De entre todos los sistemas de calefacción que existen, hay algunos que destacan por su eficiencia, por su precio económico o por otros factores. Actualmente, con la inflación generalizada en España, son muchos los que se han preguntado por la forma más económica de calentar el hogar, sobre todo, con la llegada del frío en todo el país.
La cifra promedio de dinero que se gasta cada hogar al año en calefacción supera los 700 euros, una cantidad importante que puede reducirse si se opta por sistemas más baratos, aunque hay que tener en cuenta la compra y la instalación de los nuevos aparatos de calefacción.
Las opciones más baratas de calefacción
En referencia a esto, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) dispone de un ranking donde se muestran las opciones de calefacción más baratas, organizando por el coste de calentar una vivienda de 90m2 en euros al año:
- Bomba de calor: 455 euros
- Estufa de pellets: 545 euros
- Caldera de gas natural de condesación: 683 euros
- Caldera de gasóleo: 816 euros
- Acumuladores eléctricos: 1.046 euros
- Radiadores eléctricos: 1.255 euros
Hay que tener en cuenta que cada una de estas opciones tiene limitaciones, ya que no todas las viviendas tienen acceso a la red de gas o espacio de almacenamiento suficiente para los pellets, por ejemplo.
Bomba de calor, la opción más barata
Como se puede ver, la bomba de calor es la opción más económica para conseguir calentar el hogar durante el invierno. Se trata de los típicos splits de aire acondicionado o de sistemas de aerotermia aire-agua, bombas de calor que calientan el agua de un circuito, similar a lo que hace un caldera.
Los tipo split se puede usar como apoyo a otros sistemas de calefacción, mientras que los sistemas aire-agua son adecuados para obra nueva o si se quiere realizar una reforma completa.
En cuanto a sus ventajas, son muy eficientes, ya que por cada kWh que consumen de electricidad aportan 4 kWh de calor. A pesar el precio elevado de la electricidad, esto les permite ser muy económicas, unos 455 euros al año. Además, también permiten refrigerar la vivienda en verano y, gracias a su elevado rendimiento, es considerado una opción renovable para climatización.
La OCU señala como inconvenientes que requieren unidades exteriores, lo que no siempre es posible y, para los sistemas de aerotermia aire-agua, la inversión es bastante elevada (8.000 euros para 16 kW).
Estufa de pellets
Esta opción es otra de las más baratas, ya que aprovechan los residuos orgánicos de las podas o los huesos de aceitunas, por lo que es una opción sostenible. Las estufas distribuyen aire caliente, tal y como explica la OCU.
Así, es recomendable en segundas residencias o casas con suficiente espacio para almacenar sacos de pellets o huesos. Para calentar toda la vivienda, una estufa necesitaría de un sistema de distribución del aire por conductos.
Entre sus ventajas, destaca que es una opción sostenible, ya que se considera renovable porque sus emisiones netas de CO2 son nulas. Además, es una forma económica de calentar tu hogar, unos 545 euros al año.
Como punto negativo, hay que saber que necesita un conducto de evacuación de humos al exterior y un mantenimiento frecuente a la hora de retirar cenizas y limpiar cámara de combustión.