
La transición hacia una economía verde es ya una prioridad para la Administración que trabaja contra reloj para alcanzar en 2030 las metas fijadas en los ODS. Novadays ha colaborado con más de 300 gobiernos e instituciones internacionales en el diseño y planificación de políticas públicas con alto impacto en la sociedad y la economía. En los últimos años, ha llevado a cabo numerosos proyectos relacionados con la transición ecológica para fomentar el uso de las energías limpias, la adaptación a la economía circular y el impulso de la movilidad autónoma y eléctrica.
Novadays trabaja con la Fundación Biodiversidad en un proyecto centrado en impulsar la contratación pública circular. ¿En qué consiste esta iniciativa?
La contratación es una parte muy importante de la actividad del sector público y mueve unos volúmenes de inversión anuales altísimos a nivel nacional, autonómico y local. Ahora bien, puede utilizarse únicamente para adquirir suministros, servicios o proyectos o para intentar conseguir otros objetivos clave de las políticas públicas como avanzar en la transformación ecológica o pasar de una economía lineal a una circular.
Cuando se hace este último uso lo denominamos contratación pública estratégica y, aunque todavía no se lleva a cabo de manera generalizada, cada vez son más los organismos que la practican y también cuenta con un apoyo creciente de la Unión Europea.
El proyecto de la Fundación Biodiversidad tiene como objetivo fomentar el uso de la contratación pública estratégica para lograr esa transformación de la economía hacia un modelo circular. Hemos trabajado en diferentes ámbitos, principalmente creando guías que faciliten a los órganos de contratación el impulso de la contratación pública circular y también desarrollando herramientas tecnológicas que sirvan para abordar todos estos procesos, que tienen una gran complejidad.
También ha colaborado en el diseño de España Circular 2030: la Estrategia española de Economía Circular. ¿Qué impacto puede tener este plan en la transformación sostenible que está llevando a cabo la industria?
La elaboración de la estrategia contó con la participación de muchas entidades empresariales y, además, dio lugar a una alianza por la economía circular que firmaron muchas empresas y que establece unas líneas maestras orientativas no sólo para el sector público, sino para el conjunto de la economía. También estaba acompañada de un plan de acción que establecía las inversiones concretas que iban a realizar los distintos departamentos de la Administración General del Estado para apoyar esa transformación. La estrategia está alineada con las pautas fijadas por la UE y establece ámbitos de actuación y actividades importantes como, por ejemplo, todo lo que tiene que ver con I+D+i.
Las empresas están afrontando una transformación muy exigente para conseguir cerrar el círculo de la economía circular en todos sus procesos productivos y de prestación de servicio y la compra pública tiene mucho que ver en el ultimo eslabón porque se puede fomentar la I+D+i, apoyar a las empresas para que innoven e, incluso, aportar financiación, pero si los productos y servicios no se comercializan no sirve para nada.
A través de la contratación pública se crean los mercados necesarios para que esos productos y servicios se puedan convertir en realidad.
¿Qué beneficios tiene incorporar la perspectiva de economía circular en la contratación y compra públicas?
Tiene ventajas a distintos niveles. A corto plazo, el órgano de contratación habrá hecho una buena compra si adquiere un suministro o servicio con un buen ciclo de vida, una huella ecológica reducida y un alto porcentaje de reciclabilidad.
A medio y largo plazo, generalizar este uso tiene un impacto mucho más transcendental, ya que obliga a los proveedores del sector público a adaptar sus procesos y productos al modelo circular. Esto se traslada aguas abajo porque hace que también los proveedores de los propios proveedores tengan que ajustarse creando un círculo virtuoso sobre la transformación circular del modelo económico.
¿Cuál debería ser el rol del sector privado para potenciar este modelo circular?
El sector privado está afrontando esta transformación de manera muy activa por sí mismo, pero el hecho de que la administración pública utilice estos mecanismos para fomentar la transformación y, a la vez, crear un mercado inmenso para las empresas que crean esos productos o adaptan esos procesos a la economía circular complementa el proceso y facilita la venta de productos y servicios circulares.
¿Cómo está siendo el proceso de adaptación de las nuevas directivas europeas en materia de sostenibilidad a las características del tejido empresarial español?
La adaptación legislativa es muy compleja porque afecta a muchos sectores y cada uno tiene sus particularidades, pero España está teniendo una respuesta adecuada tanto a nivel público como privado.
Algunas empresas han presentado proyectos al PERTE y están recibiendo financiación para afrontar todos estos procesos, pero la apuesta por la economía circular es clara en todos los sectores.
Ahora que menciona los PERTE, ¿cree que el Gobierno español está gestionando adecuadamente los fondos procedentes de la Unión Europea?
La concepción general de estos mecanismos de inversión es una respuesta adecuada a la crisis económica que generó la COVID-19 y, si tenemos en cuenta el informe Draghi y la política industrial comunitaria, es evidente que Europa tiene que apoyar decididamente el desarrollo de sectores clave para la economía en los próximos años.
