
La vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, aspira a ocupar una vicepresidencia en la futura Comisión Europea, previsiblemente, la relacionada con el Green Deal. Ribera fue elegida el pasado miércoles como candidata del Partido Socialista a las elecciones europeas tras la renuncia de Josep Borrell, el actual Alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. La salida de Borrell abre la puerta a que Ribera pueda tomar las riendas del área de cambio climático o medioambiente en el próximo Ejecutivo europeo con un rango de vicepresidenta, pero el rango definitivo dependerá en gran medida de los equilibrios que surjan de las urnas el próximo 9 de junio.
La vicepresidenta de Transición Ecológica, además, está dispuesta a seguir el ejemplo de Borrell y permanecerá en su cargo en España -siempre que el presidente del Gobierno no decida dimitir el lunes- previsiblemente hasta el verano cuando deje finalizada la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, es decir, la hoja de ruta energética hasta el año 2030.El departamento de Ribera tiene ante sí importantes retos en los próximos meses como iniciar una nueva planificación energética de redes de electricidad y gas, la puesta en marcha de un mercado de capacidad, así como la transposición de gran parte del paquete europeo de energía Fit for 55 que se ha ido aprobando en Europa a lo largo de los últimos meses.Los sondeos actuales indican que se producirá un fortalecimiento de la derecha el próximo junio, lo que genera dudas sobre las posibilidades de conseguir el área del Green Deal, en un momento en el que la UE quiere apostar por un mayor peso de la industria.
En contra de Ribera figura la propuesta intervencionista del mercado de la electricidad que la vicepresidenta lideró y a favor el éxito logrado por la excepción ibérica. Ribera tiene a favor la capacidad de diálogo y de conseguir consensos que ha forjado estos años en Europa y que sirvió para que durante la Presidencia española se lograsen importantes avances en materia energética. Además, el amplio reconocimiento internacional del que goza la vicepresidenta en materia de cambio climático suma también a su favor. Entretanto, las quinielas para sustituir a Ribera en España ya han comenzado. Entre las candidaturas destacadas aparecen la ex consejera de Transición Ecológica de Extremadura, Olga García; la alcaldesa de La Coruña, Inés Rey o incluso dos de sus principales colaboradores, la secretaria de estado de Energía, Sara Aagesen o el director del IDAE, Joan Groizard.
Apoyo a Sánchez
La vicepresidenta tercera mostró ayer el "máximo respeto" a la decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de meditar sobre su futuro, aunque le trasladó el mensaje de que "las denuncias falsas no deben ser motivo para dar marcha atrás". "Los demócratas debemos dar un paso adelante", afirmó Ribera en unas declaraciones a la prensa en Berlín, donde intervino en el Diálogo Climático de Petersberg 2024. Sobre la situación de Sánchez, denunció que llevan "demasiado tiempo presionando al presidente y su entorno" y añadió que "eso no es admisible para nada y no representa lo que es nuestro país". En esta línea, lamentó que la oposición actúe con "vocación de enfangar" y pidió "desterrar" este tipo de prácticas políticas, antes de defender que desde junio de 2018 "el presidente ha vivido momentos muy difíciles que siempre ha gestionado con el máximo compromiso y la máxima transparencia".