
La gran línea eléctrica con la que Iberdrola quiere conectar Estados Unidos y Canadá ve la luz tras casi dos años boqueada. A través de su filial estadounidense Avangrid, la multinacional vasca planea reanudar este 2023 la construcción del proyecto New England Clean Energy Connect (NECEC), que abastecerá a más de 1,2 millones de hogares en Nueva Inglaterra con energía limpia traída de Canadá y que supondrá una inversión de 1.300 millones de euros.
Iberdrola ya ha puesto en marcha la evaluación del nuevo calendario de construcción. Y es que, el pasado mes de mayo, se levantó oficialmente la suspensión del permiso del Departamento de Protección Ambiental de Maine, necesario para reanudar la construcción de interconexión eléctrica.
Las primeras obras de NECEC comenzaron en enero de 2021. En noviembre del mismo año, el Departamento de Protección Medioambiental de Maine decidió suspender a Iberdrola la licencia de construcción, después de que un grupo opositor —dirigido por Next-Era y una coalición de compañías de combustibles fósiles— promoviese un referéndum entre los habitantes de Maine para decidir el futuro de la interconexión. En ese momento, prácticamente la mitad del proyecto estaba ejecutado, con casi 450 millones invertidos.
En agosto de 2022, el Tribunal de Justicia de Maine anuló el referéndum, después de que Iberdrola denunciase la ilegalidad del mismo. Las obras podrían continuar siempre que se demostrase que estaban avanzadas y, por lo tanto, que se habían establecido suficientes derechos adquiridos antes de que se celebrara la votación.
Para continuar con los procedimientos, la Corte Suprema remitió el caso al Tribunal de Negocios y Consumidores y, el pasado mes de abril, los jueces volvieron a dar la razón a la multinacional capitaneada por Ignacio Galán. El juicio giró en torno a determinar si existió un vínculo entre el cronograma acelerado de construcción del proyecto y los esfuerzos de los ejecutivos para obtener derechos adquiridos.
El abogado de Avangrid argumentó que el calendario del proyecto procedió con el objetivo de cumplir con su fecha de operación comercial planificada de diciembre de 2022. Además, aseguró que la compañía podría haber cumplido con ese plazo si no fuera por los esfuerzos de los opositores del proyecto para impugnar todos los permisos a lo largo de los años.
Contratos
NECEC permitirá transportar energía renovable desde Quebec (Canadá) hasta Maine (EEUU), así como a la red compartida de la región de Nueva Inglaterra, gracias a la construcción de una línea de alta tensión de 233 kilómetros de extensión y 1.200 MW de capacidad de transporte.
Según la propia Iberdrola, el proyecto generará cerca de 900 millones de euros en beneficios económicos en Maine, a través del empleo en la construcción, el ahorro de costes en la electricidad, los impuestos inmobiliarios locales y el mayor crecimiento económico. Los contratos por 20 años en Massachusetts hasta 2043, así como los acuerdos independientes con Hydro-Québec podrían hacer que los beneficios que aporta el suministro en Maine y la región se prolonguen hasta el año 2063, o incluso más.