Rusia está cumpliendo su amenaza de reducir drásticamente el flujo de gas a través del gaseoducto Nord Stream, la infraestructura con la que Alemania importa un 55% del gas que consume.
A principios de mayo, Rusia enviaba cerca de 157 millones de metros cúbicos de gas diariamente a Alemania, y en menos de dos meses ha recortado el envío en un 60%, hasta los 63 metros cúbicos diarios. Esto ha forzado al gobierno alemán a anunciar la reapertura de varias plantas de carbón, con la intención de reducir su dependencia del gas para la generación eléctrica y poder así aumentar los inventarios del país de cara al invierno.
Para lograrlo, Berlín va a tener que rascarse el bolsillo: el carbón es el recurso energético que más se ha encarecido en lo que va de año, con un repunte que toza el 130% en 2022, frente a la subida del 80% del gas natural, del 46% del petróleo o del 97% del gasóleo.
El precio del carbón australiano, el de referencia, se movía ayer en los 389 dólares por tonelada, cuando a principio de año se movía en el entorno de los 160 dólares. Según los cálculos de Bloomberg, el país tendrá que invertir unos 15.000 millones de euros con los precios de mercado actuales para conseguir sus objetivos.
Una estrategia transitoria
"La situación en el mercado del gas natural se ha deteriorado en los últimos días", explicó el domingo Robert Habeck, ministro de Economía y miembro del partido medioambientalista Los Verdes. "Vamos a ser capaces de reemplazar el gas ruso, y los tanques continúan llenándose, aunque a mayores precios", reconoció. "Ahora tenemos que implementar un nuevo set de herramientas", señaló, "y eso significará, para ser honestos, más plantas de gas durante un periodo de transición. Es una pena, pero en la situación actual es necesario reducir el consumo de gas", explicó Habeck.
El gobierno alemán insiste en que se trata de una medida excepcional, y que continúan comprometidos en su estrategia para dejar de utilizar carbón por completo en el año 2030. Al mismo tiempo, un portavoz de la Comisión Europea quiso recordar que este nuevo plan alemán debe respetar los objetivos climáticos que Europa ha marcado hasta el año 2030.
Alemania, de hecho, no ha sido el único país que ha anunciado una medida de este estilo. Austria ha anunciado una medida similar: recuperará la planta Mellach, cerrada en el año 2020, con la misma intención que Alemania.
Por debajo de la media
Por el momento, el consumo de carbón de Alemania para la generación eléctrica todavía no está creciendo de forma destacable. La media de los últimos 5 días ha sido de 5,,06 terawatios por hora, por debajo de la media de los últimos cinco años, que se mantiene en los 5,89 terawatios por hora.
Con el paso del tiempo esta cifra irá incrementándose, y así tratarán de ahorrar gas para que las reservas del país se llenen por completo, desde el 56% que mantienen en este momento. "La prioridad total es que los almacenes de gas estén llenos por completo para la llegada del invierno", ha explicado Habeck.