
El Combustible de Aviación Sostenible (SAF, por sus siglas en inglés) es una de las líneas de negocio clave para el sector de la aviación y para las energéticas. En un evento en la sede de Cepsa este lunes, la petrolera junto a Iberia, Vueling y la asociación Biocirc, han presentado una hoja de ruta para el correcto desarrollo de esta nueva industria, en el que las firmas han advertido de que, de no implementarse una estrategia consensuada para el desarrollo de esta tecnología, las inversiones emigrarán a otros países.
El CEO de Cepsa, Maarten Wetselaar, ha destacado que España debe generar certidumbre para continuar invirtiendo en el país. "Nos hemos atrevido a invertir [en diferentes proyectos de SAF en España] antes de ver la regulación y los incentivos. Pero ahora, para escalarlo, para dar a mis inversores la confianza de que no solo estas plantas, si no la segunda, la tercera y la cuarta, van a ser rentables; hay que hacer un balance de desafíos y ventajas y ahora tenemos que hacer que España tenga ventaja. Porque si no lo hacemos en los próximos 18 meses, creo que esta industria se quedará en otro lugar", ha advertido Wetselaar.
En este sentido, Cepsa y sus socios han elaborado un compendio de medidas para trasladar a las administraciones y ayudar a impulsar la nueva industria. Según los cálculos de ¿Cómo hacer de España el líder europeo de SAF? Hoja de ruta para acelerar la descarbonización del transporte aéreo, elaborado por PwC, esta tecnología podría trasladar 22.000 millones de euros de inversiones en España, generar 270.000 puestos de trabajo directos e indirectos y aportar 56.000 millones al Producto Interior Bruto (PIB) hasta 2050.
En este sentido, el presidente y CEO de Iberia, Marco Sansavini, aseguró que el grupo IAG, en el que están englobadas Iberia y Vueling, ya ha comprometido la inversión de 1.000 millones en SAF, "pero no ha podido ser en España ni en Europa", debido a las carencias a la hora de producir y consumir en España, ha anotado Sansavini.
Las aerolíneas piden generar este impulso para, además, evitar revertir los costes a los consumidores. El presidente y CEO de Iberia aseguró durante el evento que el coste de los combustibles sostenibles es tres veces mayor que el queroseno convencional. Es por esto que la incorporación del SAF supondrá un sobrecoste para las aerolíneas de 5.045 millones de euros hacia 2040, aumentando progresivamente entre 68 millones en 2025 y 678 millones en 2030, indica el estudio presentado por las firmas. Además, las aerolíneas presentes alertaron de que el sector corre el riesgo de trasladar estos sobrecostes a los billetes.
Oportunidad industrial
El informe resalta que otros países ya cuentan con un despliegue normativo propicio para el desarrollo de SAF. En este sentido, países como Reino Unido o Estados Unidos ya cuentan con programas de incentivo a la inversión en esta tecnología, así como ayudas a la innovación y medidas específicas para el desarrollo.
Sansavini ha apuntado que el riesgo de "quedarse atrás" en comparación con la actividad de otros países es "muy concreto". En esta línea, para la presidente de Vueling, Carolina Martinoli, estas tecnologías presentan una oportunidad para la economía española, aunque ha señalado que "descarbonizar no es rápido ni barato".
Los ponentes han criticado que en España un tercio de los Fondos europeos Next Generation (más de 70.000 millones de euros) se han destinado a "Green Deal", sin embargo, no existe ninguna partida destinada a la descarbonización del sector de la aviación o de la industria de SAF. Entre las medidas propuestas, destaca la creación de un fondo de más de 300 millones de euros anuales para financiar el desarrollo de plantas de producción e incentivar su consumo, empleando para ello los ingresos obtenidos por el Estado a través de las subastas de derechos de emisión.