
Isolux Corsán descarta, al menos por ahora, acometer ajustes adicionales al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aprobado el pasado día 11 de agosto y que afecta a 356 trabajadores. Así se lo ha comunicado a los trabajadores el administrador concursal del grupo, Francisco Vera, quien aguardará hasta el mes de octubre para tratar de cerrar la venta de activos productivos de la compañía.
La compañía lanzó a comienzos de agosto un ERE voluntario para un total de 441 trabajadores tanto de Corsan Corviam Construcción como de Grupo y de Ingeniería, que después rebajó a 397. El acuerdo estaba supeditado a que se alcanzase un mínimo de solicitudes en cada una de las empresas. De lo contrario, la administración concursal acometería un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) hasta completar los ahorros de costes establecidos.
En el caso de Corsan Corviam hubo 169 solicitudes, de las que la empresa vetó 11, de forma que los puestos afectados, 158, cumplen con los objetivos marcados. No ocurrió lo mismo en Grupo Isolux Corsán y en Isolux Ingeniería. En la primera, la multinacional española, en concurso de acreedores desde principios de julio, recibió 44 solicitudes, de las que vetó una. El plan era alcanzar 46 bajas. Mientras, en la división de ingeniería se pretendía prescindir de 193 empleados, pero solo pidieron acogerse al ERE 169 trabajadores -de ellos, la firma se opuso a 14-.
Por tanto, de las 393 salidas que proponía la administración concursal, ha conseguido, de forma voluntaria, las de 356 -381 menos las 25 que rechazó-. Desde los comités de empresa se oponen a los vetos por parte de la empresa.
La plantilla de Isolux Corsán alcanzaba en julio pasado las 3.881 personas, aunque tras el ERE y el abandono o venta de unidades productivas la cifra quedará drásticamente rebajada. El grupo tiene en venta líneas de transmisión en Brasil e India y activos inmobiliarios en España y México, entre otros.