Energía

La CNMC plantea una retribución más favorable para REE que para las eléctricas

  • Los analistas creen que un desequilibrio entre ambas partes puede encarecer el recibo
  • Las inversiones para Redeia se remuneran en función de los costes auditados
La sede de la CNMC

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) presentó ayer los borradores de circulares para la red de transporte. El planteamiento del organismo ha provocado una profunda sorpresa en el sector eléctrico por las diferencias entre los modelos retributivos para las redes de transporte y la de distribución que entrarán en vigor a partir de 2026.

Según indican tanto analistas como algunos operadores, el regulador plantea un trato desigual para inversiones similares, dependiendo de si se realizan en redes de transporte -gestionadas por Redeia - o en las redes de distribución - operadas por las grandes compañías eléctricas-.

Según un informe de RBC Capital Markets, "el modelo regulatorio del transporte resulta claramente más favorable que el de distribución". Aunque ambas actividades contarán con la misma tasa de retribución del 6,46%, la metodología de cálculo y los incentivos difieren significativamente.

Para el transporte eléctrico, el nuevo marco (2026-2031) prevé que las inversiones de Redeia se remuneren en función de costes auditados, otorgando una mayor visibilidad y certidumbre a sus ingresos. En cambio, las inversiones en distribución solo serán retribuidas cuando se conecten nuevos consumidores, midiendo la potencia futura en gigavatios.

Fuentes del sector alertan de que este mecanismo "desincentiva las inversiones estructurales, como extender líneas hacia polígonos industriales sin demanda inmediata, ya que pueden pasar hasta ocho años antes de poder recuperar la inversión".

Los expertos advierten de que esta asimetría puede tener un impacto sistémico en la electrificación de la economía. Una expansión de las redes de transporte sin un crecimiento paralelo en distribución podría generar cuellos de botella para la conexión de nuevos usuarios y trasladar a los consumidores actuales los costes de infraestructuras infrautilizadas, encareciendo así la factura eléctrica. Solo un desarrollo equilibrado de ambas redes, evitaría un encarecimiento estructural de la energía. Redeia se perfila como la gran beneficiada del nuevo marco.

Según estimaciones basadas en datos de RBC Capital Markets, sus ingresos regulados anuales pasarán de 1.217 millones de euros en 2025 a 1.858 millones en 2026, un incremento del 52%. Además, la reducción del coste operativo reconocido por la CNMC será del 6% para la compañía, mientras que las distribuidoras afrontarán una rebaja del 24% en distribución, una medida que los analistas aseguran no comprender.

El sector ha recibido con escepticismo la propuesta de la CNMC y cuestiona si el regulador está promoviendo un modelo neutral o si, por el contrario, está otorgando un trato preferente al gestor del sistema. Las dudas sobre la equidad del proceso y su coherencia con los objetivos de transición energética han llevado a distintas voces a reclamar cambios durante el periodo de consulta pública, abierto hasta el próximo 9 de septiembre.

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