
Los datos de la inflación se han disparado en Reino Unido, y Citi ya espera que supere el 18% a finales de este año. Detrás de estas terroríficas previsiones están los precios de la luz, que se acercan a la estratosfera a toda velocidad. Según las consultoras Cornwall Insight y Auxilione, el coste medio de la factura mensual de la luz para una familia británica alcanzará las 300 libras (350 euros) en octubre.
El anuncio del nuevo precio máximo para las familias se anunciará este próximo viernes y entrará en vigor dentro de poco más de un mes. Actualmente al límite está en 164 libras (195 euros), por lo que la subida sería de un 80% desde la anterior revisión, en abril, en la que los precios ya crecieron un 54% desde el nivel previo.
Lo más preocupante es que las alzas pueden no quedarse ahí. Cornwall Insight estima que la siguiente subida dejará la factura media mensual en 441 libras (520 euros), y que el precio no bajará de las 400 libras mensuales (470 euros) en todo 2023. Auxilione es aún más pesimista: pone el pico en 488 libras (577 euros).
Los motivos son muy claros: la subida desbocada del gas, que suministra un 40% de la energía que usa el país, y la falta de electricidad sobrante en el mercado europeo, en el que compraba la que no podía producir directamente, han disparado el precio del megavatio/hora hasta las 543 libras (642 euros) en el último día con datos, el pasado 19 de agosto. Y las previsiones coinciden en que la cifra va a seguir ascendiendo durante los próximos meses.
El mayor problema, sin embargo, lo tienen las empresas, que no están protegidas ante los aumentos bruscos del precio. En las últimas semanas, en los medios británicos se suceden historias de terror de pymes que ven cómo sus proveedores de gas y electricidad les multiplican el precio por hasta 10 veces comparado con el año pasado. Unas subidas impagables que pueden destrozar el tejido empresarial británico en los próximos meses.
Ayudas insuficientes
El entonces ministro de Hacienda, Rishi Sunak -actual aspirante a primer ministro en las primarias del Partido Conservador- anunció ayudas a las familias más desfavorecidas en febrero pasado de unas 1.000 libras de media. Una cifra que ha quedado completamente sobrepasada por la subida imparable de los precios. La favorita para ganar esas primarias, la actual ministra de Exteriores, Liz Truss, se ha negado a anunciar hasta ahora qué medidas tomará si gana para evitar un invierno de apagones, parálisis y protestas generalizadas.
Por el momento, el Gobierno en funciones de Boris Johnson ya ha movido ficha para estudiar una reforma del mercado mayorista de electricidad. La pregunta es si llegará a tiempo de evitar un nuevo 'invierno del descontento' como el que sacudió el país en 1970.