Energía

Petróleo a 60 dólares y subida de la producción de 'shale oil' en 2018

Desde que el precio del petróleo se desplomara hace tres años y medio, el mercado mundial del 'oro negro' ha vivido en una montaña rusa: tan pronto subía su cotización como bajaba su precio en el mercado de futuros. El primer batacazo se produjo en 2014, cuando el precio del barril de brent, de referencia en Europa, pasó, en tan solo seis meses, de cotizar por encima de los 110 dólares a pagarse por debajo de los 50 dólares el barril. Descarga la nueva edición de elEconomista Energía

El segundo gran sobresalto llegó el 20 de enero de 2016, cuando su precio cayó a mínimos que no se veían desde 2003, cotizándose por debajo de los 28 dólares el barril. Desde entonces, el precio del barril de brent se encuentra en una espiral alcista que le llevó a superar los 65 dólares la segunda semana de diciembre, lo que supone una revalorización del 16 por ciento en lo que va de año y un 124 por ciento más desde enero de 2016.

El West Texas Intermediate (WTI), de referencia en Estados Unidos, tampoco se ha librado de esta tendencia bajista. El crudo WTI, que hasta julio de 2014 cotizó por encima de los 100 dólares el barril, comenzó a perder valor. Su cotización más baja se produjo también en enero del año pasado, cuando su precio se situó por debajo de los 27 dólares el barril. A finales de 2016 ya superaba la barrera de los 50 dólares, hasta alcanzar una cotización que, en la última semana de diciembre, ha rozado los 58 dólares el barril.

Esta última escalada en el precio del crudo se ha producido después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) -liderada por Arabia Saudí-, y otros diez productores no miembros de la OPEP -entre los que se encuentra Rusia-, acordaran el pasado 30 de noviembre en Viena prorrogar nueve meses más -hasta finales de 2018-, los recortes de 1,8 millones de barriles diarios. En esta ocasión, los miembros del cártel han añadido una cláusula de revisión del acuerdo para la próxima reunión de junio de 2018 por si antes de que finalice el año el mercado se sobrecalienta en exceso.

Esta decisión supone la renovación del pacto alcanzado por el cártel de productores en mayo de este año, que vencía en marzo del año que viene, y supone la continuación del compromiso que los países de la OPEP alcanzaron en noviembre de 2016 -el primero desde 2008- de reducir su producción para el primer semestre de 2017 con el objetivo de frenar la caída del precio del crudo.

Hace justo un año, algunos analistas como Goldman Sachs, Citi ó Barclays, pronosticaron que el precio del petróleo llegaría a alcanzar los 60 dólares el barril en 2017; algunos, incluso, se atrevieron a vaticinar que su cotización superará los 85 dólares en 2019. El tiempo les ha dado la razón. Doce meses después, los analistas han reformulado sus previsiones. En líneas generales, la mayoría de los consultados por Focus Economics cree que el barril de brent se moverá ligeramente por encima de los 60 dólares, ya que consideran que la prolongación del acuerdo entre los países de la OPEP y Rusia mantendrá a raya la producción de crudo durante el próximo año.

No obstante, los mismos analistas señalan que la subida creciente de la producción del petróleo de esquisto en Estados Unidos y las dudas acerca de que la OPEP mantenga sus cuotas mucho más tiempo, podrían hacer mella en la trayectoria de los precios del barril de brent. Los expertos también consideran que los riesgos geopolíticos en Oriente Medio -especialmente las tensiones políticas entre Irán y Estados Unidos-, los conflictos entre el ejército y las fuerzas kurdas en Irán y la campaña anticorrupción en Arabia Saudí, también podrían jugar un papel importante en el desarrollo de los mercados.

Aunque la mayor parte de analistas, como acabamos de comentar, creen que el mercado del petróleo ha dado un giro en su rumbo, hay quienes aún se muestran escépticos sobre la sostenibilidad de esta subida y prevén cierta inestabilidad en los próximos meses, con precios del 'oro negro' por debajo de la barrera de los 50 dólares el barril.

El petróleo de esquisto gana cuota de mercado

Dos semanas después de la renovación del acuerdo entre los países miembros y no miembros de la OPEP para prorrogar el recorte de la producción de crudo, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) avisaba al cártel de que la llegada del nuevo año podría no reportarles tantas alegrías como esperan. En su informe mensual sobre el mercado petrolero, la AIE afirma que el suministro de esquisto de Estados Unidos va a crecer más de lo que la OPEP estima, lo que podría echar por tierra el recorte de producción que ha impulsado los precios en 2017.

Los expertos creen que estas acciones restrictivas de la oferta por parte del cártel le está permitiendo a Estados Unidos ganar cuota de mercado poco a poco y le está pasando factura a la OPEP. El cártel, explican, ha perdido alrededor de un punto porcentual de cuota de mercado desde diciembre de 2016, mientras que en el mismo periodo de tiempo el petróleo estadounidense ha ganado un punto porcentual de cuota de mercado.

Los últimos datos publicados por la Administración americana de Información de Energía muestran que, en septiembre, la producción de petróleo crudo de Estados Unidos aumentó 290.000 barriles diarios al mes, hasta llegar a los 9,48 millones de barriles al día, lo que supone el promedio mensual más alto desde abril de 2015; una subida que parece ser que ha aumentado aún más a principios de diciembre, según datos preliminares.

Según la Agencia Internacional de la Energía, la actividad de perforación en los Estados Unidos y los datos de finalización de pozos han vuelto a subir, lo que indica una mayor producción en algunos meses. Por este motivo, han elevado su previsión de crecimiento anual para el crudo total de Estados Unidos a 870.000 barriles diarios para 2018.

Los altos precios del petróleo podría ser un incentivo para que las firmas de shale pongan en funcionamiento más plataformas en busca de más crudo y la AIE destaca que estas subidas de precios del 'oro negro' a finales de 2017 -junto a algunos factores temporales y al aumento de la demanda mundial que está siendo más robusta de lo esperado-, contribuirán a que la producción de Estados Unidos supere los 10 millones de barriles para mediados de 2018. De hacerse realidad estos datos, supondría que sólo Estados Unidos estaría bombeando casi un tercio de lo que produce a día de hoy el conjunto de la OPEP.

Uno de los principales proveedores independientes de productos cotizados en bolsa del mundo, ETF Securities, opina que el rendimiento del petróleo será poco espectacular en 2018, ya que el enfrentamiento entre Estados Unidos y la OPEP no evitará reducciones significativas en el suministro y el actual exceso de oferta continuará. El director de Estrategia de Materias Primas en ETF, Nitesh Shah, ha señalado que "la estrategia de la OPEP para forzar la quiebra de la producción estadounidense ha fracasado. En 2018, se espera que la producción estadounidense alcance niveles récord, superando el pico del ciclo alcanzado antes de la guerra de precios en 2014 y por encima de la marca de 10 millones de barriles alcanzada en 1970. Hay pocas señales de que la garantía de las curvas de futuros vaya a frenar la expansión de la producción estadounidense, de manera que el programa de cumplimiento de la OPEP seguirá fracasando".

Para 2018, la AIE pronostica que el crecimiento total de la oferta podría superar el crecimiento de la demanda. En la primera mitad del año, el superávit podría ser de 200.000 barriles diarios antes de volver a un déficit por la misma cantidad en la segunda mitad del año, de ahí que las esperanzas de los productores de un 2018 marcado por el desabastecimiento al mismo ritmo de 500.000 barriles diarios que hemos visto en 2017, podrían no cumplirse.

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