
Las grietas de la OPEP están llegando a un punto crítico. El gran líder del cártel se está cansando de seguir sosteniendo el esfuerzo de intentar mantener alto el precio del barril con sus recortes mientras sus aliados se los saltan. Hasta ahora Arabia Saudí ha sido el gran protagonista, limitándose hasta los 9 millones de barriles diarios. El Reino ha mantenido un recorte de 2 millones de barriles entre los acuerdos voluntarios y los de la OPEP. Cansado de perder cuota de mercado, Financial Times publicó que aprovechará la reunión de diciembre para abrir la compuerta del petróleo hacia el mercado. Este miércoles, su ministro de Energía Abdulaziz bin Salman al-Saud, ha dado un paso para trascender los "rumores" y ha amenazado directamente a sus pares con inundar el mercado y provocar un descenso del precio del barril hasta los 50 dólares, frente a los 75 actuales.
Las declaraciones se produjeron en una conferencia telefónica con sus homólogos en el cártel la semana pasada. Según Wall Street Journal, habría expresado la frustración de que otros miembros estén ignorando los planes establecidos y los sacrificios que han tenido que hacer para 'aprovecharse' de la situación. Concluyó su alocución alegando que si no cumplen su parte hundirán el barril hasta estos niveles en una auténtica guerra de precios que sacudirá las economías de la región.
Según los datos de S&P Global Irak llegó a incrementar 400.000 barriles diarios y Kazajistán 720.000, saltándose a sí los límites. "No tiene sentido añadir más barriles si hay espacio en el mercado, algunos deberían callarse y respetar sus compromisos con la OPEP" explicaba el alto cargo. El grupo se encuentra en un momento de máxima tensión donde un superávit inesperado ha empujando los precios a la baja y su menor producción para empujar los precios ha llevado a que su peso en el mercado caiga al 48% desde el 50% en 2023 y el 51% en 2022.
A pesar de que el reciente ataque de Irán contra Israel y la tensión disparada han hecho saltar los precios de referencia en Europa hasta los 75 dólares, la realidad es que la materia prima se encontraba atrapado en una dinámica descendente a medida que una conjunción de factores están dejando un claro superávit petrolero. La alta producción de EEUU y otros países (Guayana, Brasil, Canadá… etc) se han sumando a una demanda menor de lo esperado por una economía mundial ralentizada, en particular desde China.
Según el último informe de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ven una demanda desacelerando mientras el suministro mundial aumenta hasta los 103,5 millones de barriles diarios. "La débil demanda china y los vientos económicos en contra agudizaron los temores de un exceso de oferta", comentaba la institución.
Desde la propia AIE apuntaban a la enorme presión que se genera en la OPEP con esta situación. Incluso si mantuviera los recortes "como la oferta de países no pertenecientes al cártel aumenta más rápido que la demanda general (salvo que haya un estancamiento prolongado en Libia), la OPEP+ puede estar ante un superávit sustancial, incluso si sus restricciones adicionales se mantuvieran en su lugar".
Los tres gorrones
En este contexto la mirada se centra en tres países: Rusia, Irak y Kazajistán. Estas tres naciones están extrayendo crudo por encima de los niveles marcados por la alianza. Rusia, que lidera la OPEP+ junto con los saudíes, redujo la producción en 114.000 barriles diarios hasta 9,139 millones, pero sigue estando 161.000 por encima de su cuota designada. El país euroasiático, acosado por los gastos del a guerra, está apretando todo lo posible para mantener al máximo posible un vía de financiación clave como es el oro negro.
Irak también ha terminado reduciendo su producción hasta los 4,189 millones de barriles, pero sigue 189.000 por encima de su objetivo. La postura de Bagdad ha sido siempre crítica a estos límites impuestos por la OPEP ya que su economía está en un punto crítico sin superar aún el impacto del Covid en la misma estuvo rebotando los años posteriores gracias al petróleo. El Banco Mundial mostró su preocupación alegando que todo fuera del oro negro estaba viviendo "un estancamiento". Moody's además ha rebajado su nota a Baa3 debido a "el importante daño a la capacidad productiva y la infraestructura de Irak causado por años de conflicto armado". A todo esto hay que sumarle su alta dependencia al petróleo (45% del PIB), que está ahora acosado por unos recortes de producción y unos precios a la baja en el año.
