
El Ministerio de Transición Ecológica ha presentado hoy la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima hasta 2030. El departamento de Teresa Ribera ha decidido apostar por el máximo desarrollo de las energías renovables, según se desprende de un borrador al que ha tenido acceso elEconomista.es y eleva la inversión desde los 220.000 millones de la anterior edición hasta 294.000 millones (un 85% provendrá del sector privado y el 15% será público). A ellos se sumará un ahorro de 90.000 en importaciones de combustibles fósiles durante todo el periodo. El borrador prevé subir diez puntos porcentuales la producción de energía autóctona, alcanzando el 49%, lo que proporcionaría dicho ahorro.
Para el año 2030, el Gobierno plantea que las energías renovables aporten el 81% del consumo eléctrico frente al 76% anterior y un aumento hasta el 48% en los usos finales de renovables frente al anterior 42%.
Este incremento supondrá una fuerte subida en los objetivos por tecnología, donde el Ejecutivo ha querido atender a las peticiones de los diferentes sectores y registra incrementos en gran parte de los sectores.
El Plan prevé para el año 2030 una potencia total instalada en el sector eléctrico de 214 GW, de los que 160 GW son de generación renovable, y 22 GW de almacenamiento tanto diario como semanal y estacional.
Para 2030 la eólica pasa de un objetivo de 50.000 MW a 62.000 MW; la fotovoltaica crece desde los 38.000 MW hasta los 57.000 MW sin contar el autoconsumo que registra una subida incluso superior a la marcada en la Hoja de ruta del Gobierno. Si en aquel primer documento se estimaban una cifra media de 9.000 MW y máxima de 14.000 MW, ahora el objetivo que marca el Gobierno se eleva hasta los 19.000 MW. Para la termoeléctrica, Ribera mantiene también una cifra de crecimiento desde los 2.300 MW actuales hasta los 4.800 MW, pero no espera el incremento de la potencia hasta la segunda mitad de esta década.
Uno de los grandes ganadores de esta revisión del PNIEC será el almacenamiento (bombeos y baterías) que crecen desde los de 8.000 MW hasta los 22.000 MW.
En lo que respecta a los ciclos combinados, el Ministerio de Transición Ecológica deja claro que no quiere oír hablar de las peticiones de cierre que hay sobre la mesa por la falta de rentabilidad y mantienen los 26.000 MW, un extremo que parece adelantar la futura aparición de un mecanismo de pagos por capacidad.
Otra de las áreas que registrará un fuerte desarrollo, tal y como pidió la Comisión Europea a los estados miembros, será el biometano que pasa de 10 a 35 bcm en 2030, el objetivo de hidrógeno verde crece de 4 GW a 11 GW.
El Ministerio mantiene, evidentemente, el calendario de cierre de las centrales nucleares , lo que supone que la potencia disponible en 2030 será de 3.181 MW frente a los 7.399 MW actuales.
La cogeneración también se reduce desde los los 5.446 MW hasta los 3.784 MW en 2030 y las centrales de fuel de los territorios no peninsulares seguirán estando presentes ya que se pasará de 3.660 MW en estos momentos a los 1.830 MW que se espera que sigan vivos en 2030 para evitar problemas de suministro.
"Los análisis realizados por varios modelos permiten afirmar que la seguridad del suministro eléctrico del mix de generación presentado en este borrador está garantizada" sostiene el Ministerio.
Según se explica en el documento, el Gobierno espera lograr una reducción de las emisiones del 32% respecto a las cifras registradas en 1990. Asimismo, se espera una mejora del 44% en la eficiencia energética en términos de energía final y, lo más importante dentro del escenario geopolítico actual, una reducción de la dependencia energética de hasta un 51% El ahorro económico previsto en importaciones de combustibles fósiles a lo largo de la década se estima en 90.700 millones de euros.
Según los cálculos del departamento de Teresa Ribera, como consecuencia de las políticas y medidas de este PNIEC actualizado, el PIB aumentaría 34.700 millones de euros en 2030, lo que implicaría un incremento de empleo neto de 522.000 empleos en 2030. A esto se le suman los cobeneficios sobre la salud, ya que las mejoras en la calidad del aire logradas consiguen una reducción de 5.800 muertes prematuras por causas asociadas a la contaminación atmosférica para 2030, pasando de 11.952 muertes prematuras en 2019 (según OMS/IHME) a 6.067 en 2030.
Un 10% más de coches eléctricos
El Ministerio de Transición Ecológica cifra también el incremento de la electrificación de la economía a lo largo de la década como uno de los vectores clave de la descarbonización, aumentando hasta el 34% en el año 2030. En particular, en lo referente al vehículo eléctrico, se aumentan las previsiones hasta un parque de 5,5 millones de vehículos eléctricos en 2030 (un 10% superior al objetivo fijado anteriormente), y se prevé a su vez un importante despliegue de las bombas de calor.
Se refuerza la apuesta por el transporte público y colectivo, con medidas específicas en torno al sector del ferrocarril como novedad con respecto al PNIEC 2021-2030, así como medidas específicas para el impulso de la digitalización y la sostenibilidad como medidas de competitividad y eficiencia en el sector del transporte.
En lo que respecta a la rehabilitación de viviendas se incrementa el número hasta 1.377.000, al aplicar la palanca de las inversiones del PRTR, en coherencia con la Estrategia de Rehabilitación a Largo Plazo de Edificios (ERESEE).