Dicho esto, entre unos fondos y otros hay cerca de 170.000 millones disponibles para distintas inversiones en la economía española y todas ellas están vinculadas a políticas públicas, sectores e inversiones diferentes y bastante complejos. La Administración Pública española está haciendo un esfuerzo ímprobo por gestionar todos los programas y proyectos, pero la magnitud de las inversiones es algo que escapa a la capacidad de gestión tanto del sector público como del privado.
El sector público no está preparado para gestionar esta magnitud de inversiones en tan pocos años y el privado no puede absorberlas. Esta es una realidad objetiva y que convendría reconocer cuanto antes para intentar alargar los plazos de ejecución de todas estas inversiones que tienen una capacidad de transformación importantísima, pero que necesitan de mayor tiempo para alcanzar todos los efectos e impactos que puedan producir.
Uno de los mayores retos que enfrenta actualmente la Administración es la gestión del agua. ¿Los programas de inversión previstos para los próximos años son suficientes para dar respuesta a la demanda respetando los objetivos medioambientales?
Es difícil saber si son suficientes o no porque estamos hablando de magnitudes de inversión desconocidas en la historia de España y probablemente en Europa en lo que se refiere a la gestión del ciclo del agua. Por eso, contar con plazos más extensos para la ejecución de toda esa inversión es realmente una necesidad.
Hasta que hayan concluido las inversiones no sabremos si es posible alcanzar el proceso de transformación en todo el ciclo del agua pero es evidente que la ejecución de estos fondos puede situarnos en una posición de mayor liderazgo en la gestión del ciclo del agua a nivel global.
Creo que no es momento de pensar si hace falta más financiación o si va a ser suficiente; el reto ahora es gastar de manera óptima la financiación existente, y que la Administración sea capaz de identificar claramente los proyectos óptimos en los que invertir y de gestionar los procesos de inversión. No se trata solo de contratar, sino de conseguir que ese dinero tenga resultados a corto plazo, impacte en la creación de riqueza y de empleo y contribuya de forma efectiva a transformar la sociedad.
Novadays participa en el diseño de diversos proyectos de movilidad autónoma y eléctrica. ¿Qué importancia tiene la transformación del transporte público para la descarbonización de las ciudades y la mejora de la calidad del aire?
El movimiento de las personas aumenta proporcionalmente al PIB y, por lo tanto, a mayor crecimiento económico, más movimiento de personas y mercancías. En este sentido, la transformación del transporte público es fundamental para reducir las emisiones y también los consumos energéticos.
Pero hay que tener en cuenta que este proceso tiene muchas líneas de trabajo que abarcan ámbitos tan diferentes como la modalidad o la industria, porque es un sector con una cadena de valor amplísima que va desde los fabricantes de medios de transporte hasta los prestadores de servicios.
Queda un camino muy grande por recorrer pero hay objetivos evidentes que necesitan inversiones muy importantes. En este ámbito sí que se detecta que las inversiones planificadas hasta la fecha no son suficientes, especialmente si las comparamos con otros países europeos.
La electrificación de las flotas de transporte público tendría que ser un objetivo nacional y es una simple cuestión de inversión en toda la cadena de valor. En las ciudades que han apostado por la electrificación se puede apreciar cómo los indicadores de calidad del aire mejoran radicalmente.
De los proyectos que ha desarrollado en este ámbito, ¿cuál destacaría como ejemplo a seguir?
El Ayuntamiento de Zaragoza está haciendo un esfuerzo importante por transformar gran parte de la flota de autobuses y ampliar servicios de tranvía. No obstante, los ayuntamientos y las empresas de transporte público necesitan inversión para llevar a cabo este cambio de modelo y la velocidad de transformación depende de las inversión de la que se disponga porque la tecnología existe y está disponible.
Los autobuses eléctricos son absolutamente comerciales y las infraestructuras urbanas se están adaptando; sólo falta que se convierta en una prioridad para los distintos gobiernos y que se fomenten las inversiones para llevar a cabo esa transformación.
La consultora también está inmersa en el despliegue y diseño de sandbox regulatorios. ¿Qué beneficios tiene el desarrollo de estos espacios?
Los sandbox son espacios de experimentación para la creación de nuevos productos o servicios. Nosotros llevamos más de una década trabajando en ellos, desde que pusimos en marcha el primer autobús autónomo en San Sebastián, y hemos colaborado con diferentes administraciones locales y regionales en la creación de espacios regulatorios donde probar tecnologías que van desde vehículos autónomos sin conductor a nuevas fuentes de generación de electricidad.
El desarrollo de sandbox ha avanzado mucho en los últimos años y hay tantos como ciudades y ámbitos sectoriales, pero su creación y desarrollo conlleva un exigente trabajo de análisis que estudie la viabilidad técnica y económica para poder valorar la conveniencia de llevarlos a cabo y también las distintas alternativas que existen tanto para los promotores como para los potenciales usuarios de esos espacios.