
Estados Unidos ha puesto bajo vigilancia el consumo energético de la minería de criptomonedas. La Administración de Información Energética ha iniciado una revisión provisional de información, que se prolongará desde febrero hasta julio de este año, sobre el consumo de electricidad de estas empresas ante la creciente preocupación de los gestores de las redes.
La EIA pedirá a los mineros comerciales de criptomoneda que tiene identificados que aporten detalles relacionados con su consumo de energía. La Oficina de Gestión y Presupuesto (OMB) autorizó la encuesta el pasado 26 de enero de 2024, como una recopilación de emergencia de solicitud de datos.
"Tenemos la intención de seguir analizando las implicaciones energéticas de las actividades de minería de criptodivisas en los Estados Unidos", ha asegurado el administrador de la EIA, Joe DeCarolis. Para ello, explica, "nos centraremos específicamente en cómo está evolucionando la demanda de energía para la minería de criptodivisas, identificaremos las áreas geográficas de alto crecimiento y cuantificaremos las fuentes de electricidad utilizadas para satisfacer la demanda de minería de criptodivisas."
La demanda de electricidad asociada a las operaciones de minería de criptomoneda en Estados Unidos ha crecido rápidamente en los últimos años. Las estimaciones preliminares sugieren que el consumo anual procedente de la minería de criptomonedas representa entre el 0,6% y el 2,3% del consumo eléctrico estadounidense.
Este consumo adicional de electricidad ha generado preocupación por sus efectos sobre el coste, la fiabilidad y las emisiones. Entre los principales retos asociados al seguimiento del uso energético de la minería de criptomonedas se incluyen la dificultad de identificar la actividad de minería de criptomonedas entre millones de clientes finales estadounidenses y la naturaleza dinámica del mercado, ya que los activos mineros pueden trasladarse rápidamente a zonas con precios de electricidad más bajos.
Los planificadores de redes -equivalentes a Red Eléctrica en España- han empezado a expresar su preocupación por este fuerte crecimiento. Por ejemplo, la North American Electric Reliability Corporation (NERC) indica en su última evaluación de fiabilidad a largo plazo que "debido a las características únicas de las operaciones asociadas con la minería de criptomoneda, el crecimiento potencial puede tener un efecto significativo en la demanda y las proyecciones de recursos, así como en las operaciones del sistema". Como prueba, el Electric Reliability Council of Texas (ERCOT) tiene 41 GW de solicitudes de nueva capacidad de minería de criptomoneda, para la que se han aprobado 9 GW de estudios de planificación, según NERC.
Varias instalaciones de minería de criptomoneda identificadas podrían estar vinculadas a centrales generadoras de energía. De las 137 instalaciones identificadas, el uso máximo de electricidad en 101 de ellas, se estima en 10.275 MW. Esta cantidad se compara con una demanda media anual de electricidad de unos 450.000 MW en Estados Unidos, lo que representa una cuota del 2,3%. Si lo comparamos con la demanda española, la minería de criptomonedas representaría alrededor del 25%.
En la práctica, las instalaciones de minería de criptomoneda suelen funcionar por debajo de su capacidad máxima. Con una estimación del 80% de utilización, basada en la información que la EIA ha recibido de unas pocas instalaciones mineras, de los 10.275 MW de capacidad que las sustentan, su consumo de electricidad sería de unos 70 TWh al año.