
Iberdrola reabre el mercado de renta fija en Europa en plena crisis generada por la invasión de Ucrania, al cerrar con éxito la emisión de un nuevo bono verde por un importe de 1.000 millones de euros y con vencimiento a diez años.
Con una demanda que ha superado los 3.000 millones de euros, tienen un cupón del 1,375% anual, lo cual ha sido posible al alcanzar un diferencial de 60 puntos básicos sobre la referencia midswap para el plazo correspondiente.
Se trata del primer emisor español en salir al mercado en la actual coyuntura y uno de los primeros europeos junto con la alemana BASF, la danesa Vestas y la estadounidense Berkshire Hathaway, que le han acompañado hoy.
En concreto, la emisión se ha colocado entre 181 inversores, principalmente europeos y de Reino Unido. Los bonos verdes suelen generar una mayor demanda y un menor coste, dado que al interés de los inversores habituales se añade el de los inversores socialmente responsables. Una gran parte de la operación (69% según BBVA, Green Advisor de la operación) se ha colocado entre este colectivo de inversores, por lo que Iberdrola continúa diversificando su base inversora y ampliando la demanda, lo que mejora la ejecución de estas operaciones en momentos difíciles de mercado.
Los fondos obtenidos se destinarán a financiar parcialmente sus instalaciones de eólica marina en Francia (St. Brieuc) y Alemania (Baltic Eagle).
En la colocación han participado nueve bancos internacionales de primer nivel: Bank of America (Coordinador), Citibank, BNP, HSBC, BBVA, Santander, Sumitomo, Intesa San Paolo y e ING.
Con esta nueva emisión, la compañía presidida por Ignacio Galán continúa afianzando su liderazgo en financiación sostenible, con más de 39.000 millones de euros de volumen de operaciones vivas, de los cuales cerca de 16.000 millones de euros son emisiones de bonos verdes.