Energía

Irena alerta de la vulnerabilidad geopolítica de los minerales críticos

  • La agencia destaca que la industria minera está altamente concentrada
  • Reclama una mayor cooperación internacional para mejorar la industria extractiva
Planta de procesado de cobre

La Agencia Internacional de las Energías Renovables (Irena) ha lanzado una clara advertencia: la transición energética requiere un aumento espectacular del suministro de materiales esenciales, pero sus cadenas de suministro siguen siendo vulnerables a toda una serie de riesgos geopolíticos.

En línea con el informe presentado ayer por la Agencia Internacional de la Energía, Irena asegura que no escasean las reservas de minerales para la transición energética pero indica que las capacidades mundiales para extraerlos y refinarlos son limitadas.

Las interrupciones del suministro podrían afectar a la velocidad de la transición energética a corto y medio plazo, según advierte el informe que ha elaborado la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA), "Geopolítica de la transición energética: materiales críticos" donde se examinan los riesgos y oportunidades vinculados a una creciente demanda de materiales en los próximos años.

Irena explica que si bien la dependencia y la dinámica del suministro difieren fundamentalmente de los combustibles fósiles, la extracción y el procesamiento de materiales críticos están concentrados geográficamente, con unos pocos países y pocas empresas importantes que desempeñan un papel dominante. Los choques externos, el nacionalismo de los recursos, las restricciones a la exportación, los cárteles de minerales, la inestabilidad y la manipulación del mercado podrían, por lo tanto, aumentar los riesgos de escasez de suministro.

El informe también destaca la oportunidad de reescribir el guion de las materias primas extractivas y crear el impulso para cadenas de valor más inclusivas, éticas y sostenibles. Las reservas de material abren oportunidades para diversificar la extracción y el procesamiento en países en desarrollo en particular. Las políticas de apoyo permitirán a los países en desarrollo aprovechar nuevas oportunidades comerciales y mejorar la resiliencia mientras mantienen en curso la agenda global de descarbonización.

"La transición energética se convertirá en el principal impulsor de la demanda de minerales críticos", dijo el director general de IRENA, Francesco La Camera. "El riesgo de interrupciones en la cadena de suministro tiene menos que ver con la seguridad energética y más con la posible ralentización de la transición, que debe evitarse. En el camino a la COP28, mi mensaje es fortalecer urgentemente la colaboración en materiales críticos para minimizar los riesgos geopolíticos de las cadenas de suministro concentradas y acelerar el despliegue de energías renovables para limitar el aumento de las temperaturas a 1,5 °C".

Principales productores

Hoy en día, la extracción de materiales críticos está muy concentrada en ubicaciones geográficas específicas. Australia (litio), China (grafito, tierras raras), Chile (cobre y litio), la República Democrática del Congo (cobalto), Indonesia (níquel) y Sudáfrica (platino, iridio) son los jugadores dominantes. El procesamiento está aún más concentrado geográficamente, con China representando más del 50% del suministro mundial refinado de grafito (natural), disprosio (una tierra rara), cobalto, litio y manganeso.

Además, la industria minera está dominada por unas pocas empresas importantes, lo que genera oligopolios. Como resultado, la industria está altamente concentrada y pocos controlan una parte significativa de la producción y el comercio mundial. Las cinco principales empresas mineras controlan el 61 % de la producción de litio y el 56 % de la producción de cobalto.

Por el contrario, las reservas mineralies críticos están ampliamente distribuidas. Los países en desarrollo representan actualmente la mayor parte de la producción mundial necesaria para las transiciones energéticas, pero su participación en las reservas es aún mayor. Por ejemplo, Bolivia tiene 21 millones de toneladas de reservas de litio, pero produce menos del 1% del suministro mundial. Se estima que el 54% de los minerales se encuentran en o cerca de las tierras de los pueblos indígenas, lo que subraya la necesidad de la participación de la comunidad.

Como ha sido el caso de las industrias extractivas durante siglos, las actividades y los procesos conllevan riesgos para las comunidades locales, como abusos laborales y de otros derechos humanos, degradación de la tierra, agotamiento y contaminación de los recursos hídricos y contaminación del aire. Una cooperación internacional más fuerte para elevar y hacer cumplir los estándares y las visiones corporativas a más largo plazo son esenciales para el desarrollo sostenible y la licencia social, indica el informe.

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