
La recuperación de lodos generados en las plantas de tratamiento de aguas residuales se dibuja como una potente oportunidad económica y como una pieza crucial para ampliar el abanico de acciones que procuran la sostenibilidad. Aunque pudiera parecerlo, esta práctica no sólo impacta en el ámbito de los recursos hídricos, sino que puede beneficiar también a otros sectores como el de la agricultura.
El tratamiento de los lodos representa una importante muleta para la economía circular, puesto que aprovechando sus componentes es posible generar fertilizantes orgánicos de gran calidad. En los lodos de depuradora están presentes grandes cantidades de nutrientes y materia orgánica que, con el debido tratamiento, sirven para mejorar de forma notable la fertilidad de los suelos y dotarles de una mejor estructura. Así, y eliminando los componentes no deseados, pueden ser reconvertidos en productos semejantes a los estiércoles naturales de ganado. El beneficio es doble: por un lado, los residuos generados por los núcleos de población son valorizados sin alterar el equilibrio ecológico y, por otro, se consigue disminuir los costes de producción recortando el uso de otros fertilizantes.
La filial de Sacyr Agua en Chile se ha propuesto convertir este desafío en una solución y ha puesto en marcha un innovador proyecto que se propone estudiar las fórmulas para revalorizar los lodos generados en las plantas de tratamiento de aguas residuales que gestiona, promoviendo así la sostenibilidad ambiental y fomentando el desarrollo de la economía circular, ya que actualmente, todos los lodos que se generan en las plantas de tratamiento de aguas residuales de la compañía en Chile son transportados a un relleno sanitario, un tipo de vertedero que alberga los residuos sólidos urbanos.
"Sacyr Agua en Chile busca revalorizar el 100% de los lodos desarrollando un producto enriquecido nutricional y biológicamente mediante la incorporación de microorganismos solubilizadores de fosfatos, estruvita y otras fuentes minerales que sirva como fertilizante para la agricultura", explica el gerente técnico de la filial, Ricardo Herrera. El proyecto LodoVerde, del que Herrera es también director, pretende tratar hasta 8.000 toneladas anuales de lodos enriquecidos e incorporarlas al mercado a finales 2026 en colaboración con un proveedor de abonos local, aumentando así la productividad de los cultivos en un 20% y promoviendo la cultura de la gestión de residuos bajo criterios de sostenibilidad ambiental y circularidad.
En condiciones reales
La iniciativa impulsada por Sacyr Agua en Chile se encuentra actualmente en fase experimental. Las pruebas se están llevando a cabo en los laboratorios del Núcleo Biotecnología Curauma, un spin-off de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Allí, los lodos extraídos de las plantas de tratamiento de aguas residuales pasan por un digestor anaerobio y por un reactor de lecho fluidizado que permite la producción de estruvita. El proceso incluye un pretratamiento del agua y un proceso secundario de aireación prolongada que elimina el nitrógeno y el fósforo presente en el residuo para poder cumplir con los parámetros legales que permiten el vertido de los lodos.
El reactor biológico es un Bardenpho que ha tenido que ser modificado para albergar una zona de post-desnitrificación endógena con el objetivo de mejorar la eliminación de nutrientes. Los procedimientos realizados en los laboratorios simulan condiciones reales para poder analizar la respuesta del producto, que será finalmente utilizado en diferentes plantaciones del país.
Más presencia en desalación
La presencia de Sacyr en Chile se remonta hace 28 años, cuando en 1996 se adjudicó el primer contrato para construir y explotar la autopista Los Vilos-La Serena y desde 2020 gestiona en el país andino cuatro empresas de gestión del ciclo integral del agua en la región Metropolitana y una de tratamiento de agua en la región de Antofagasta atendiendo a una población aproximada de 150.000 habitantes.
La compañía también ha llevado a cabo importantes proyectos en el ámbito de la desalación tanto de agua marina como de acuíferos y ha colocado este negocio entre sus objetivos estratégicos de expansión, ya que el gobierno chileno está realizando una firme apuesta por esta tecnología para hacer frente a la crisis hídrica que atraviesa. El ejecutivo de Gabriel Boric trabaja en un proyecto de ley para regular el mercado de la desalación y prevé licitar más de 30 proyectos en los próximos años.