El fondo australiano IFM retoma su escalada en el accionariado de Naturgy. Eleva su participación al 14,001%, justo dos años después de que lanzase la oferta pública de adquisición (OPA) sobre el capital social de la energética, según notificó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El fondo representado en España por Jaime Siles se consolida así como el cuarto accionista de la energética, después de Criteria Caixa (26,7%), CVC (20,6%) y GIP (20,07%). Acumula 135,8 millones de acciones valoradas en unos 3.467 millones de euros, según el precio de cotización de la compañía a cierre de mercado de ayer.
El último gran movimiento de IFM dentro de Naturgy se registró el pasado mes de marzo, cuando el fondo australiano incrementó su participación cerca de un 1,3%, hasta alcanzar el 13,38%. Aunque, según constaba en el informe financiero de Naturgy correspondiente a la primera mitad de 2022, a cierre del pasado mes de junio la posición de IFM en su capital social ya ascendía al 13,9%. Con todo, el 14% que controla ahora todavía está muy lejos del 22,69% al que aspiraba hace justo dos años. Y es que en enero de 2021 el fondo lanzó una opa con la intención de ampliar su control sobre el capital de la firma capitaneada por Francisco Reynés.
Fue un proceso cargado de complicaciones, en el que el Gobierno incluso llegó a imponer una serie de condiciones para garantizar la españolidad de la compañía y las inversiones estratégicas en el país. Pese a su objetivo inicial, el escaso grado de aceptación de la oferta dejó a IFM con un sabor agridulce. Se quedó con el 10,83% del capital, que en los dos últimos años ha ido escalando progresivamente hasta el actual 14,001%.
El proceso de opa terminó convirtiéndose en una auténtica batalla, con inesperados giros de guion, entre IFM y el brazo inversor de La Caixa. El holding liderado por Isidro Fainé, y principal accionista de Naturgy, inició una ofensiva al elevar su participación desde el 24,8% hasta el actual 26,7%.
Los pesos pesados del accionariado de la gasista española firmaron en noviembre del año pasado un compromiso para dar estabilidad a la compañía y ratificaron su voluntad de apoyar el plan estratégico 2021-2025.
El compromiso suponía una tregua al mercado tras casi dos años de tensiones, rumores y movimientos accionariales. Sin embargo, no implica el cierre definitivo a la venta de las participaciones de los grandes propietarios; especialmente en un momento en el que gigantes del sector energético, como la francesa TotalEnergies o Repsol, han puesto el ojo en el conocido como Proyecto Géminis, que dividirá la compañía en dos cotizadas independientes.
Proyecto Géminis
El consejo de administración de Naturgy acordó el pasado mes de febrero su escisión en dos empresas con el objetivo de impulsar su valoración en bolsa y dar una mayor liquidez a sus accionistas. Se trata de una división del negocio regulado de redes y de los activos comerciales de clientes, que supondrá una de las mayores operaciones en España por valor de empresa. Se repartirá una sociedad valorada en más de 37.000 millones (deuda incluida).
Géminis es un atractivo para la salida de los grandes fondos de inversión. La escisión estaba prevista inicialmente para finales del año pasado, pero actualmente se encuentra paralizada y sin fecha de reactivación por la situación económica.