FMI: "Arabia necesita el petróleo a 96,2 dólares para cuadrar sus presupuestos"
En última instancia Kazajistán prometió en junio que compensaría con recortes adicionales sobre sus 1.965 millones de barriles producidos al día. Sin embargo, al poco tiempo retrasó esta promesa alegando que esperará hasta finales de año para plantearlo ante el daño en su economía, al tiempo que produce un 4% más. Desde Allianz señalan que el país se encuentra con unas finanzas públicas "deterioradas durante los últimos años por las materias primas", que la han llevado a un camino de "alta vulnerabilidad" y "alto déficit". Aunque se espera que crezca un 3,9% para 2024 según el FMI, la realidad es que esta es una gran desaceleración y el déficit sigue escalando hasta el 2,6% del PIB.
Por su parte Arabia se encuentra en una situación mucho más difícil de lo que puede parecer en primera instancia. El país está realizando un agresivo plan de inversión pública para diversificar sus ingresos más allá del crudo (Visión 2030). Desde el FMI señalan que el país necesita, dados los recortes actuales, el crudo a 96,2 dólares para cuadrar sus cuentas. Algo que está muy lejos de suceder y, por lo tanto, está obligada a optar por enfoque agresivo para que todos vayan a una, o intentar ingresar más a través de incrementar su participación en el mercado. Está dispuesta, para ello, a hundir el mercado pero… ¿hasta qué punto tiene munición?
¿Puede Arabia provocar una sangría en el crudo?
Arabia Saudí es el país que tiene una mayor capacidad ociosa para producir petróleo. El Príncipe Abdulaziz bin Salman al-Saud destapó hace unos meses uno de los secretos mejor guardados de Arabia Saudí: la capacidad que tiene el reino para producir petróleo si quisiera modificar la estrategia de los recortes y apostar por una de producción masiva como ya hiciera a principios de 2020 y durante el periodo 2014-2016.
Esta cantidad, según el Príncipe, es de 3 millones de barriles diarios más de crudo, una cantidad que sería más que suficiente para hundir los precios del mercado de petróleo si todo lo demás se mantiene constante (obviamente si se desata una guerra entre Israel e Irán hay pocas solucionar para aplacar el precio del crudo), puesto que se verían interrumpidas arterias críticas como el Estrecho de Ormuz. De poco sirve producir mucho crudo si no hay vías para transportarlo. Se producirían grandes cuellos de botella con enormes cantidades de petróleo saudí acumulado en los puertos. De modo que aunque Riad tiene gran influencia sobre el precio del crudo, si decide tumbar los precios (rebajando el barril a sus clientes y produciendo tres millones más de barriles por día), el impacto solo se notará si la infraestructura y las principales arterias comerciales están totalmente disponibles.
Cabe recordar que Arabia Saudí decidió detener sus planes de expansión de la capacidad de producción de petróleo de Aramco (la petrolera estatal saudí), porque el mundo ha decidido que se debe dar inicio a la gran transición energética, que hará que el petróleo sea menos relevante en el mix energético global en los próximos años. Sin embargo, Bin Salman aseguró que el reino tiene mucha capacidad excedente para amortiguar el mercado petrolero, una capacidad para la que no hace falta grandes inversiones, para que se entienda, digamos que Arabia Saudí puede producir mucho más petróleo con una simple orden. Sin embargo, la inversión de largo plazo, se ha detenido por ahora.
Arabia Saudí tiene un colchón de tres millones de barriles diarios
El Príncipe Abdulaziz ha asegurado en varias ocasiones que el reino tiene un "enorme colchón" de capacidad petrolera excedente en caso de interrupciones importantes en el suministro global causadas por conflictos o desastres naturales o si cambia la estrategia del propio país. Según los recortes acordados entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo y los aliados liderados por Rusia, u OPEP+, la producción de petróleo saudí está alrededor de 3 millones de barriles diarios (bpd) por debajo de su capacidad máxima sostenible de 12 millones de bpd, lo que la convierte en la mayor capacidad excedente de producción del mundo.
Para hacernos una idea, la capacidad excedente de Arabia Saudí podrá alimentar las necesidades diarias de petróleo de casi 'tres Españas'. En un mercado como el actual, en el que el equilibrio entre demanda y oferta es estrecho, si Arabia Saudí decidiera solo poner en el mercado una parte de su cantidad ociosa, los precios girarían rápidamente a la baja (frente a lo que prevén los grandes organismos), puesto que se produciría un superávit en el mercado de petróleo. Hasta ahora, Riad ha preferido mantener su excedente bien guardado para que el petróleo se mantenga bien por encima de los 50 dólares a riesgo de seguir perdiendo clientes en favor de países como Guyana (ya produce 640.000 barriles diarios de petróleo) o EEUU, cuya producción de crudo está en máximos históricos. Sin embargo, la amenaza lanzada hoy por el régimen podría ser el preludio de una nueva guerra de precios en la que hay un ganador claro: el consumidor que se aprovecha de la caída del precio de los combustibles.