
La energía eólica se ha ido incorporando a nuestro paisaje sin apenas percatarnos: en 2020 se añadieron 14,7 GW de capacidad eólica en el viejo continente. En 2021 la instalación de aerogeneradores en alta mar hizo posible alcanzar nuevos récords. En este sentido, se espera que la eólica offshore alcance niveles nunca vistos entre 2022 y 2025. Durante estos años, y si los gobiernos cumplen los objetivos fijados, habrá 105 GW de nueva capacidad eólica en Europa.
Teniendo en cuenta los objetivos de descarbonización en Europa y el número de parques que se espera construir en los próximos años, ¿dónde están las oportunidades para los promotores y los actores sociales? ¿Qué retos debemos superar para que la implantación de este tipo de energía sea un éxito?
Madurez del mercado
El mercado eólico europeo ha crecido considerablemente en los últimos 25 años. Los continuos avances tecnológicos y la mejora de índices de rendimiento han abaratado los costes. Esto ha contribuido a que estos sistemas se consoliden como motor de la transición verde.
Los avances en el diseño de la fabricación, como pueden ser el mayor tamaño de las palas y turbinas más altas, han provocado un alza en la producción. La digitalización, por su parte, está mejorando la capacidad de gestión de las operaciones, la optimización de la producción y la integración de los parques en el paisaje local. Asimismo, la inteligencia artificial está ayudando a su mantenimiento y a reducir la posibilidad de que se produzcan fallos dentro de las instalaciones.
Por ejemplo, BayWa r.e., empresa especializada en energías renovables, ha llevado a cabo 114 proyectos eólicos con una potencia instalada de 1.900 MW globalmente, lo que permite abastecer al equivalente a 900.000 hogares. Una clara muestra del peso que están cogiendo las instalaciones eólicas en el mercado energético internacional. Además, la compañía cuenta con más de 1.000 contratos de mantenimiento de plantas eólicas y gestiona, a través de centros de control operativos las 24 horas los 7 días de la semana, más de 3,5 GW en todo el mundo.
Está claro que la mejora de los procesos técnicos ha logrado que se pueda producir energía eólica a un precio competitivo, pero debemos avanzar mucho más rápido a la hora de implementarla.
Por otra parte, los planes de ayudas y subvenciones, diseñados para estimular la inversión renovable, han desempeñado un papel importante para ayudar a impulsar el sector. Sin embargo, a medida que el mercado ha ido evolucionando, con el aumento de la competencia y la caída de los precios, los subsidios se han reducido. Como consecuencia, nos encontramos en una fase en la que la electricidad generada por el viento puede suministrarse al mismo precio que otras fuentes de energía presentes en la red eléctrica. En ocasiones, a un importe menor.
La eólica marina, tecnología clave en la transición energética
Para alcanzar el objetivo global de cero emisiones establecido para 2050, los países deberán instalar parques eólicos a un ritmo tres veces superior al actual a lo largo de la próxima década. Esto supone un crecimiento de 180 GW de nueva capacidad eólica cada año.
En este sentido, BayWa r.e. ha hecho un gran esfuerzo y ha incrementado su cartera de proyectos eólicos en un 41%, pasando de 4,3 GW en 2020 a 6,1 GW en 2021.
Para conseguir esta meta, es necesario seguir favoreciendo la expansión de la eólica terrestre e impulsar la eólica marina. A lo largo de 2020, la energía eólica terrestre supuso el 80% de las nuevas instalaciones. Asimismo, la eólica marina flotante puede jugar un papel importante a la hora de alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible, al tratarse de una opción más viable para las regiones que necesiten desarrollar parques en aguas profundas.
Dado que las empresas energéticas del viejo continente representan un 90% del mercado mundial de la eólica marina, la región europea está bien posicionada para liderar el crecimiento del sector. De hecho, este tipo de tecnología tiene el mayor potencial dentro del abanico de las energías renovables disponibles. Sin embargo, es necesario contar con un marco regulatorio y una voluntad política que apoyen la implantación de la eólica marina.
Resolver los obstáculos regulatorios y de infraestructura para la implantación de la energía eólica marina
La industria eólica requiere ahora más que nunca una regulación flexible que permita a los promotores explorar directamente los posibles emplazamientos y, más tarde, solicitar y obtener los permisos necesarios.
Además de superar los desafíos normativos, es necesario aliviar la presión de la capacidad de la red, que es uno de los mayores obstáculos para la implantación de generadores en alta mar. La solución pasa por un enfoque más holístico que permita al promotor incluir, desde el principio, la planificación de la red en el desarrollo de un proyecto.
La eliminación de estos obstáculos ayudará a la estandarización de la tecnología, especialmente en el ámbito de las estructuras y turbinas flotantes. Esto conducirá, en última instancia, a un coste nivelado de la electricidad (LCOE) competitivo, que es esencial para impulsar la implantación generalizada de la energía eólica marina.
El camino hacia una mayor presencia eólica
La aceleración en la implantación de la eólica es esencial para alcanzar los objetivos climáticos y reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Además, el crecimiento de las energías renovables ayudará a reducir el precio de la electricidad. Sin embargo, los objetivos climáticos trazados en el ámbito nacional e internacional no tienen en cuenta las necesidades locales. Además, la innovación va un paso por delante de la política regional.
Para hacer frente a estos retos e implantar la tecnología eólica a la velocidad requerida, es vital que sigamos educando e involucrando a las partes interesadas para señalar las grandes oportunidades que representa la energía verde. Esto incluye tanto agentes sociales, instituciones, como comunidades locales.
Un proyecto renovable trae consigo progreso social y, por tanto, nuevas oportunidades socioeconómicas y ambientales.
La importancia de la digitalización en los parques eólicos
Otro de los elementos que juegan un papel crucial en esta transición energética es la digitalización de los parques. Gracias al análisis de datos o la inteligencia artificial, las compañías tendrán la capacidad de mejorar el rendimiento o realizar ajustes en el servicio de red.
La recopilación de datos se considera uno de los desafíos más importantes, pero la información suele provenir de distintas fuentes. Por ejemplo, los operadores de la red, los gestores de las plantas y los consumidores. Además, falta una estandarización en la disponibilidad de los datos. Las empresas todavía tienen que solicitar estos datos a los proveedores para después procesarlos, analizarlos, elaborar modelos y contextualizarlos para la toma de decisiones.
Por otro lado, se prevé que la inteligencia artificial mejore la comprensión de los datos y, en consecuencia, la toma de decisiones. Esto será posible gracias a la evaluación y el control de los sistemas de gestión, así como al análisis de toda la información disponible. Sin embargo, el uso de la inteligencia artificial siempre necesitará el criterio de la mente humana.
Autor: BayWa r.e.
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