
Desde que Rusia decidiese invadir Ucrania en febrero del año pasado, las potencias occidentales han impuesto numerosos paquetes de sanciones al país invasor para intentar mermar su principal fuente de ingresos: la exportación de gas natural y crudo. El problema es que estas medidas están consiguiendo su objetivo a medias. Y es que, aunque es cierto que los ingresos por la venta de estos productos a Europa ha caído con fuerza, estos han sido sustituidos por exportaciones a naciones situadas en el continente asiático, concretamente China, Turquía y la India. El caso de esta última es especialmente significativo, ya que multiplicó por 22 las compras a Rusia en 2022 y el pasado mes de marzo alcanzaron niveles no vistos desde abril de 2020. En medio de todo esto, una empresa india ha pasado de ser una desconocida en el negocio del transporte marítimo a convertirse en un gigante naviero a nivel mundial.
Se trata de Gatik Ship Management, una compañía rodeada de misterio. Se desconoce sus orígenes, su propiedad y sus registros corporativos destacan por su escasez. Por ejemplo, no figura en el registro oficial de empresas de la India y no fue hasta el pasado 31 de marzo se inscribió como exportador del país asiático.
No obstante, lo que sí que se sabe sobre esta firma exportadora es que, en 2021, tenía una flota de tan solo dos quimiqueros, unas embarcaciones con menores dimensiones que los petroleros. Dos años después, esa cifra se ha incrementado hasta los 58 buques -13 de los cuales se adquirieron el pasado mes de diciembre, cuando entró en vigor el embargo al crudo ruso- y cuyo valor combinado rondaría los 1.600 millones de dólares. Según VesselsValue, la empresa encargada de realizar estas estimaciones, estas compras sitúan al grupo indio entre los mayores propietarios de petroleros del mundo. "Para poner esto en perspectiva, de los casi 14.000 petroleros en activo, la mayoría de las compañías del sector posee menos de 10 petroleros, mientras que sólo 20 de ellas, entre las que se encuentra Gatik, tienen 50 o más", detalla una experta de la firma de transportes.
Otro dato interesante es que, en menos de un mes, han "desaparecido" unos 35 buques de los registros de las compañías aseguradoras occidentales, que imponen el cumplimiento del límite de precios establecido por el G7 a las ventas de petróleo ruso como parte de las sanciones al país invasor. Excepto dos barcos, todos los que componen la flota de Gatik están registrados a nombre de empresas unipersonales registradas en las Islas Marshall, cuya propiedad no es pública.
Asimismo, se tiene constancia de que, hasta marzo, Gatik compartía dirección con Buena Vista Shipping, otro proveedor de servicios marítimos para el transporte de energía poco conocido, cuyos activos hace dos ejercicios apenas superaban los 100.000 dólares. Y lo más importante de todo: su principal cliente es el gigante ruso Rosneft, controlado por el Kremlin y mayor productor de Rusia.
En cuanto al uso que la misteriosa compañía le está dando a esos petróleos, los datos de seguimiento de los mismos recopilados por Kpler muestran que Gatik ha transportado al menos 83 millones de barriles de crudo y productos derivados del petróleo rusos, principalmente procedentes de Rosneft, según recoge el Financial Times.
Cómo ha sido posible
La idea del grupo indio de ampliar su flota y centrarse sobre todo en el trayecto Rusia-India busca beneficiarse de la situación derivada de la guerra. Cuando estalló el conflicto armado, Rosneft dependía por completo de sus clientes para transportar la mercancía. Con la llegada de las sanciones y las restricciones, el gigante ruso se vio obligado a encontrar nuevos compradores, así como embarcaciones para realizar las entregas. Ante esto, surgió una "flota fantasma" propiedad de empresas opacas dispuestas a hacerse un hueco en este lucrativo mercado.
En este nuevo escenario, el gigante ruso también se ha hecho responsable de la entrega del crudo en el puerto indio de destino, lo que se conoce como régimen de "coste, seguro y flete". Previamente, era el comprador el encargado de organizar el transporte del petróleo desde Rusia, el denominado régimen de "franco a bordo".
Antes de febrero de 2022, el suministro de petróleo ruso representaba menos del 1% de las importaciones que llegaban a la nación asiática. Ahora, en cambio, ronda el 30%, de acuerdo a las estadísticas comerciales oficiales. Esto se debe a que a la India le cuestan unos 10 dólares menos que a la media de otros países los barriles de crudo de Rusia antes de su envío, según los datos recopilados durante el primer trimestre de 2023 por la Escuela de Economía de Kiev. Y también a que el país ha absorbido la mayor parte de los combustibles fósiles que Rusia exportaba antes a la UE mediante una serie de acuerdos.