
Endesa ha registrado en los nueve primeros meses del año un beneficio neto de 1.085 millones, lo que supone un retroceso del 18,5% frente al mismo periodo del año anterior. La compañía, no obstante, se ha comprometido a mantener sus objetivos de beneficio y, por ende, de dividendo puesto que reparte el 100% del mismo para este año 2017. l Los beneficios de las grandes eléctricas se estancan por la sequía: ganan 4.294 millones, un 0,4% más
El consejero delegado de Endesa, José Bogas, señaló que "a pesar de haber operado en un contexto muy complejo en los primeros meses del año, el negocio liberalizado se ha normalizado durante el tercer trimestre, tal y como anunciamos, si bien el impacto de los elevados precios del mercado mayorista sigue afectando desfavorablemente la comparación con el año anterior".
La eléctrica ha comenzado a contabilizar la aportación de la consolidación de la actividad de Enel Green Power España, así como los planes de eficiencia puestos en marcha durante los últimos años, lo que le ha permitido suavizar la caída.
Malas condiciones climáticas
La baja producción hidroeléctrica y eólica de este año, ha provocado un aumento de la producción térmica, lo que supone un fuerte aumento de los precios del mercado mayorista (47,9%), que han afectado a los costes en la compra de energía para la venta a clientes finales (26,5%).
Adicionalmente se ha producido un encarecimiento de los costes del consumo de combustibles (46,5%) asociado a la mayor producción térmica, ya que se ha quemado en esta ocasión más gas natural que carbón.
La deuda financiera neta ha aumentado en 815 millones con respecto a 31 de diciembre de 2016, a pesar del pago a sus accionistas de un dividendo por un importe de 1,333 euros brutos por acción, lo que supuso un desembolso de 1.411 millones de euros. Por ello, a pesar del aumento de los ingresos, el margen bruto se ha reducido en un 7,7%, hasta situarlo en 4.006 millones de euros.