
La torre de refrigeración de la térmica palentina de Velilla del Río Carrión, símbolo de esta central desde hace casi 4 décadas, ya es pasado. Hoy a las 4 de la tarde Iberdrola la construcción quedaba demolida como parte del proceso de desmantelamiento de la central, 56 años después de su puesta en marcha y 15 meses después de su clausura, solicitada a finales de 2017. Se trata de un proceso del que ya se ha ejecutado cerca del 35% y se prolongará 48 meses.
Estos trabajos están involucrando a un gran número de proveedores (muchos locales con un volumen de trabajo superior al que mantenían durante el funcionamiento de la central) y alrededor de 50 profesionales. Cerca de la mitad proceden de empresas contratistas de la central y locales; profesionales altamente cualificados y con amplia experiencia en la ejecución de este tipo de proyectos de gran complejidad técnica.
La explosión controlada supone un paso más en la transformación energética de nuestro país hacia una economía sostenible. El procedimiento se ha llevado a cabo con las máximas garantías de seguridad y un mínimo impacto ambiental. De hecho, para el derribo de la torre, que supera los cien metros de altura y tiene un peso de más de 7.000 toneladas, se han utilizado detonadores electrónicos con 82 kg de explosivo.
La técnica de demolición empleada es una de las más eficientes para el desmantelamiento de centrales, al minimizar riesgos para los trabajadores, favorecer la economía circular y contribuir a reducir el impacto ambiental. Asimismo, los residuos de hormigón y de la estructura metálica serán reciclados.
Un futuro más verde
Desde 2001, Iberdrola ya lleva un total de 17 centrales térmicas de carbón y fueloil clausuradas en el mundo, de las cuales las dos últimas, Velilla y Lada, eran españolas.
El plan de renovables de Iberdrola en Castilla y León para los próximos años que incluye la instalación de 1.800 MW renovables, tanto eólicos como fotovoltaicos, con una inversión prevista de 1.300 millones de euros. En Velilla construirá uno de los mayores complejos fotovoltaicos de la región y de España (350-400 MW) con una inversión de 300 millones de euros. En la región, Iberdrola es líder en energía renovable con la operación de 5.200 MW que la sitúan como la comunidad autónoma con más megavatios verdes instalados por la compañía.