
La consejera delegada de Veolia, Estelle Brachlianoff, ha reafirmado el firme compromiso de la multinacional francesa con el mercado español, donde prepara un ambicioso plan de inversión centrado en el desarrollo de nuevas plantas de desalinización, eficiencia energética y economía circular.
La máxima responsable del grupo ha descartado de forma tajante cualquier desinversión en el país, incluida la participación en Aigües de Barcelona, considerada estratégica para el despliegue de nuevas soluciones innovadoras en materia de agua.
Brachlianoff subraya que las inversiones de Veolia en España se han duplicado en los últimos tres años, y que la tendencia continuará al alza. "No nos planteamos reducir nuestra presencia en España. Al contrario, estamos enfocados en ampliar nuestra capacidad tecnológica y de inversión para dar respuesta a la demanda creciente de soluciones de agua y energía".
La directiva también ha querido zanjar cualquier especulación sobre una posible operación corporativa con Agbar tras la entrada de Criteria en el accionariado de Veolia con una participación del 5?%. La operación, sostiene, no implica una fusión ni una reorganización societaria. De hecho, la empresa cerró tajantemente la puerta a una operación de este estilo con una carta enviada a mediados del pasado ejercicio a Criteria.
"La Caixa, a través de su fundación, busca oportunidades de inversión estables y con potencial de crecimiento. Veolia ofrece ese perfil: resiliencia y crecimiento sostenido, impulsado por megatendencias como la desalinización y la escasez hídrica", indicó Brachlianoff, quien añade que su labor es que "Criteria sea un accionista satisfecho y ofrecer buenos resultados a largo plazo".
En este contexto, destaca también la incorporación de Elena Salgado al consejo de administración, tras la salida de Francisco Reynés -que estaba como independiente- como un paso más para reforzar esta alianza estratégica.
Entre las prioridades del grupo en España figuran la modernización de plantas desaladoras, el impulso a la reutilización de aguas residuales y la apuesta por proyectos de eficiencia energética en grandes infraestructuras como hospitales o edificios públicos. Además, Veolia prevé acelerar el desarrollo de fuentes del biogás y potenciar el reciclaje de plásticos, como parte de su estrategia de economía circular.
La compañía pone el foco en la necesidad de responder con agilidad y visión a los efectos del cambio climático, especialmente en un país como España, donde los fenómenos de sequía e inundaciones extremas son cada vez más frecuentes. "Creemos que la innovación, la colaboración público-privada y la inversión a largo plazo son las claves para afrontar los retos de escasez hídrica y transición energética", apuntan desde la empresa.
Con un mercado global de desalinización que podría alcanzar los 97.000 millones de dólares hasta 2030, la compañía considera a España como un laboratorio de innovación idóneo para desarrollar tecnologías más eficientes y sostenibles. Gracias a su experiencia en grandes proyectos en Oriente Medio, Veolia aspira a reducir los costes y las emisiones vinculadas a los procesos de desalinización mediante la incorporación de renovables .
Consolidar su marca global y el futuro de Agbar
Veolia tiene sobre la mesa la decisión de mantener o cambiar la marca Agbar. Por el momento, la compañía francesa ha introducido ya a nivel global una estrategia para unificar sus filiales y reforzar el peso del hólding, aunque todavía quedan algunas excepciones como es el caso español. La compañía además está integrando directamente en Veolia la serie de compras de compañías que ha llevado a cabo este pasado año en nuestro país: Imartec, Coterram, Villa Flores Martín, Cactus, Geoter o Electrimega, entre otras.