La crisis energética y la invasión rusa de Ucrania han empujado a numerosos países europeos a diversificar sus suministros de energía. Se trata de una cuestión vital para los estados ubicados en el norte y el centro de Europa, tradicionalmente muy dependientes de los hidrocarburos rusos. En este contexto, el hidrógeno verde se ha revelado como una gran alternativa, hecho que ha facilitado la aprobación de dos corredores verdes desde el Mediterráneo al norte de Europa: el H2Med, que parte desde la Península Ibérica, y el SoutH2, que comienza en Argelia. Sin embargo, es en el norte donde han comenzado las obras de la primera conexión europea de hidrógeno verde: Se denomina HyTransPort, se encuentra en Países Bajos y el plan es que se extienda hacia Bélgica y Alemania, formando un nuevo núcleo energético en el norte del continente.
El HyTransPort es un proyecto que pretende crear una red de conexiones de hidrógeno verde en Países Bajos, con acceso libre para las compañías que deseen el suministro de este vector energético para sus actividades. Su coste asciende a los 1.500 millones de euros, y está gestionado por Gasunie, una firma neerlandesa de infraestructura, transporte y almacenamiento de gas natural que opera en Países Bajos y Alemania. Además, el proyecto consta de 1.200 km en suelo neerlandés, y conectará entre sí los núcleos industriales del país con los parques eólicos marinos situados en el mar del Norte. Para ello, se reutilizarán las tuberías que actualmente transportan gas natural, las cuales integrarán el 85% de toda la red, según Gasunie.
Westwood Global Energy rebaja ese porcentaje el 72%, e indica que el 92% de todas esas tuberías necesitarán energía eólica de los parques marinos. Por ello, la red tendrá cuatro entradas ubicadas en las zonas costeras de Zeeland, Rotterdam, el Canal del Norte y Holanda septentrional. A partir de ahí, las tuberías se enlazarán a Bélgica por el sur, conectando Amberes y la provincia belga de Limburg. Por otra parte, la red entrará en Alemania por el este, extendiéndose hacia los estados federales de Renania del Norte – Westfalia (dirección cuenca del Rhur), Baja Sajonia (enlazando Hannover, Wolfsburgo y Salzgitter), Bremen, Hamburgo y Schleswig-Holstein. Esta última conexión es importante, ya que la red llegaría a Ellund, ciudad fronteriza con Dinamarca, uno de los países que, según Rabobank, pueden convertirse en un centro europeo de hidrógeno verde, junto con España y Países Bajos.
El primer tramo ya está en construcción y se prevé que esté operativo en 2025. Con un coste de 100 millones de euros, consta de 30 km de longitud y conectará el parque industrial de Tweede Maasvlakte del puerto de Róterdam con Pernis. En dicho parque opera Shell, que ya anunció en julio de 2022 la construcción de una planta de electrolisis de 200MW que será capaz de producir 60.000 kilos de hidrógeno verde diarios. De esta forma, la petrolera aprovecha el avance del HyTransPort para incrementar su capacidad global de electrolisis, la cual ronda ya el 10%, según la propia firma.
Por otro lado, desde que se iniciara el proceso de elaboración del proyecto en 2020, se ha avanzado mucho en el desarrollo de esta conexión de hidrógeno verde. En abril de 2022, Países Bajos y Bélgica acordaron "coordinar sus planes nacionales para el desarrollo de la infraestructura del hidrógeno", señalando que "los puertos del delta del Rin-Mosa-Escalda representan una poderosa palanca" para la durabilidad de la transición verde.
Del mismo modo, esta semana, Países Bajos y Alemania hicieron una declaración conjunta sobre la cooperación entre ambos gobiernos en este ámbito. En la reunión se discutió el papel de los proveedores españoles, los cuales podrían enviar hidrógeno verde hacia el país germano a través de suelo neerlandés, y se aprobó una inversión conjunta de 600 millones de euros para, entre otras cosas, adquirir contratos de importación de diez años a partir de 2027.
Por su parte, Bélgica y Alemania acordaron el pasado mes de febrero enlazar sus respectivas redes nacionales de hidrógeno verde para 2028. Para lograr este plan ambicioso, Bélgica aprobó el pasado mes de julio un paquete de 250 millones de euros para desarrollar su red, la cual consta de 570 km, integrando ciudades como Amberes, Gante, Mons, Lieja, y extendiéndola hacia Alemania. Además, el gobierno germano aprobó ese mismo mes un plan para ampliar su red de tuberías de 11.000 a 11.200 km, reconvirtiendo gasoductos tradicionales. Se trata de un proyecto clave para Alemania ya que, según el gobierno, el 70% de la demanda nacional de hidrógeno verde será suministrada mediante importaciones.
Esta previsión de dependencia alemana en las importaciones hidrógeno verde es un elemento clave para comprender tanto el proyecto neerlandés como otros que se están desarrollando en el Viejo Continente. En este sentido, tanto el H2Med como el South2, que atraviesan las penínsulas ibérica e itálica, tienen previsto acabar en territorio germano, en el motor económico de la UE.