
Repsol, Cepsa y BP han comenzado a reducir la producción de sus refinerías en España para adaptarse a la nueva situación del consumo. Las tres petroleras están sufriendo una fuerte caída de la demanda mundial de queroseno tras las decisiones de cierres de fronteras y la práctica paralización de la aviación comercial mundial, lo que genera un impacto inmediato en la producción de destilados medios.
La semana pasada las salidas de productos de automoción (Gasolinas y Gasóleo A) se redujeron un 41,3% respecto a 2019. En concreto, las salidas de gasolinas descendieron un 56,0% y las de Gasóleo A un 37,8%. Por su parte, las salidas de carburantes de aviación descendieron un 63,8%, según los datos de CLH que no han sido actualizados aún pero que se espera que se den a conocer hoy con los datos de la semana pasada.
Ante esta situación, Repsol indicó que se prepara para ajustar la producción de sus refinerías a este nuevo escenario en el que el consumo de diésel y gasolina también es cada día menor y se espera que siga bajando a tener del Real decreto aprobado ayer que limita la actividad industrial a únicamente los sectores estratégicos para dejar el número de desplazamientos en cifras similares a las de un fin de semana.
La petrolera descarta en cualquier caso la paralización de las plantas o adelantar los mantenimientos previstos ya que supone realizar una inversión en un momento de inestabilidad. De hecho, tras la presentación de su plan de choque por la caída del crudo y el coronavirus de 3.100 milllones quedan ahora muchas dudas en el aire como si seguirá adelante la inversión de 300 millones prevista para la planta de Cartagena con la intención de duplicar la producción de biocarburantes o se retrasará.
Repsol había comenzado también una inversión de 64 millones en la refinería de Coruña que se tenía que finalizar en marzo, así como actualizar alguna de sus unidades que estaban todavía obsoletas a lo largo del año y planeaba también obras en la de Puertollano para incrementar sus productos petroquímicos.
Cepsa, por su parte, está operando sus refinerías y atendiendo la demanda de todos sus clientes. El negocio de refino de Cepsa, como el resto de la compañía, dispone de un plan de contingencia para asegurar la continuidad del suministro. Actualmente, la situación de los mercados es de disminución de la demanda y las empresa asegura que las refinerías se adaptarán en todo momento a esta situación.
Crece el consumo de LAB
En el caso de las plantas químicas, integradas con las refinerías, operan a plena capacidad. La demanda de LAB, materia prima para la producción de detergentes, es mayor de la habitual, por lo que se mantendrán a plena carga en los próximos meses; respecto a Fenol, la compañía espera una caída de la demanda a finales del mes de abril (en ese caso, adaptaremos la producción de nuestras plantas).
Por su parte, BP está también ajustando la producción de la refinería de Castellón a la nueva situación de demanda, la fuerte caída del consumo de queroseno provoca una menor producción de destilados medios, lo que supone también una reducción por lo tanto del diésel y la gasolina.
Las tres compañías aseguran que la producción existente es más que suficiente para abastecer las necesidades de nuestro país, ya que de hecho todas ellas están incrementando sus niveles de exportaciones ante esta situación de caída de consumo.
Las estaciones de servicio automáticas aseguran, por ejemplo, que su nivel de demanda ha caído del orden del 90%, lo que ha obligado a empresas como Ballenoil a poner completamente en automático sus surtidores para poder paliar esta situación de crisis.
El transporte y las estaciones de servicio se han declarado como esenciales , ese al parón industrial.