Durante meses todo el equilibrio energético del planeta ha reposado en buena medida en un país insospechado. Kazajistán se ha convertido en uno de los grandes protagonistas del mercado después de su abierta rebelión dentro de la OPEP. Mientras el cártel iniciaba una desescalada tranquila respecto a sus recortes de producción, el país asiático anunciaba a bombo y platillo que ellos no tenían capacidad de detener el chorro de petróleo que salía de sus proyectos, provocando la ira de Arabia Saudí. En buena medida, Astaná se convirtió en el líder de una falta de disciplina en el grupo que llevó al Reino a pisar el acelerador e inundar el mercado al triple de velocidad de lo esperado. Ahora, tras haber sido el máximo exponente de los 'gorrones' del petróleo y haberse enriquecido ampliando su producción y aprovechando los precios del 'sacrificio' de sus compañeros, el país ha anunciado que utilizará buena parte de este dinero en invertir en centros de datos y convertirse en una gran potencia de la IA.
Así lo ha expresado la Corporación Nacional de Inversiones, la unidad del banco central de Kazajistán que se dedica a administrar su gran fondo petrolero de unos 60.000 millones de dólares, que ha visto grandes ganancias los últimos años. El NIC, ya ha anunciado que planea ya las primeras inversiones en infraestructura de los últimos 40 años y que dedicará buena parte de sus 3.400 millones asignados a levantar instalaciones de IA.
El mayor productor de Asia central comentaba que no solo invertirán en centros de datos, sino también en capital riesgo vinculado de la IA. "Nos negamos a invertir en capital riesgo en 2021 ante el riesgo de valoraciones infladas, pero ahora que la IA está en pleno desarrollo, la consideramos una inversión atractiva y esperamos que el mercado crezca", comentaba el director ejecutivo Serikzhan Rysbekov en una entrevista en la sede de la firma en Astaná. En cualquier caso todo esto formará parte de un nuevo impulso a la inversión dado el capital que ha entrado en su balance gracias al éxito petrolero. "Planeamos diversificar las diferentes clases de activos en nuestra cartera" y, a mediano plazo, anticipamos mandatos especializados centrados en la geografía y diversas industrias, dijo Rysbekov.
Al margen de la mayor inversión, el país ha ido de la mano con una nueva ley IA aprobada este verano en su parlamento. Su legislación se inspira en el Acta de IA aprobada por la UE en 2025. Además según su "Plan IA 2024-2029" el país busca "establecer a Kazajstán como líder mundial en innovación en inteligencia artificial, mejorar la productividad económica y mejorar la calidad de la gobernanza". Según el informe en el que avanzan su plan, la idea es establecer una gran inversión en infraestructura, en particular en centros de datos.
Se suma al renacimiento nuclear IA
En particular Kazajistán también ha dicho que utilizará sus grandes reservas de Uranio como 22.500 tU en 2025 para convertirse en un eje clave de la que califican como "la primavera de la IA en Asia central". Estos grandes recursos que quieren aumentar servirán para que las empresas encuentren en Kazajistán un lugar privilegiado a la hora de invertir y, con una gran energía nuclear suministrando el país y garantizando los precios, podrían subirse a la ola de la revolución IA.
Según World Nuclear Association Kazajistán es el gran protagonista del suministro mundial de uranio (bruto, no enriquecido), con un 43% del mismo (el segundo, Canadá, apenas es el 12%). Esto deja al país en una posición privilegiada para sumarse al despertar nuclear que está habiendo en varios países. Sin embargo, hasta ahora no producía su propio combustible para la fisión ni tenía plantas nucleares propias. Sin embargo, el gigante petrolero de Asia Central se ha encomendado a un impulso a las mismas como fórmula para afrontar su revolución IA.
"Al vincular el desarrollo de la IA con la expansión nuclear, Kazajistán podría posicionarse como una excepcional combinación"
Desde el Think Tank estadounidense Caspian Policy Center comentan que "tras la brillante promesa de la IA se esconde un hecho a menudo pasado por alto: la IA funciona con una inmensa potencia computacional, y esta potencia computacional funciona con electricidad. Los centros de datos, las supercomputadoras y los clústeres de aprendizaje automático requieren no solo abundante energía, sino también un suministro estable e ininterrumpido. Para Kazajistán, que ya es un exportador regional de energía, satisfacer esa demanda de forma sostenible y segura forma parte de la ecuación estratégica".
En ese sentido, el país, que estaba abandonando la energía nuclear, vuelve a ella a marchas forzadas para abastecer esa potencia IA con la que espera poder estar a la par con cualquier país del mundo. El año pasado se celebró un referéndum para construir una nueva central nuclear. Tras su aprobación, estará lista para aportar energía en 2030. " Las centrales nucleares modernas pueden proporcionar electricidad de base a gran escala y con bajas emisiones de carbono, justo lo que requiere la infraestructura de IA. Al vincular el desarrollo de la IA con la expansión nuclear, Kazajistán podría posicionarse como una excepcional combinación de innovador digital y proveedor de energía limpia en Eurasia", comenta el CPC.
En una reunión el 18 de agosto con empresas del sector tech de todo el mundo, el presidente Olzhas Bektenov explicaba que "Kazajistán debe convertirse en un centro digital en Eurasia". Entre los proyectos que tiene entre manos está el desarrollo de infraestructura local con la misma Nvidia. La empresa ha anunciado que empezará implementar interconexiones GPU basadas en luz este mismo 2026, este será el pilar para empezar a construir una red de clusters IA.
El 'gorrón supremo' de la OPEP
Esta liquidez para poder invertir en proyectos se ha conseguido gracias a hitos históricos con una producción de 1,88 millones de barriles diarios, máximos históricos del país, cuando el límite que le impone la OPEP (incluso ya deshaciendo buena parte de los recortes) está en 1,5 millones de barriles. En el primer semestre de 2025, la producción de petróleo crudo de Kazajstán (excluidos los condensados) promedió 1,79 millones de bpd, un 13% más que en el mismo período del año pasado.
El argumento que da Kazajistán para saltarse este límite es que, según ellos, no tienen autoridad para ponerle límite a los proyectos que tienen con Exxonmobil y Chevron, que son los que están disparando la producción. "La república no tiene derecho a imponerle recortes de producción a operadores extranjeros", comentaba hace un par de meses el ministro de Energía Yerlan Akkenzhenov. El país prometió que para compensar el daño produciría en 2026 cerca de 1,3 millones de barriles, marcando una bajada importante, pero ya pocos creen que el país que lleva dos años liderando los incumplimientos.