
Las políticas de industria y energía contarán el próximo año con 11.606 millones de euros, un 2,6% más -293 millones- que el año pasado, incluyendo la financiación de actuaciones por un importe de 5.925 millones de euros a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR). Si se descuenta dicho importe, el Gobierno destinará la cantidad de 5.681 millones de euros a estas políticas, tal y como sale reflejado en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023.
Destaca el aumento en 50 millones de euros de dotación de la línea de ayudas de incentivos regionales, así como en el ámbito del MRR la línea de apoyos estratégicos a la transformación industrial, por importe de 1.440 millones.
En relación con el MRR, se incluyen también 455 millones de euros para el plan de incentivos a la instalación de puntos de recarga, a la adquisición de vehículos eléctricos y de pila de combustible (hidrógeno) y a la innovación en electromovilidad, recarga e hidrógeno verde.
Asimismo, 300 millones de euros irán destinados al programa de rehabilitación energética de edificios (PREE), 345 millones de euros más para el desarrollo de energías renovables innovadoras, integradas en la edificación y en los procesos productivos y un incremento de 120 millones para el Plan de Transición Energética en la Administación General del Estado.
Por otro lado, aumentan las ayudas a consumidores electrointensivos, con un importe de 65 millones, hasta los 244 millones y la capacidad de personas beneficiarias del bono social de electricidad hasta 600.000, así como el aumento de 102 millones en la dotación que financia el bono social térmico, alcanzando la cifra de 259 millones para mitigar la pobreza energética.
Promover la transición energética
Esta política recoge también 2.950 millones del MRR para la promoción de energías renovables, eficiencia energética y movilidad sostenible, y para convenios de transición justa en zonas de transición energética.
Concretamente, en lo que respecta a política industrial, el programa de reconversión y reindustrialización contará con 653 millones de euros, de los que 600 millones de euros constituirán la aportación al Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva (FAIIP).
Además, el Ejecutivo apuesta por prolongar el programa de desarrollo industrial, dotándole de 337 millones de euros, dirigidos en su mayoría a compensar a los consumidores electrointensivos por los elevados costes de la electricidad, con especial atención al riesgo de deslocalización o fuga de carbono.
De igual manera, el Ejecutivo dota 600 millones de euros para el Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva en respuesta a la necesidad de financiación a largo plazo de activos industriales, que son intensivos en capital e inversiones y requieren periodos más largos que el resto de la economía para el retorno de capital.
Se trata de préstamos ordinarios, préstamos participativos, participaciones en capital de forma minoritaria y temporal o fórmulas mixtas a largo plazo, a fin de mejorar la adaptación y análisis de la realidad industrial.
La política de Industria y Energía incluye también una dotación para financiar préstamos al Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) por importe de 430 millones de euros, dirigidos a apoyar el impulso de la eficiencia energética y las energías renovables, con la finalidad principalmente de anticipar a los beneficiarios de los préstamos fondos para actuaciones que una vez ejecutadas y certificadas, podrán obtener retornos del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).