
La movilidad como un derecho social inclusivo y universal; impulsando que sea limpia y saludable; un sistema de transporte digital e innovador e invertir mejor al servicio de los ciudadanos. Estos son los pilares de la Ley de Movilidad Sostenible, cuyo proyecto está aprobado por el Consejo de Ministros y remitido a las Cortes Generales para su aprobación antes de final de año. Seis de cada diez españoles (un 58%) está de acuerdo con la necesidad de una ley para conseguir una movilidad urbana más sostenible. Los más concienciados son los jóvenes, ya que el porcentaje aumenta hasta el 73% cuando se les pregunta. Así lo refleja la encuesta realizada por Freenow a la población española para conocer su postura al respecto y cómo afectará a su movilidad del día a día.
La preocupación por el medio ambiente ha aumentado, algo que desde Freenow consideran alentador: "Esta creciente conciencia ambiental es un claro indicador de la responsabilidad social hacia la protección del planeta y respalda la implementación de políticas sostenibles". En la sociedad, "el derecho a la movilidad y la búsqueda de autonomía son aspectos cada vez más valorados", señala Isabel García Frontera, directora general de Freenow, "por lo que impulsar alternativas de transporte se ha convertido en una prioridad". Desde la compañía, además, creen que el apoyo a la normativa "se ha visto impulsado por un cambio generacional y una creciente conciencia social sobre la necesidad de abordar los desafíos ambientales y tecnológicos y la búsqueda de una mayor autonomía".
Entre las propuestas que incluye la norma está la posibilidad de que los ayuntamientos habiliten un pago para aquellos conductores que quieran acceder a ciertas áreas de las ciudades, en especial, las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), es decir, fijar peajes o tarifas urbanas para acceder a dichas zonas con vehículos privados. En este caso, en torno a la mitad de los españoles no está dispuesto a pagar estos peajes para poder usar su propio coche dentro de estas zonas, además de ser conscientes del impacto que esta medida tendrá en sus hábitos de movilidad. Tanto es así que siete de cada diez encuestados (72%) cambiaría su forma de moverse dentro de la ciudad si existiese este tipo de peajes, dejando de utilizar su vehículo privado (20%) o usando más transporte público (29%) y/o taxi (16%), según la información de Freenow.
El transporte público es la alternativa principal para aquellos que están dispuestos a dejar de usar su vehículo privado (80%), seguida del taxi (64%) y, como tercera opción, caminar (55%). Por su parte, uno de cada cuatro afirma que, en vez de moverse en coche privado, usará más opciones de multimovilidad como bicicletas, motos o patinetes eléctricos. Eso sí, el 62% prefiere alquilar estas opciones antes que comprar.
Esta ley llega porque la movilidad es esencial para acceder al trabajo, a la escuela, al médico, está vinculada a la libre circulación y a la facilidad de los desplazamientos, de forma que impacta de manera relevante en la calidad de vida de las personas. El medio ambiente y la salud exigen la adaptación del sistema de transporte hacia una movilidad limpia, menos vinculada a la utilización del vehículo privado.
Las empresas
Los planes de movilidad de las empresas son un factor clave para la sostenibilidad. Por ello, la futura norma recoge que las empresas con más de 500 trabajadores o de 250 trabajadores por turno establezcan un plan de movilidad sostenible al trabajo. En este sentido, el teletrabajo (52%), el transporte colectivo (51%), las tarjetas de transporte (42%) y la flexibilización de horarios (40%) son los beneficios más útiles dentro de los planes de movilidad para los ciudadanos. Por su parte, según la encuesta realizada por Freenow, el 17% apuesta por el uso de taxis y el 14% por medios de movilidad compartida (bicis, motos, patinetes). Finalmente, entre lo que más valoran los españoles de disponer de un plan de movilidad sostenible de empresa destaca una mejora del bienestar y la salud (46%), la optimización del tiempo (45%) y el ahorro de dinero en transporte (45%).
Desde una perspectiva económica, "la movilidad sostenible no solo impulsa la necesidad de innovación, sino que también abre la puerta a oportunidades de inversión que pueden catalizar el desarrollo de nuevas tecnologías. Este impulso hacia la innovación genera un ciclo virtuoso de crecimiento económico y sostenibilidad", explica García.