Decenas de barcos petroleros siguen atascados en aguas turcas. El veto de la Unión Europea al crudo ruso ha tenido un efecto secundario en el mercado, que ha provocado que millones de barriles estén bloqueados en el mar. Ankara está pidiendo nuevos requisitos a las aseguradoras, lo que ha cambiado la forma con la que se operaba hasta ahora, congestionando la ruta del Mar Negro.
Turquía está en medio de Rusia y Occidente, ya que el comercio marítimo pasa por el Estrecho del Bósforo antes de llegar al Mediterráneo. Al ser un punto de conexión clave entre ambas partes, el país quiere asegurarse de que las nuevas sanciones europeas no terminarán por perjudicarle. Dentro del veto a Putin, la Comisión Europea exige a las aseguradoras que no cubran trayectos que no cumplan con sus limitaciones. Es decir, que no extiendan pólizas a las naves que lleven barriles más caros que el máximo impuesto. Sin embargo, los barcos que transporten a ese precio, 60 dólares, o inferior, contarán con sus seguros habituales.
Pero para Turquía eso no es suficiente. El país está pidiendo a las navieras que presenten más documentación que la habitual para verificar que están debidamente aseguradas. Pide que sus pólizas cubran posibles fugas de petróleo, choques entre naves y que también presenten cobertura si se descubre que un barco ha incumplido las normas europeas. Sin embargo, las compañías de seguros explican que no es posible proveer garantías de que sus clientes no van a incumplir las sanciones.
International Group of P&I Clubs representa a 13 aseguradoras que cubren el 90% del transporte marítimo. La asociación ha explicado que las exigencias de Turquía "van mucho más allá" de lo normal y que exceden los requisitos para operar que se establecían hasta ahora. Por ejemplo, las autoridades del país piden cartas de confirmación de que los petroleros pueden navegar por sus aguas. Solicitan autorizaciones específicas para cada uno de los trayectos que pasen por su mar, algo difícil de cumplir y que ni siquiera se contempla en las sanciones europeas.
Además de los nuevos requisitos administrativos turcos, hay incertidumbre con el origen del petróleo. El crudo de Kazajistán que producen compañías como Chevron o ExxonMobil se transporta a Rusia por oleoducto. Desde ahí, sigue su ruta por las aguas rusas de la costa del Mar Negro hacia el Mediterráneo (lo que requiere cruzar aguas turcas). Aunque ese combustible no está sujeto a las sanciones, Turquía sigue pidiendo nuevos permisos. Hay, al menos, 26 barcos con crudo de Kazajistán bloqueados en espacio marítimo turco con 23 millones de barriles, según Bloomberg.
En todo caso, las autoridades occidentales, de Reino Unido o Estados Unidos, han especificado que no hay que aportar seguros nuevos, sino los mismos de siempre. Simplemente no se pueden asegurar barcos que lleven petróleo con un importe superior a los 60 dólares. Financial Times informa de que representantes de ambas delegaciones están intentando solucionar las trabas que han surgido con Turquía. Una de las partes ha dicho a ese medio que las disrupciones no las provoca el veto europeo, sino las nuevas normas de Ankara. En todo caso, el objetivo es poder mantener la fluidez del comercio, cumpliendo la normativa con un sistema sencillo.
Turquía considera que habrá flotas que intentarán saltarse el veto europeo o que buscarán seguros de menor calidad, que no terminen de verificar ciertos requerimientos. Otro de los riesgos que ve el país es que aumente el número de barcos sin bandera, que intenten sortear las sanciones. También, que se cree una flota fantasma de distintos países, no europeos, que atiendan a sus propias normas.
Todas estas cuestiones están creando tensiones entre Estados Unidos, Reino Unido, Europa y Turquía, ya que, de momento, no han encontrado una solución común. Ankara sigue pidiendo a todas las naves, cualquiera que sea su procedencia, las cartas de confirmación de que están aseguradas. No solo lo pide a las rusas, sino a cualquier barco que vaya a cruzar su estrecho, que es lo que está provocando ese atasco de barcos en sus aguas.