26 de mayo de 1999. Corre el minuto 67 en el Camp Nou y los diablos rojos ven la derrota cerca en su primera gran final europea en tres décadas. Teddy Sheringham, 33 años, entra al campo convencido de que nunca es demasiado tarde. El Bayern de Múnich había marcado en el seis de la primera parte y, aunque no dominaba el juego, había creado más peligro en el área que su rival. A menos de un cuarto de hora del final, Peter Schmeichel ve cómo el balón le sobrepasa tras un disparo de Mehmet Scholl... pero el palo mantiene con vida al Manchester United.
En el 81 Andy Cole deja paso a Ole Gunnar Solskjær, 26 años, hoy entrenador de los diablos rojos, y, junto a Sheringham, pone a prueba las manos de Oliver Kahn en los cinco últimos minutos del tiempo reglamentario. El árbitro anuncia tres de descuento y el Manchester fuerza un córner. Schmeichel sube. Beckham la toca, Fink despeja mal, el balón le llega a Giggs, que le pega mordido pero en dirección a su compañero Sheringham... 1-1. Euforia. Medio minuto después, nuevo saque de esquina para el United. Beckham centra, Sheringham cabecea hacia la portería de Kahn y Solskjær remata dentro. Es el 2-1, que será definitivo. El Camp Nou estalla.
El fútbol es un potente motor de emociones, y la UEFA Champions League -la competición de clubes más prestigiosa de Europa- condensa todavía más esta realidad, ya que un triunfo aquí suele coronar -o solucionar con creces- toda una temporada. Por ello, Mastercard, cuya labor de patrocinio tiene como principal objetivo conectar a los consumidores con sus pasiones, lleva más de 25 años promoviendo el alcance global de la Champions.
Un solo corazón
Y lo hace, además, literalmente. La compañía es especialista en unir a personas, comercios, empresas, bancos, a través de una infraestructura que permite realizar cada año miles de millones de transacciones en más de 210 países y territorios, y hacerlo de manera segura, sencilla, inteligente y accesible. ¿Por qué no intentar transmitir también las emociones que se viven en el campo en una de las grandes noches europeas, como la protagonizada por Manchester y Bayern?
En la temporada 2018-19, Mastercard introdujo Kit Beats, un dispositivo que conectaba -por primera vez en España- la emoción de los player escorts -los niños que saltan al campo de la mano de los jugadores en los partidos de Champions League- con sus familiares que se encuentran en el campo. La compañía activó este sistema en los partidos en los que fueran anfitriones equipos españoles: se estrenó el 20 de febrero, cuando el Atlético de Madrid recibió -y venció- a la Juventus en el Wanda Metropolitano.

La iniciativa permitió conocer no solo cómo experimentaban los niños su llegada al campo -el momento cuando suena el himno de la Champions es el que mayores pulsaciones provocaba-, sino compartir esas sensaciones con sus familiares mediante la tecnología. Las equipaciones de los player escorts incorporan un sensor que captura los datos de frecuencia cardiaca y los envía por Bluetooth a una microcontroladora que se encarga de procesarla y transmitirla a los receptores de los familiares que se encuentran en las gradas, a través de la tecnología inalámbrica LoRa.
Según el niño avanza por vestuarios, pasillos y túneles, la señal va rebotando de repetidor en repetidor hasta llegar al familiar que viste la otra camiseta. Esa segunda camiseta recrea el ritmo e intensidad del latido del niño y se ilumina para representar externamente lo que está sintiendo.
En esta temporada, Mastercard ha querido dar un paso más, con Kit Beats Home, una app que conecta a los niños con cualquier familiar que no haya podido acudir a verlos al campo y reproduce, en tiempo real, el ritmo y la intensidad de los latidos con vibraciones, además de seguir el trayecto del niño en el campo a través de un mapa gráfico. En España, se estrenó en el Atlético-Liverpool del pasado 18 de febrero, con Mikel Cuairan Garay -8 añitos- y su familia como protagonistas.

