
Las grandes petroleras están ocupando en los últimos días los titulares de la prensa y no precisamente por sus datos de extracción o por sus resultados trimestrales. Sigue cundiendo la indignación por la revelación que se produjo la semana pasada: los estudios científicos iniciados en los años 70 por el propio gigante estadounidense del petróleo ExxonMobil evidenciaron el calentamiento global al que su actividad contribuía. Durante las décadas siguientes, tanto la compañía como otras relevantes firmas del sector contradijeron estos argumentos con vehemencia.
La última voz de protesta la ha dado el secretario general de Naciones Unidades (ONU), António Guterres, quien aprovechando el escaparate mediático del Foro de Davos, que se celebra estos días, ha arremetido contra estas grandes petroleras. Guterres ha criticado que estas empresas ignorasen a sabiendas durante décadas la evidencia climática de sus propias investigaciones científicas a pesar de saber "perfectamente" que su modelo de negocio es incompatible con la supervivencia humana. "Algunos en las grandes petroleras nos vendieron la gran mentira. Al igual que la industria tabacalera, pasaron por encima de sus propios hallazgos científicos. Los responsables deben rendir cuentas".
El escándalo saltó la semana pasada por una publicación de la prestigiosa revista Sciencie, en la que se ponía de manifiesto que Exxon era consciente de los peligros del calentamiento global desde finales de la década de 1970, mientras que otros organismos de la industria petrolera conocían los riesgos asociados a la quema de combustibles fósiles desde al menos la década de 1950.
Una revisión de las proyecciones climáticas realizadas por Exxon entre 1977 y 2003 reveló que la empresa preveía un calentamiento de aproximadamente 0,2°C cada década, según el estudio publicado por Science. "Nuestra investigación descubre nuevos datos en documentos antiguos", afirma Geoffrey Supran, autor principal del nuevo estudio y profesor de ciencias y políticas medioambientales en la Universidad de Miami. "No solo conocían algo de ciencia climática. Fueron pioneros". Hasta se remarca que las proyecciones privadas de Exxon sobre el aumento de la temperatura global eran a menudo más precisas que las de los más eminentes científicos de la NASA.
Los hallazgos se basan en investigaciones gemelas publicadas en 2015 por InsideClimate News y Los Angeles Times, que ya esbozaron en detalle cómo los investigadores de Exxon estudiaron ampliamente el cambio climático en las décadas de los 70 y los 80. El nuevo estudio también profundiza en investigaciones anteriores de Supran y su coautora Naomi Oreskes, que en 2017 publicaron un estudio que descubrió que Exxon había puesto públicamente en duda la ciencia climática mientras sus científicos reconocían internamente los riesgos del cambio climático.
Para llegar a sus conclusiones, Supran y su equipo en 2019 comenzaron a analizar más de 100 documentos y publicaciones revisadas por pares producidos, escritos o coescritos por científicos y gerentes de Exxon entre 1977 y 2014. Los investigadores descubrieron que las proyecciones de los científicos de Exxon se alineaban con el calentamiento global observado, y un estudio de 1985 ostentaba una habilidad de pronóstico del 99%, lo que significaba que la proyección se alineaba casi perfectamente con las temperaturas observadas.
António Guterres (ONU): "La ciencia ha sido clara durante décadas. No hablo solo de los científicos de la ONU. Hablo incluso de los científicos de las empresas de combustibles fósiles"
En sus investigaciones, Exxon descartó correctamente la posibilidad de una era glacial y predijo con exactitud cuándo se detectaría por primera vez el calentamiento global causado por el hombre. La empresa también calculó con exactitud el presupuesto de carbono -definido como la cantidad de dióxido de carbono que podría añadirse a la atmósfera- para mantener el calentamiento por debajo de 2ºC.
En los últimos años, fiscales generales estatales, miembros del Congreso y otros han abierto investigaciones y presentado demandas acusando a Exxon y a otras empresas de combustibles fósiles de engañar a los inversores y al público sobre el cambio climático. La empresa se ha mostrado en desacuerdo con las conclusiones del estudio, y ha señalado el veredicto de 2019 en un caso civil presentado por el fiscal general del estado de Nueva York que acusaba a la empresa de fraude en la forma en que determinó el coste de la regulación del cambio climático. El juez de ese caso se puso de parte de Exxon. "Esta cuestión se ha planteado varias veces en los últimos años", ha manifestado el portavoz Todd Spitler en una declaración a Bloomberg Green. "En cada caso, nuestra respuesta es la misma: los que hablan de que 'Exxon lo sabía' se equivocan en sus conclusiones".
La quema de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas, es el principal motor de la emergencia climática. "Cada semana nos trae una nueva historia de horror climático", ha dicho Guterres, advirtiendo de que el compromiso de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales se está "esfumando". Este umbral de temperatura es el objetivo aspiracional establecido en el histórico Acuerdo de París de 2015.
"Las consecuencias serán devastadoras. Varias partes de nuestro planeta serán inhabitables. Y para muchos, esto es una sentencia de muerte", ha alertado Guterres. "Pero no es una sorpresa", ha matizado. "La ciencia ha sido clara durante décadas. No hablo solo de los científicos de la ONU. Hablo incluso de los científicos de las empresas de combustibles fósiles".
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