Appa, la patronal de energías renovables, ha pedido al Gobierno que lance un plan de acción para impulsar los biocarburantes. Para ello reclama el incremento sustancial de los actuales objetivos de venta o consumo de biocarburantes fijados en España hasta 2026 y su extensión, al menos, hasta 2030.
La patronal exige el establecimiento de la gasolina E10 y el gasóleo B10 como carburantes estándar obligatorios en las estaciones de servicio, tal como ya han hecho la gran mayoría de los Estados miembros de la Unión Europea.
La adopción de una hoja de ruta para la promoción del consumo de combustibles con proporciones de biocarburantes superiores al 10%, así como de biocarburantes en estado puro (100%), especialmente para su utilización en vehículos pesados de carretera, tractores, aviones y embarcaciones, en línea con las medidas adoptadas en países vecinos como Francia.
Y, finalmente, la revisión del tratamiento que reciben los biocarburantes en el Impuesto Especial de Hidrocarburos, con el fin de aplicarles tipos tributarios más reducidos que los previstos para los combustibles fósiles, en atención a sus ventajas medioambientales y climáticas.
El consumo real de biocarburantes en España, de acuerdo con los últimos datos de Eurostat, se situó en 2022 en sólo 1,4 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep), lo que supone una bajada del 18% con respecto al consumo alcanzado en 2019 (1,7 Mtep). Esta importante disminución del consumo real de biocarburantes ha provocado la caída de la cuota real de energías renovables en el transporte al 3,57% en 2022, el nivel más reducido de los últimos años.
El Ministerio de Transición Ecológica abrió ya en septiembre una consulta pública de una orden ministerial que pretende unificar los mecanismos de fomento de los biocarburantes y otros combustibles renovables al tiempo que pondrá coto al fraude que han comenzado a detectar en el sector mediante un mecanismo de alerta temprana.