
Siemens Energy no contempla ningún movimiento de la sede social de Zamudio "por el momento", pero sí que habrá un proceso de "optimización estructural" que supondrá recortes en el esquema actual del fabricante de aerogeneradores. Sin embargo, por ahora no ha querido dar más detalles al respecto.
Así lo ha confirmado el consejero delegado de la compañía, Christian Bruch, después de que la oferta pública de adquisición (OPA) lanzada por la alemana la noche del sábado pasado hiciese saltar las alarmas sobre las consecuencias de este movimiento.
"No preveo ningún cambio en la sede, por ahora. Estamos comprometidos con las operaciones en España y en el País Vasco", ha subrayado el Christian Bruch, tras ser preguntado por esta cuestión en una conferencia de prensa.
Sobre la sede fiscal, sin embargo, la compañía ha explicado que mantendrá la presencialidad fiscal de las ventas en España. "Los impuestos deben pagarse dentro del país donde se tienen esas ganancias. Estamos comprometidos con nuestra huella en España en este momento y mantener esa presencia en este país", ha dicho.
En España, la compañía cuenta con 4.700 empleados, un 18% del total, solo precedida por Dinamarca, donde dispone de 5.200 trabajadores según sus últimos datos reportados.
Después de la integración, el grupo podría beneficiarse de sinergias de costes previstas de hasta aproximadamente 300 millones de euros anuales en un plazo de tres años, es decir, 900 millones. Además, se esperan también sinergias de ingresos por un importe de centenares de millones de euros para el final de la década.
Una oferta 'decepcionante'
La oferta de compra de Siemens Energy sobre el 32,9% del capital de Gamesa está valorada en 4.000 millones de euros. Supondrá un desembolso de 18,05 euros por acción en efectivo, un precio que ha sido tildado de "decepcionante" por algunos agentes del mercado.
"Me parece un precio muy atractivo y creo que convenceremos a los accionistas minoritarios, con un prima del 27%", ha defendido Bruch en la conferencia. Según el CEO, la industria que se enfrenta a retos y hay unos efectos del mercado a los que Siemens Energy tiene que enfrentarse. "Tenemos que ir invirtiendo en el negocio y hacer que sea rentable", ha añadido.
Sobre la diferencia con el precio de 20 euros por título que pagó por el 8% de Iberdrola en 2020, la alemana ha argumentado que si comparas el contexto del mercado actual con aquel entonces, "la situación de mercado se ha deteriorado y se han producido múltiples profits warnings (revisiones de las previsiones a la baja) desde esos tiempos".