satisfactoriamente concienciada con la capacitación, pero aún es rígida en estructuras y procesos", indica Leire Nuere, directora de la Unidad Online de la Universidad Francisco de Vitoria, quien sostiene que "lejos de sustituir los logros y avances del presencial, lo digital ha venido para ayudar, potenciar, permitir que las personas desplieguen su talento y favorecer que se aprenda más y mejor".

En este sentido, universidades como la Universidad CEU San Pablo y la Universidad Europea, han instalado el sistema HyFlex, una tecnología multicámara que permite desarrollar sesiones en las que los estudiantes que están en el aula pueden interactuar con los que participan en directo desde casa.

Como recuerdan desde el IEB, "históricamente, las limitaciones de calendario, la ubicación geográfica de nuestros alumnos o las exigencias de horarios de trabajo, hacía que muchas personas que querían ser estudiantes del IEB, tuvieran que posponer o reducir su formación, adaptar sus carreras profesionales, buscar permisos extraordinarios en sus trabajos, etc", circunstancias que pueden resolverse gracias a la formación online.

Más novedades

No solo ha habido novedades en cuento a la tecnología. La pandemia también ha traído nuevas opciones en la oferta educativa. Es el caso de dos nuevos dobles grados en Ciencia e Ingeniería de Datos y Tecnologías de las Telecomunicaciones, e Ingeniería Física e Ingeniería en Tecnologías Industriales de la UC3M. En concreto, el Grado en Ciencias, organizado por tres universidades, la UC3M, la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la UAB, pretende formar profesionales capaces de ofrecer soluciones científicas para múltiples problemas del ámbito social, económico y empresarial como son el control de la propagación de enfermedades, la gestión de catástrofes, o la generación y distribución de la energía, entre otros.

Mientras, en la UAB "se han programado algunos estudios propios surgidos a raíz de la crisis de la Covid-19, como una edición especial Covid-19 del MOOC Primeros auxilios psicológicos (PAP). Fueron los propios estudiantes quienes sugirieron a su directora que el curso era muy adecuado para el contexto de crisis sanitaria". Esta edición especial Covid-19 del PAP tuvo contó con 250.962 inscripciones totales, de las cuales 35.806 lo fueron de estudiantes activos, "cifras muy poco habituales", reconocen desde la universidad.

La Covid-19 ha hecho florecer nuevos cursos, algunos enfocados, a prepararse ante una pandemia

A este respecto, la UAB señala que "esta flexibilidad y capacidad de adaptación inmediata al contexto solo se da en los estudios propios, que se pueden programar en un periodo de tiempo muy breve. La tramitación de las propuestas de estudios oficiales, que deben pasar por la evaluación de las agencias de calidad y la aprobación de la Dirección General de Universidades de la Generalitat, es demasiado larga (unos dos años) como para que se pueda hacer una oferta adaptada a un contexto de crisis sobrevenida".

Por su parte, el IEB ha lanzado un nuevo Programa de Especialización en Alternativas de Financiación, que tiene como objetivo estudiar las distintas alternativas existentes en el mercado de la deuda y el equity, tanto en la financiación bancaria como en los mercados de capitales, en un momento en el que las necesidades de capital no dejan de crecer.

En lo referente a la evaluación de los estudiantes, en centros como la UAM se fomentará la evaluación continua. Además, y siguiendo en esta ocasión las recomendaciones del Marco común de actuación de las universidades de la Comunidad de Madrid ante la Covid-19 en el curso 2020/2021, se procurará la presencialidad en la realización de las pruebas finales de evaluación. Eso si no hubiera una resolución del rector para establecer un procedimiento extraordinario.

Un aspecto en el que coincide la UAB, donde consideran que "siempre es preferible, y todavía más en el contexto actual, mantener la evaluación continua de los resultados de aprendizaje definidos para cada asignatura mediante la realización de tareas y actividades a lo largo de todo el periodo que, además, en muchas ocasiones ya se hacían de manera asíncrona y no presencial".

Una de las recomendaciones es decantarse por actividades de evaluación asíncronas, que se pueden llevar a cabo exactamente en las mismas condiciones que en la docencia presencial como la entrega de trabajos, ejercicios, infografías, etc. Utilizad, siempre que sea posible, métodos de evaluación diferentes del examen.

Precisamente, en el caso de que no se pudiese hacer examen presencial, desde la UAB aconsejan, para evitar que el estudiante copie y vulnerar su intimidad con el uso de la tecnología, ofrecer diferentes alternativas, como puede ser una prueba oral.

Evaluación a distancia, cómo hacerla

Si bien de cara a las evaluaciones de los estudiantes se seguirá primando la presencialidad, en caso de que no fuese la posible la UAB ha elaborado una serie de recomendaciones para poder llevar a cabo una evaluación online.

Con el objetivo de preservar la intimidad de los estudiantes y evitar que puedan darse casos de copia al no poder mantenerse la vigilancia durante el examen como si se tratara de una prueba presencial, desde la universidad aconsejan el diseño, por ejemplo, de pruebas no memorísticas, que permitan la consulta de recursos y materiales, "ya que resulta más adaptada al contexto de acceso a la información en el que vivimos y puede permitir, a su vez, una valoración más precisa del nivel competencial alcanzado por cada estudiante".

Otra opción es la singularización de los formularios de examen. "Hay varias maneras de hacer formularios de exámenes diferenciados para cada alumno. La herramienta de cuestionarios de Moodle proporciona la posibilidad de crear formularios diferenciados a partir de un banco de preguntas". Por otro lado, "otra buena opción que garantiza tanto la identidad de quien hace la prueba como el hecho de que no se copie es recurrir a las pruebas orales".

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