
El Gobierno apuesta por la energía nuclear de fusión. La Agencia Estatal de Investigación aprobó el pasado mes de diciembre la concesión del proyecto RODAS, una propuesta en la que participa el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) para desarrollar tecnologías de fabricación avanzadas que permitan la construcción de componentes necesarios para dispositivos de fusión nuclear.
Además, RODAS trata de mejorar la competitividad del tejido industrial español para la fabricación de componentes en el campo de la energía de fusión, para lo que requiere un presupuesto cercano a los 2,5 millones de euros durante cuatro años, contando también con el apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI).
El CIEMAT contribuye así a situar a España como un referente internacional bien posicionado para el diseño, construcción, operación y mantenimiento de las futuras centrales comerciales de fusión y de la instalación actualmente en construcción IFMIF-DONES.
La complejidad en el diseño y la producción de estos componentes presentan desafíos únicos que deben ser superados para avanzar en la tecnología de fusión nuclear. Además del reto inherente a la fabricación de estos componentes, el proceso es extremadamente costoso en términos de tiempo, recursos y energía. Cada pieza requiere múltiples pasos en su producción, incluyendo, en muchos casos, varios transportes de cientos de kilómetros. Estos procesos no solo demandan una inversión significativa en tecnología y mano de obra especializada, sino que también requieren una gran coordinación.
El proyecto RODAS, en el que participan por parte del CIEMAT la División de Materiales de Interés Energético del Departamento de Tecnología y la División de Tecnologías de Fusión del Laboratorio Nacional de Fusión, está liderado por el Centro Tecnológico CEIT. También participa la Universidad de Granada y las empresas Leading, Hiperbaric, Fundación IDONIAL, Innomaq21, Novadep NDT Systems y Rovalma.
La investigación en el desarrollo de la energía de fusión es el mayor ejemplo de colaboración científico-tecnológica efectiva internacional. En la actualidad, 35 países de todo el mundo trabajan de manera coordinada para lograr un objetivo común: obtener una fuente de energía prácticamente renovable, sostenible e ilimitada, para dar respuesta a la creciente demanda mundial de energía, la necesidad de reducir el consumo de combustibles fósiles y la fuerte dependencia de terceros países.