
Siemens Energy ha registrado unas pérdidas de 2.931 millones de euros por el agujero ocasionado por los problemas de varias plataformas de Gamesa en el tercer trimestre del año, lo que eleva las pérdidas en los nueve primeros meses de 2023 hasta los 3.718 millones de euros. El pasado 22 de junio, la compañía anunció su sexto 'profit warning' y provocó la mayor caída en bolsa de la historia de la compañía. Siemens Energy advirtió que los problemas técnicos de sus plataformas 4.X y 5.X le podían generar un coste de, al menos, 1.000 millones de euros. Ahora, tras haber llevado a cabo una investigación sobre la situación y el impacto de estos fallos, la compañía alemana ha elevado el impacto hasta los 2.200 millones de euros, un total de 1.600 millones por futuros gastos de reparación así como el impacto fiscal y anuncia nuevos problemas en el área offshore.
Pese a esta situación, Siemens Energy continúa beneficiándose de un entorno de mercado favorable. Los pedidos de 14.900 millones reflejan un crecimiento del 54,2% sobre una base comparable (excluyendo la conversión de divisas y los efectos de cartera), impulsados principalmente por Gamesa y Grid Technologies (GT). El Book-to-bill ratio (ratio de pedidos a ingresos) se situó en 1,98 y llevó la cartera de pedidos a un nuevo récord de 109.000 millones de euros. Los ingresos aumentaron un 8% sobre una base comparable a 7.500 millones de euros.
El beneficio antes de partidas especiales de Siemens Energy fue negativo con 2.048 millones de euros (tercer trimestre de 2022: 222 millones de euros negativos) impulsado por los cargos mencionados de Siemens Gamesa.
Las ganancias antes de elementos especiales en Gas Services (GS), GT y Transformation of Industry (TI) aumentaron considerablemente en comparación con el trimestre del año anterior gracias a un sólido desempeño operativo.
Los resultados del análisis conducen a una reevaluación de la orientación para todo el año. Para el año fiscal al 30 de septiembre, Siemens Energy espera que el crecimiento de los ingresos comparables esté en un rango del 9% al 11% (anteriormente del 10% al 12%) y un Margen de beneficio antes de partidas especiales entre el -10% y -8% (anteriormente alrededor del extremo inferior del rango de orientación de 1% al 3%).
Se espera que la pérdida neta de Siemens Energy Group ahora sea de alrededor de 4.500 millones de euros (anteriormente se esperaba que supere el nivel del año fiscal anterior de 712 millones de euros hasta por un monto de millones de euros de tres dígitos).
Ahora la compañía se ha marcado un flujo de efectivo libre antes de impuestos para el año fiscal 2023 hasta un triple dígito bajo negativo en cantidad de millones de euros (anteriormente positiva hasta una cantidad baja de millones de euros de tres dígitos) y prevé concretar las cifras en el próximo Capital Market Day el 21 de noviembre.
En los últimos años, Siemens Gamesa ha anunciado profit warnings sobre los resultados del tercer trimestre de 2020 (junio de 2020), tercer trimestre de 2021 (julio de 2021), primer trimestre de 2022 (enero de 2022) segundo trimestre de 2022 (abril de 2022), y en tercer trimestre de 2022 (junio 2022) bajando el Guidance de la estimación para el año 2022 a un margen EBIT de -5,5%, incluyendo el impacto esperado de la venta del Proyecto Galileo.
A partir de comienzos de 2021, la cotización de SGRE, Vestas y Nordex cambió hacia una tendencia bajista por la continua comunicación de profit warnings y revisiones de guías y la visión a largo plazo como consecuencia de la subida del coste de las materias primas, costes de transporte y problemas en la cadena de suministros.
Esta situación se vio agravada a comienzos de 2022 por el estallido de la guerra en Ucrania, circunstancia que ha incrementado la magnitud de los problemas que venían arrastrando los fabricantes de aerogeneradores, necesitando en algunos casos de inyecciones de capital (Nordex) para asegurar la viabilidad de la compañía.