Pero, como las pasiones no solo se forjan en el estadio, Mastercard ha llevado a cabo diversas acciones para implicar y compartir la emoción de la Champions al conjunto de la sociedad. Aunque la última final fue un duelo inglés -Tottenham Hotspur v. Liverpool-, tuvo un inconfundible sabor español, ya que se disputó en el Wanda el 1 de junio de 2019. Así que Mastercard se volcó con Madrid, organizando en los días previos y hasta el día 2 diversas actividades en el marco del Champions Festival de la Puerta del Sol.
Entre otras, la compañía de medios de pago invitó a los que pasaran por allí a demostrar sus habilidades con el balón, de la mano de los freestylers de fama mundial Jeremy Lynch y Billy Wingrove. Mastercard instaló dos brazos robotizados con sendas cámaras para grabar cada movimiento y enviarlo, en formato vídeo, a cada participante, de manera que pudieran compartirlo en sus redes sociales y difundirlo por todo el planeta.
Además, el día 30 de junio se jugó la "Liga Champions Mastercard" de cinco contra cinco en un campo de fútbol habilitado por la UEFA en la Plaza Mayor de Madrid. Al día siguiente, 16 player escorts salieron a este mismo campo de la mano de viejas glorias del fútbol en el "Ultimate Champions Match". El despliegue de Mastercard se completó con diversas actividades en colaboración con los comercios locales y con tres eventos -en Madrid y Barcelona- para que los aficionados vieran la final en un entorno único y un ambiente festivo.

Historias 'Priceless'
El año pasado, Mastercard y el realizador Daniel Sánchez Arévalo, director de películas como Azuloscurocasinegro, Diecisiete o Primos, unieron fuerzas para crear "Historias Priceless", un proyecto audiovisual compuesto por piezas documentales que reflejan cómo Mastercard puede conectar a los fans a través de su pasión por el fútbol, viviendo momentos que no tienen precio.
Una de esas historias logró traspasar las fronteras entre las aficiones de Londres, Liverpool y Madrid. Para superar la decepción de albergar una final sin equipos españoles, la empresa de pagos electrónicos ideó la manera de hermanar a los hinchas locales con los equipos que seguían vivos en la competición. Mastercard habló con las peñas El Gallinero (Real Madrid) y 17 de Mayo (Atlético) y les propuso tomar partido por alguno de los otros ocho clubes con opciones de ganar. Inesperadamente, eligieron a Liverpool y Tottenham, reeditando así con mucho humor y toda la pasión las finales que enfrentaron a Madrid y Atlético en 2014 y 2016. Sánchez Arévalo capturó el éxito de la iniciativa en el corto Madrid 19.
Otra de las "historias Priceless" que Mastercard ayudó a hacer realidad el año pasado fue la de Elia, una joven de ocho años de las Islas Feroe y apasionada del Liverpool. Mastercard viajó a las islas danesas para conocer su historia y brindarle la oportunidad de ver a su equipo en vivo como una player escort. El ejemplo de Elia sirvió, además, para dar a conocer la peculiar historia de este país donde el 10% de la población acude todas las semanas a ver un partido y el 6% pertenece a un club de fans del Liverpool. Una vez en Liverpool, Elia y su madre conocieron a Jackie, una fotógrafa que plasma la afición femenina que acude y apoya a sus diferentes equipos, reflejando el incremento de las mujeres que, de una forma o de otra, siguen y disfrutan con el fútbol y cobran un peso relevante en este deporte.
Sánchez Arévalo explica que el proyecto supuso "una oportunidad para mostrar todo lo que rodea al fútbol más allá del terreno de juego y que explica por qué este deporte significa tanto para tantas personas. La UEFA Champions League constituye un escenario ideal para la puesta en escena de estas historias que reflejan dónde reside el verdadero espíritu del fútbol. Cuando Mastercard me propuso el proyecto ni lo dudé. He disfrutado enormemente, al reflejar y vivir en primera persona la enorme conexión entre personas, con circunstancias muy diferentes, que han conectado gracias al fútbol". Ya lo dijo Roberto el Negro Fontanarrosa: "El fútbol es el ADN de la vida".