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Banco Santander apuesta por la innovación para reinventar el sector bancario

  • Sus proyectos en América ejemplifican su capacidad para adaptarse a los nuevos retos
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No cabe duda de que los nuevos tiempos requieren de una reinvención de la banca para adaptarse a las necesidades de los consumidores. Ya sea, por ejemplo, para seguir posicionando al smartphone como canal prioritario a la hora de realizar cualquier operación financiera -cada vez más necesario debido al distanciamiento social obligado por la expansión del coronavirus-, como para enfrentarse con vehemencia a los nuevos retos que plantea la seguridad. Todo ello se ha colocado en el punto de mira de los bancos y, por eso, iniciativas como el lanzamiento de la primera tarjeta de crédito sin números -presentada a principios de año por Banco Santander México- responden a estas necesidades.

Y es que es indudable la seguridad que ofrece una tarjeta de crédito de estas características. Al no tener visibles sus números ni el código de seguridad, podría disminuir el fraude hasta en un 90% en compras en comercio electrónico, aplicaciones móviles y telefónicas, al complementarse con el NIP (Número de Identificación Personal) y la Tarjeta Digital. Tal y como informa Santander en un comunicado, "la Tarjeta Sin Números muestra solamente el nombre y la fecha de vencimiento del plástico, ayudando a los clientes a no tener expuestos los datos sensibles al hacer compras en puntos de venta, protegiéndolos del robo de información de la tarjeta física".

También en México, la entidad ha demostrado recientemente su capacidad innovadora al implantar Santander TAP, la primera solución desarrollada por un banco en el país que permite el envío de dinero usando una de las aplicaciones más conocidas de mensajería de texto instantáneo vía móvil. Simplemente se necesita una tarjeta de débito y la app SúperMóvil de Santander para poder enviar desde diez hasta 4.000 pesos de forma diaria o en una sola transacción, desde cualquier lugar del mundo, sin restricción de horario y tanto para operaciones entre clientes del banco como para enviar dinero a usuarios de otras entidades.

El banco se ha ido asentando en Argentina con el paso de los años e inauguró en 2019 su nueva sede en el país

A mediados de julio del año pasado, el entonces presidente de la República Argentina, Mauricio Macri, inauguraba la nueva sede corporativa de Banco Santander en Argentina. Conocida como Edificio Garay, dicha sede está ubicada en la Ciudad de Buenos Aires, concretamente en el barrio de San Telmo, donde la historia y el pulso cultural de la urbe se funden con la modernidad de sus torres y el placer que ofrecen sus restaurantes y paseos a la orilla del río. "Una metáfora ideal para un banco con una historia centenaria, una sólida tradición y un auspicioso futuro, repleto de desafíos y oportunidades", explican fuentes de la compañía.

El Edificio Garay, con 52.200 metros cuadrados, 100 salas de reuniones, 70 espacios de coworking y capacidad para albergar a 2.500 empleados, ha supuesto para la entidad una inversión de 170 millones de dólares. Por tanto, este hecho ejemplifica -en un momento de una profunda crisis económica- la confianza de Santander en el futuro del país; siendo allí, además, con casi 4 millones de clientes, el banco privado líder en negocio bancario.

La inauguración en julio de la sede -a la vanguardia en optimización de recursos energéticos y diseño arquitectónico capaz de fomentar la creatividad y el trabajo en equipo- vino precedida por otra inauguración destacada, también en Buenos Aires: la primera sucursal de integración social (SIS) en el Barrio 31, el más pobre y poblado de la ciudad. Dicha sucursal es la primera de un banco privado en el Barrio 31 y da cuenta del trabajo realizado por Santander para acercar los servicios financieros a aquellos lugares en los cuales la población no dispone, por ejemplo, de cajeros automáticos. 

Antes de la inauguración, la compañía ya había ofrecido este servicio a 240.000 habitantes de zonas vulnerables y otorgado créditos, por 83 millones de pesos, a 12.000 clientes de dichas zonas. En última instancia, las SIS fomentan la formalización laboral y económica de las poblaciones en las que operan.

En el marco de su política de inclusión financiera, también se encuentra la línea de financiación con tasa preferencial de 29% para pymes y empresas gestionadas por mujeres. Esto se enmarca en el segmento denominado Banca Women, que ofrece también a sus clientas formación presencial y virtual en management y gestión de empresas.

Cabe destacar que, en el país argentino, Santander está desarrollando un modelo similar al de Prospera (programa de microfinanzas), que nació en Brasil y, tras alcanzar un gran éxito, se está extendiendo actualmente por América Latina: Uruguay y, próximamete, Perú, Colombia y Chile. Dicho programa -reconocido en el top 10 de Change The World 2019, ranking de la revista americana Fortune- persigue desde 2002 promover la inclusión financiera, fortalecer el espíritu empresarial y contribuir a la generación de empleo e ingresos.

Solamente en Brasil, "ya hemos apoyado a más de un millón de personas con microcréditos, lo que hace que el Santander sea el líder en este segmento entre los bancos privados", explican fuentes de la compañía. De esta manera, se apoya el crecimiento de las pequeñas empresas -principalmente las microempresas- y se ayuda a las poblaciones desfavorecidas. Actualmente, los beneficiarios de estos servicios tienen entre 25 y 45 años de media y el 70% de ellos son mujeres. Además, la originación de créditos pasó de 1.000 millones de reales brasileños en 2018 a 2.200 millones el año pasado. El número de clientes activos, por su parte, se duplicó en el mismo período, superando los 500.000.

La entidad se sumerge en una nueva era de sus sucursales, reinventadas para que también sean espacios de alianza con sus clientes

Si hay un proyecto que ejemplifica con creces la capacidad de Banco Santander para adaptarse a los nuevos tiempos, es la reinvención de sus sucursales bancarias. La atención física sigue posicionándose como relevante a la hora de atraer nuevos clientes y fidelizar a los ya existentes. Por eso, desde la entidad financiera, han querido convertir sus establecimientos en espacios de alianza con sus clientes (pues allí pueden trabajar, asistir a conferencias y hacer gestiones financieras), a la par que sirven para construir una sólida imagen de marca.

Por eso, en el año 2016, nació -de la mano de Santander Chile- Santander Work Café, un innovador concepto exitosamente exportado a otros países de América Latina, Europa y Norteamérica. En total, esta iniciativa ya está presente en siete países.

En los diferentes Santander Work Café, la atención personalizada por profesionales de la entidad se combina con un conjunto de nuevos cajeros automáticos de última generación, una nutrida oferta de pastelería de autor y café de la mejor calidad y espacios de coworking que, sin duda, son de gran ayuda para profesionales y emprendedores.

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