La directora financiera de Siemens Energy, Maria Ferraro, ha descartado que se tenga que llevar a cabo ninguna ampliación de capital y la compañía ha nombrado un nuevo responsable financiero en Gamesa, Stefan Huppertz.
Frente a un margen bruto que ha fluctuado entre aproximadamente el 12% y 13,5% durante el periodo de 2017 a 2019, en 2020 y 2021 cayó abruptamente a niveles del 4% a 5,6%, e incluso negativo en septiembre de 2022. A ello ha contribuido la mayor dotación de provisiones por contratos onerosos ante la continuación de los problemas de la plataforma 5.X -314 millones de euros- y de la aparición de costes de fallos y reparaciones relacionados con problemas en las plataformas onshore (aerogeneradores de SGRE de plataformas lanzadas en años anteriores ya instalados y con plazos de garantías vencidos y cuyo contrato de operación y mantenimiento es actualmente gestionado por SGRE).
Para afrontarlo, la compañía ha establecido un "comité especial de supervisión" dentro de Siemens Energy, que agrupa integrantes de diferentes áreas. El grupo de trabajo se centrará en tres áreas: análisis de los aspectos técnicos y tecnológicos, análisis del plan de negocio y análisis legal de la situación.
El segundo comité estará ligado a Siemens Gamesa e incorporará tanto directivos de la compañía como de su matriz alemana. Este grupo se enfocará en los problemas diarios que tenga que atener el fabricante.
Expertos de Siemens Gamesa, Siemens Energy y Alix Partners, se han encargado de resolver el problemas de calidad de las plataformas 4.X y 5.X, lo que ha supuesto que ciertos proveedores -que la compañía no ha desvelado- hayan sido excluidos de más entregas.
Los problemas de la plataforma 5.X pueden afectar a las plantas de Ágreda (Soria), Vagos (Portugal), Asteasu (Guipuzcoa) y Camacari (Brasil).
Class action
Por el momento, tres despachos de abogados estadounidenses están analizando ya la posibilidad de presentar una class action contra la compañía, tal y como han hecho público varias firmas habituales en este tipo de casos como son Faruqui & Faruqui, Pomerantz LLC y The Schall Law.
La compañía había registrado pedidos de la plataforma 5.X por un total de 4,5 GW -más de de 800 turbinas-en países como Suecia, Finlandia, Reino Unido, Alemania, Brasil y España. Concretamente, Gamesa llegó a instalar un centenar de estos aerogeneradores, principalmente, en Dinamarca, Suecia, Brasil y España.
Entre las empresas que han contratado estas turbinas figuran Iberdrola, Engie, OX2, European Energy, Tekniska, Prime Capital y Enlight y la brasileña Patria Investimentos que realizó el mayor pedido a la compañía con un total de 75 turbinadas para un parque de 465 MW.
Problemas en el offshore
Por otro lado, Siemens Gamesa espera mayores costes en el sector offshore, lo que significa que los proyectos ya comprometidos contractualmente no pueden completarse de forma rentable si, finalmente, el cliente los construye. Además, hay desafíos en la aceleración de actividades extraterritoriales por los retrasos que se están produciendo en la puesta en marcha de las nuevas instalaciones de la compañía, así como para la contratación de personal. Ambos efectos dan lugar a cargos adicionales de 600 millones de euros en el tercer trimestre.
La salida de efectivo resultante de estas cargas se distribuirá a lo largo de varios años y ascenderá a un nivel bajo equivalente a una suma de dos a tres dígitos en el año en curso.
Con el fin de alcanzar los ambiciosos objetivos de la UE en materia de energías renovables, la tasa de expansión, especialmente de las turbinas eólicas marinas debe incrementarse rápidamente. Cada año, 30 gigavatios (GW) deben agregarse para alcanzar los objetivos establecidos para 2030 (comparación: capacidad instalada total actualmente 255 GW).